Una invasión alienígena que simboliza la catarsis por traumas del pasado, una cruza de slasher y drama psicológico y una escalofriante producción danesa; un repaso por cinco largometrajes con finales impactantes, disponibles en diferentes plataformas
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Una de las grandes sorpresas de este año es Nadie podrá salvarte, el ambicioso largometraje de Brian Duffield que revitaliza el thriller y lo cruza con la ciencia ficción, con excelentes resultados. El film, disponible en Star+, es tan solo uno de los numerosos exponentes del thriller psicológico que se pueden disfrutar en streaming y que repasamos en esta nota.
*Hogar
La película de los cineastas españoles David y Álex Pastor parte de una falsa sensación de comodidad. Javier (un descomunal Javier Gutiérrez) brinda un acalorado discurso al momento de presentar un aviso publicitario que, cree, lo pondrá nuevamente en la cima de su carrera. Sin embargo, la mirada de los ejecutivos denota una disconformidad con lo visto, pero un respeto por su hacedor, ese publicista de renombre que no pudo aggiornarse a los tiempos y se terminó quedando, sin saberlo, en una zona de confort.
Luego se suscitan en su vida una serie de cambios que pasan a ese hombre por encima, que lo toman desprevenido. El vínculo con su familia se torna gélido y ese departamento lujoso en el que vivían debe cambiarse por uno más pequeño, donde casi no entra la luz. El micromundo de Javier se torna sombrío y él simplemente no puede aceptar una (casi) lógica metamorfosis.
Hogar, disponible en Netflix, es un thriller psicológico sobre un hombre que quiere desafiar lo inevitable de la manera menos sana posible y su casa anterior es utilizada como símbolo de esa resistencia. El protagonista se hace amigo de Tomás (Mario Casas), un alcohólico en recuperación que lucha todos los días contra la enfermedad para poder mantener la armonía familiar. Tomás es, además, el flamante dueño del viejo departamento de Javier, el individuo al que considera como el ladrón de su antigua vida. Lejos de hacer un mea culpa, de construir un futuro para sí mismo, el impertérrito hombre tiene una sola meta: recuperar lo que siente que le fue hurtado. Así, los hermanos Pastor crean una obra perturbadora con un final que estremece.
Hogar, de David y Álex Pastor, está disponible en Netflix.
*Speak No Evil
El director danés Christian Tafdrup confesó, en la rueda promocional de Speak No Evil, que tenía como objetivo la gestación de la película más escalofriante de la historia, una empresa ambiciosa e imposible de concretar si comparamos su thriller con otras producciones similares. De todos modos, su largometraje, coescrito junto a su hermano Mads, se acerca bastante a esa intención primigenia, a la perturbación del espectador a través de un relato en el que la atmósfera inquietante se trabaja con una particular cadencia, al punto tal de que cuesta no exigirles a los protagonistas un cambio de actitud, que despierten de un letargo que los va llevando progresivamente a lo más cruento.
El punto de partida de Speak No Evil es un encuentro de dos parejas en sus vacaciones: la de Bjørn (Morten Burian) y Louise (Sidsel Siem Koch) con la de Patrick (Fedja van Huêt) y Karin (Karina Smulders). Ambos matrimonios tienen una hija y un niño, respectivamente, y construyen un lazo fugaz en ese momento de relajación.
Al poco tiempo, la primera pareja recibe una invitación de la segunda a conocer su casa en una zona rural de los Países Bajos, e incluso les prometen un inolvidable fin de semana, contándoles que su hijo quiere jugar con su niña, el primer anzuelo que arrojan. Tras un momento de dubitación, Bjørn y Louise aceptan. El arribo del matrimonio a ese lugar de conocido ya se siente extraño desde los primeros minutos, cuando Daftrup registra la casa como si esta fuera el epicentro del terror.
¿Qué se esconde allí? ¿Qué pasa con ese pequeño que no habla? ¿Por qué los anfitriones tienen conductas erráticas? Las preguntas llegan cerca del final del relato porque a Speak No Evil le interesa más perturbar al espectador que darle certezas instantáneas, por lo que genera un clima de incomodidad que desemboca en un desenlace valiente para los estándares del género en el que el director se mueve.
Speak No Evil, de Christian Tafdrup, está disponible en Google Play.
*X
Uno de los directores abocados al terror y al thriller más interesantes de los últimos años es, sin dudas, Ti West. Si hay algo que lo define, es su capacidad para mezclar diferentes géneros sin tenerlo miedo a la rareza que pueda suscitarse en ese proceso. Por lo tanto, en Pearl (disponible desde el próximo 6 de octubre en HBO Max) se podía vislumbrar un homenaje al musical, particularmente a El mago de Oz, referente para muchos realizadores.
Al mismo tiempo, la protagonista llevaba adelante una historia de venganza con el slasher al mando, pero también enmarcada en un thriller psicológico que exploraba, precisamente, el funcionamiento de la mente de esa joven que soñaba con ser una estrella. Al no poder lograrlo, su perfecta sonrisa se empezaba a desdibujar, y su presencia alteraba a quienes integraban su “perfecto” ecosistema.
En X, la secuela de aquel excelente largometraje, también podemos encontrarnos con otro gran trabajo de Mia Goth, que en esta oportunidad interpreta a Maxine, una mujer que viaja con su pareja y un grupo de amigos hacia una casa de Texas que alquilaron para filmar una película de cine para adultos. Una vez allí, entra en escena una mujer que se vincula con Pearl, y con quien Maxxine se ve, en cierta medida, reflejada. Con mucho desparpajo y buen pulso para manejar esa atmósfera en la que sus protagonistas están inmersos con algo de inconsciencia, X es un film efectivo que tendrá su secuela. Se trata del fin de la trilogía, la anticipada MaXXXine, con Goth nuevamente en la piel de esa protagonista que buscará superar viejos traumas, sacrificando su sanidad en el camino.
X, de Ti West, está disponible en Amazon Prime Video.
*Swallow
La ópera prima de Carlo Mirabella-Davis aborda una temática predominante en muchas narrativas que van in crescendo: el retrato de la vida suburbana y las implicancias que esa perfección puede tener en quienes son parte de ella, o al menos en quienes son conscientes de que no todo puede ser tan idílico. Swallow se hace eco de Terciopelo azul de David Lynch, pero sobre todo de la extraordinaria Safe de Todd Haynes, con una mujer en el centro que se rebela ante esa cotidianidad rutinaria, a ese matrimonio en el que parece no tener voz. Su acto de rebeldía es el de ingerir objetos, desde pilas hasta bolitas, lo que le brinda una sensación de ruptura de esas reglas socialmente impuestas.
La siempre brillante Haley Bennett interpreta a esa mujer, Hunter Conrad, quien habita en una casa neoyorkina de espacios abiertos, pero al mismo tiempo asfixiantes para ella, quien se va aburriendo a medida que pasan los días y sus acciones no se modifican porque están digitadas por terceros. Esa ingesta de objetos, esos momentos que el film registra sin la necesidad del trazo grueso, implican para ella un cambio, un control sobre sí misma, esa voz que le fue quitada en un pasado que eventualmente deberá afrontar. Swallow, con guiños al melodrama y una fotografía de Katelin Arizmendi que nos remite a las mejores producciones del género, es una obra calculada al extremo, un auspicioso debut de su talentoso director.
Swallow, de Carlo Mirabella-Davis, está disponible en MUBI.
*Nadie podrá salvarte
La pequeña sorpresa del streaming de las últimas semanas, la película que recibió halagos de Stephen King y Guillermo del Toro es, en efecto, una producción más que atractiva sobre cómo se lidia (o no, en este caso) con las pérdidas. El realizador y guionista Brian Duffield cruza la ciencia ficción con el thriller psicológico para registrar el derrotero de Brynn, una joven costurera que parece contenta con la vida en su casa de la infancia en la que vive sola, en la que trabaja y de la que no tiene demasiadas ganas de salir. Hay algo en el mundo exterior que la atormenta y que está relacionado con la muerte de su amiga de la niñez, Maude, que Brynn prefiere eludir, con todo el costo que tiene el tirar bajo la alfombra culpas, temores y pensamientos perturbadores.
Una noche, se produce una invasión alienígena y la protagonista deberá proteger su impoluto hogar ante la irrupción de diferentes criaturas que están buscando algo que solo ella puede darles. Nadie podrá salvarte no tiene diálogos, y se sostiene gracias a una memorable interpretación de Kaitlyn Dever, una de las mejores actrices de su generación que aquí logra llevar adelante un largometraje sobre cómo el pasado siempre se las ingenia para inmiscuirse en un presente donde el poder de negación es la peor herramienta para lidiar con episodios traumáticos.
Nadie podrá salvarte, de Brian Duffield, está disponible en Star+.
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