Recomendado de Netflix: Metallica: Some Kind of Monster
A comienzos del siglo XXI, y luego de un regreso relativamente fallido de dos discos (Load y Reload), Metallica entraba en una nueva etapa de su carrera. Si bien aún era la banda más masiva del género, el grupo no podía reencontrarse con un éxito del calibre de su álbum negro, y la antipática cruzada que habían emprendido contra Napster tampoco cayó bien entre sus fans. Y en un contexto de desconcierto total, los directores Joe Berlinger y Bruce Sinofsky grabaron Some Kind of Monster, un documental de dos horas y media que sigue el proceso creativo de Metallica en uno de los momentos de mayor crisis de su carrera.
James Hetfield y Lars Ulrich, respectivamente el corazón y el cerebro de la banda (en un ejercicio similar al de Gene Simmons y Paul Stanley de Kiss) enfrentaban problemas de adicción e inminente depresiones cuando el documental comenzaba su rodaje. Para colmo, la partida del bajista Jason Newsted le exigía tanto ellos como a Kirk Hammett que estuvieran sólidos como equipo para recibir oficialmente a Robert Trujillo como el nuevo integrante. Y lo que revela Some Kind of Monster es justamente la radiografía de una banda en un momento de extrema vulnerabilidad.
Para los fans de Metallica, habrá una infinidad de momentos increíbles que les permitirá descubrir una nueva cara de los músicos. En ese sentido, la escena en la que explota Hammet o la terapia grupal en la que participa Dave Mustaine, son solo dos de las muchas joyas que esconde el documental. Y para aquellos que jamás se acercaron a Metallica, la película les permitirá explorar la psique de un grupo de hombres herméticos que debió trabajar en equipo para evolucionar no solo en su sonido, sino también en sus relaciones interpersonales. Porque Some Kind of Monster es el testimonio en carne viva de una banda que se negó a morir, y si algo queda claro a lo largo de la película es que Metallica estuvo a dos gritos de disolverse para siempre.
Metallica: Some Kind of Monster se encuentra disponible en Netflix, e incluso la plataforma también agregó un epílogo titulado El monstruo vive, que se grabó diez años después, y en el cual los músicos repasan la importancia que tuvo el film original en la historia de la banda.
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