Con motivo del estreno de Babylon de Damien Chazelle, que llega este jueves a salas, recordamos otras grandes interpretaciones de la actriz y productora australiana
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Margot Robbie irrumpió en Hollywood hace tan solo una década y logró posicionarse como una de las actrices más talentosas de su generación, una intérprete que puede encabezar una película como Aves de presa pero también destacarse cuando tiene poco tiempo en pantalla, como sucedió con su indeleble personificación de Sharon Tate en Había una vez... En Hollywood. Además, la australiana supo leer el clima actual de la industria y fundó su propia productora para respaldar proyectos protagonizados -y en muchos casos dirigidos- por mujeres. Así, la estrella de Babylon, la película de Damien Chazelle que se estrena este jueves en salas, contribuye a la equidad pero también a la representación en el medio, además de comprometerse con roles desafiantes que le requieren de una versatilidad que, ya desde sus primeros roles, siempre demostró tener.
En esta nota, un repaso de cinco películas en las que se destacó Margot Robbie que se encuentran disponibles en streaming:
El lobo de Wall Street (2013)
La voraz película de Martin Scorsese catapultó a la actriz australiana a la fama. La biopic del realizador de Toro salvaje sobre la caída en desgracia del broker Jordan Belfort es una de las obras más desaforadas del cineasta, en la que Leonardo DiCaprio demostró su talento para la comedia (género en el que debería incursionar con mayor frecuencia) y para el slapstick (humor físico), y en la que encontró en Jonah Hill a un partenaire perfecto para esas viñetas de descontrol. Sin embargo, si hubo un rol complejo en el largometraje, ese fue el de Robbie.
La intérprete personificó a la esposa de Belfort, Naomi Lapaglia, y logró apartarla del cliché de mujer sensual que vemos al comienzo del film. Cuando ese hombre que se sentía intocable se ve arrinconado por el FBI, desquita su bronca en su esposa, a quien agrede físicamente. En esas secuencias, donde el guion de Terence Winter equilibra muy bien el tono, la actriz se luce aportándole a su rol matices que no estaban en el inicio. Dos años después, con el thriller indie Z for Zachariah, Robbie redoblaría la apuesta con otra interpretación con sutilezas que la condujo a grandes papeles en un corto período de tiempo.
El lobo de Wall Street, de Martin Scorsese, está disponible en HBO Max.
Escuadrón suicida (2016)
Con Escuadrón suicida, Robbie estuvo ante un panorama similar que el de El lobo de Wall Street: tenía en sus manos un personaje que parecía unidimensional hasta que se empezaba a rascar la superficie. En este caso, la actriz interpretó a un rol muy querido para los fanáticos de las novelas graficas de DC, Harley Quinn, y lo hizo aportándole humanidad a esa mujer que, a simple vista, era una desquiciada. Esa manera superficial de abordar a personajes tan ricos de David Ayer -guionista del film, además de director- fue lo que hundió a esta adaptación, a priori, tan prometedora. El largometraje pasa una excesiva cantidad de tiempo esbozando las características de los integrantes de ese escuadrón y, cuando llega el momento de la acción, nos entrega secuencias poco inspiradas que terminaron siendo consumidas de manera irónica.
Asimismo, Ayer tampoco mostró demasiado interés en darles tiempo a esas figuras para reforzar la camaradería, otro gran traspié de un film en el que solo se destaca Robbie y su química con Will Smith, con quien ya había trabajado en la lograda Focus: Maestros de la estafa. Cuatro años después del estreno de Escuadrón suicida, Margot exploró con mayor detalle todas las facetas de Harleen Quinzel con Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn, el vehículo ideal para entregarse a lo lúdico y para ratificar que podía encabezar una película por sí sola con efervescencia.
Escuadrón suicida, de David Ayer, está disponible en Amazon Prime Video y HBO Max.
Yo soy Tonya (2017)
La comedia negra de Craig Gillespie fue una bisagra en la carrera de Robbie, ya que se trató de la primera película que tuvo a la actriz en el rol de productora con su propia compañía. LuckyChap fue fundada en 2014 por Robbie, su marido, Tom Ackerley, Josey McNamara y Sophia Kerr con el objetivo de solventar la realización de films y series que pusieran el foco en historias con mujeres en el centro, generando así posibilidades para que intérpretes de la industria tuviesen roles complejos para abordar.
Entre las producciones respaldadas por LuckyChap se encuentran los films Hermosa venganza, de Emerald Fennell; la mencionada Aves de presa y también largometrajes que están en etapa de posproducción, como Barbie de Greta Gerwig y la segunda película de Fennell, Saltburn. Por otro lado, LuckyChap compró los derechos del libro Maid, de Stephanie Land, y produjo la miniserie que adaptó las vivencias de esa mujer luchadora: la aclamada Las cosas por limpiar, disponible en Netflix y protagonizada por Margaret Qualley.
Yo soy Tonya se convirtió en la punta de lanza para LuckyChap y a Robbie le volvió a tocar un personaje difícil, sobre todo al tener en cuenta el estilo de Gillespie, director que suele romper la cuarta pared y despojar de solemnidad relatos duros (como hemos podido ver en Lars y la chica real). En este caso, la actriz cosechó su primera nominación al Oscar por su personificación de Tonya Harding, una patinadora deslumbrante que cayó en la criminalidad para dejar fuera de competencia a una de sus rivales más temidas, Nancy Kerrigan. La verdadera historia de Harding es llevada a la pantalla con un tono tragicómico que Robbie maneja muy bien, sobre todo cuando debe soltarlo para mostrar la otra cara de esa mujer: desde las consecuencias de la manipulación que sufría por parte de su madre hasta el contexto en el que creció y la desesperación que generó el creer que su éxito podía evaporarse instantáneamente.
Yo soy Tonya, de Craig Gillespie, está disponible en Netflix.
Había una vez... En Hollywood (2019)
Una de las actuaciones más conmovedoras de Robbie llegó de la mano de Quentin Tarantino con Había una vez... En Hollywood, otra película en la que el cineasta, como ya había hecho con Bastardos sin gloria, reescribe la historia y lo hace, en gran medida, con la figura de Sharon Tate como símbolo de ese tributo a una época (1969, para ser más precisos) en la que el sueño de la conquista de Hollywood estaba por sufrir un gran cimbronazo. En el film de Tarantino tenemos, por un lado, el registro del vínculo de Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), una estrella del cine de género (desde policiales hasta westerns) en decadencia, y Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de riesgo y chofer, el hombre con quien Rick se muestra vulnerable ante su inevitable ocaso.
En otro carril circula el relato de Sharon Tate que Tarantino muestra sin la necesidad de diálogo (a diferencia de esa suerte de espesa comedia de enredos en la que se ven envueltos Dalton y Booth) y con Robbie aprehendiendo ese amor que tenía la actriz por su profesión, ese deseo de convertirse en una figura reconocida, con una mezcla de ingenuidad y magnetismo. Con Había una vez... en Hollywood, Tarantino esboza varios homenajes. Como siempre, su cine dispara para todos lados, ya sea al recuperar los clásicos del spaghetti western y ratificar su vigencia indiscutida hasta ese acercamiento a Tate bajo el prisma de lo prístino.Una de las secuencias más memorables es aquella en la que Sharon se maravilla al verse en pantalla (en Las demoledoras de Phil Karlson) y ante la reacción del público en el Fox Bruin Theater, el mejor homenaje posible a una mujer que el cineasta retrata a través de pantallazos desprovistos de oscuridad.
Había una vez... En Hollywood, de Quentin Tarantino, está disponible en Netflix.
El escándalo (2019)
La película que le valió, en 2020, la segunda nominación al Oscar a la actriz -en esa oportunidad, en la categoría secundaria-, pone la lupa en el modus operandi de Roger Ailes, exdirector ejecutivo de Fox News, quien usaba su estatus para acosar y abusar sexualmente de empleadas de la cadena. A diferencia de Nicole Kidman y Charlize Theron, quienes interpretan a figuras reales en la biopic de Jay Roach escrita por Charles Randolph, Robbie personifica a una joven que representa a todas las víctimas de Ailes, a quien se le pone el nombre de Kayla Pospisil, quien creció en el seno de una familia conservadora y que aspira a triunfar en Fox News.
Robbie interpreta con extrema vulnerabilidad a esa mujer cuyo mundo es destruido desde el momento en el que Ailes la convoca a una reunión, una de las escenas más duras del film, como aquella en la que Kayla se quiebra al verbalizar aquello que por tanto tiempo no pudo poner en palabras. “Muchas mujeres son parte de esta historia, muchas que todavía siguen trabajando en Fox y que no querían exponerse con sus nombres, por eso creamos a Kayla, en base a testimonios que fueron tomados para la película, y con la intención de proteger a las víctimas”, declaró Roach.
*El escándalo, de Jay Roach, está disponible en Netflix.
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