Regreso a una galaxia muy, muy lejana
George Lucas habla de la nueva entrega, la séptima, de su perenne Star Wars, ahora animada, y de por qué no puede abandonar el universo que lo consagró
SAN FRANCISCO ( The New York Times ).- Las generaciones futuras nunca tendrán necesidad de fundar un museo George Lucas, porque George Lucas ya lo construyó. A ambos lados del puente Golden Gate, ha edificado dos templos donde se realizó y se venera La guerra de las galaxias : en su Skywalker Ranch, en Marin County, y en su más nuevo complejo de oficinas, el Letterman Digital Arts Center, en Presidio, ha reunido toda clase de reliquias en honor a su saga de seis films -que llegarán a siete con el estreno en nuestro país, mañana, de la animada Clone Wars -, desde las imponentes (réplicas de tamaño natural de los villanos Darth Vader y Boba Fett) hasta las burlonas (un bloque de carbonita, que encierra al aborrecido Jar Jar Binks). Como los santuarios, estos edificios consagran, pero también confinan al hombre para el que fueron construidos.
Usando la libertad y la fortuna que ha amasado gracias al éxito astronómico de La guerra de las galaxias , Lucas ha acumulado recursos inigualables; su próximo film podría ser cualquier cosa, desde una épica arrolladora hasta uno de los relatos íntimos que le gustaría encarar. En cambio, sus dos próximos proyectos serán parte de La guerra de las galaxias , no menos ambiciosos que sus films anteriores, pero potencialmente menos comerciales. Y se presentan en un momento en el que incluso los fieles de estas películas se preguntan si ese mundo de fantasía tendrá algo más para ofrecer.
Lucas, que tiene 64 años y una poblada barba blanca, se sienta a hablar de su último film -que servirá de presentación a una serie de TV del mismo nombre- con cierta reticencia. "Me encanta hacer películas; no soy el más entusiasta a la hora de venderlas", dice, sentado en su sala de reuniones, colmada de libros de historia militar y de novelas como Quo Vadis .
A pesar de sus promesas, Lucas no terminó su épica Star Wars con La venganza de los Sith , la conclusión de una nueva trilogía de films, que recaudaron más de 1000 millones de dólares solamente en EE.UU. Ya en 2002 consideraba la realización de una serie de animación que serviría de puente entre los Episodios II y III, centrada en las aventuras de los caballeros jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker (quien luego se convertirá en el malvado Darth Vader), y que exploraría héroes, villanos y planetas pasados por alto en esa trilogía. Para Lucas, era una oportunidad de volver a visitar mundos imaginarios. "No se trata de demostrarle nada a nadie -dice- no necesito demostrar nada."
Fanáticos
Pero su duradero interés por La guerra de las galaxias insinúa una lección que sus pares ya han aprendido: a veces, es más fácil hacer superproducciones que films intimistas. Steven Spielberg, amigo y colaborador de Lucas, reflexionaba por e-mail: "A todos nos gustaría hacer esos pequeños films que llegan a las salas subrepticiamente. Desafortunadamente, tanto para George, como para mí, y para otros que han tenido mucho éxito, pasar desapercibidos es imposible".
Lucas retomó Clone Wars hace unos tres años, cuando convocó todo el poderío tecnológico de su empresa para construir Lucasfilm Animation en el Skywalker Ranch y en Singapur. El siguiente paso fue contratar a un equipo de jóvenes artistas obsesionados con La guerra de las galaxias , que veneran a Lucas como si fuera el propio Yoda. "Es grandioso -dice Dave Filoni, director de este nuevo film y de la serie de TV que le seguirá- Chewbacca existe porque él le dio el nombre, lo imaginó y lo puso en la cabina de la nave."
Los dos trabajaron en estrecha colaboración (Filoni dirigió Avatar: The Last Airbender , el ciclo de animación de Nickelodeon) para desarrollar el aspecto, inspirado en el animé, de Clone Wars y para construir los guiones, empleando ideas que Lucas guardaba celosamente desde 1977, luego del estreno del primer film de la flamante heptalogía.
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿Sólo porque pueden hacerse nuevos episodios de la serie hay que hacerlos? Algunos aficionados de Star Wars -incluso los que han trabajado con Lucas - tienen sus dudas. "Creo que es lo más fácil, porque así no tiene que armar algo nuevo; todo ya está establecido", dijo Genndy Tartakovsky, que dirigió los cortos en dos dimensiones de Clone Wars . Hablando como admirador, dijo: "Me gusta, pero hay tanto más que él podría explorar".
Lucas sostiene que no tenía motivos para volver a sus personajes más populares, salvo que le gusta hacerlo. Pero en la medida en que La guerra de las galaxias le ha impedido cumplir su promesa de volver a hacer films más personales, el director lamenta esta nueva distracción. "Uno se desvía con facilidad de su camino" -dice, soltando una risita-. O al menos, eso es lo que me ocurre a mí."
Y se mostró muy pesimista respecto del mercado con el que se encontrará si algún día llega a estrenar un film que no esté situado en una galaxia muy, pero muy lejana. "Tal vez, termine en un festival de alguna parte", dice. "Tal vez, termine en media docena de salas del país durante dos semanas."
Lucas aprendió de la experiencia de su amigo y mentor Francis Ford Coppola, cuyo film previo a Tetro , Juventud sin juventud , tuvo un pequeño lanzamiento independiente en los EE.UU. (se exhibió en 18 salas y recaudó menos de 250.000 dólares.) "¿Alguien lo vio?", se pregunta Lucas.
Respondiendo por e-mail , Coppola acepta que los films que hace ahora, y los que Lucas dice que pretende hacer a partir de aquí, tienen pocas posibilidades de alcanzar el estatus de tanques. "Hacemos films para nosotros. Si nadie quiere verlos, ¿qué podemos hacer?" (Con un encogimiento de hombros parentético, Coppola agrega: "La emoción es mucho más taquillera que la filosofía".)
Otros colegas de Lucas argumentaron que Star Wars dio gran impulso tecnológico a la industria del cine, ya que generó Industrial Light and Magic -la empresa de efectos especiales- y EditDroid, precursor del sistema de edición Avid. "Lucas hace las cosas de una manera que al principio puede redundar en su propio provecho, pero que termina siendo un adelanto para todos", dijo Sid Ganis, presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que fue ejecutivo de Lucasfilm durante la década del 80. "Cuando le dicen: «Eso no funcionará», actúa como una motivación para seguir adelante", agregó Ganis.
Y tal como el propio Lucas se encarga de recordarlo, les ha demostrado muchas veces a sus detractores que estaban equivocados, desde los ejecutivos cinematográficos que creían que American Graffiti funcionaría mejor como telefilm hasta quienes le advirtieron que no financiara El imperio contraataca con sus ganancias de La guerra de las galaxias .
De todos modos, Lucas tiene una cantidad de nuevos proyectos que lo mantienen ocupado: trabaja en la segunda y tercera temporadas de la serie Clone Wars y planea una versión televisiva con actores. Después, dijo, buscará otros films y series para su estudio de animación, y seguirá desarrollando una película sobre aviadores de la Segunda Guerra. Y después de eso, ¿quién sabe? Todo lo que le ha permitido su riqueza, dice Lucas, es la oportunidad de hacer más films, tal como quiere hacerlos. "Puedo hacer media docena de THX . Perderé todo lo que invierta en ellos, por cierto. Pero también me divertiré mucho."
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