¿Qué veo? Un magistral drama deportivo con ecos del Super Bowl para recordar a Ivan Reitman
Kevin Costner es el protagonista del trabajo final como director del fallecido realizador de Los cazafantasmas; la historia se enfoca en un apasionante momento previo a cada nueva temporada del fútbol americano, el Draft Day
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Seguramente fueron muchísimos los hogares argentinos que el domingo pasado siguieron la definición del Super Bowl, convocados por la espectacularidad que siempre prometen los tradicionales shows de “medio tiempo”. Las transmisiones de la temporada oficial del fútbol americano son constantes en los canales deportivos que pueden verse por streaming y a través de la TV paga, pero una sola vez en el año la atención se multiplica entre quienes no tienen la menor idea de cómo se juega ese deporte. Aun desconociendo las reglas, cualquiera puede sentir la intensidad y la emoción que envuelven las acciones del partido definitorio, que además es uno de los grandes acontecimientos deportivos del calendario anual en Estados Unidos.
Los ecos de esa final que coronó esta vez a los Rams de Los Angeles, victoriosos frente a los Bengals de Cincinnati, se extendieron mucho más allá del domingo. Por los previsibles festejos del triunfo y también a partir de la inesperada noticia, conocida en las primeras horas del lunes, del fallecimiento de Ivan Reitman, un gran hombre del cine que deja un inmenso legado como director (a través de comedias que hicieron historia como Los cazafantasmas, El pelotón chiflado y Gemelos, entre muchas otras), como exitoso productor y también como mecenas. Reitman tenía 75 años.
Como reconocimiento a la ciudad de Toronto, lugar en el que se instaló su familia luego de escapar desde Europa Central de las atrocidades del nazismo, Reitman donó de su bolsillo los fondos para la construcción del TIFF Bell Lightbox, un bello y funcional edificio que funciona como sede de uno de los mejores festivales de cine del mundo, además de desarrollar actividades de divulgación, análisis, proyectos y rescates de clásicos de la pantalla grande durante todo el año.
La conexión entre el Super Bowl y Reitman está directamente ligada a la última y extraordinaria película que hizo como director. Fue en 2014 y se llamó Draft Day. Nunca se estrenó en los cines argentinos y ahora está disponible en las plataformas Star+ y Qubit TV con el título de Decisión final. Y también se conecta con la experiencia que tuvieron el domingo los argentinos que siguieron la final de la temporada de la National Football League (NFL) por otra razón: lo que cuenta la película es a primera vista tan incomprensible como las reglas del juego.
El Draft Day es toda una tradición previa al comienzo de cada nueva temporada para la NFL. Durante todo un día, los propietarios de los equipos que representan a cada ciudad, managers, entrenadores, jugadores, agentes, dirigentes deportivos y fanáticos se congregan para seguir el proceso mediante el cual cada conjunto selecciona a los mejores valores jóvenes surgidos de los equipos universitarios para sumarlos a sus planteles y convertirlos en profesionales. Hay mucho dinero y mucho estrés en juego, y esas operaciones suelen resultar determinantes para los futuros resultados deportivos.
En la película de Reitman se mencionan todo el tiempo los nombres reales de algunos de los grandes protagonistas de la temporada de la NFL. Por ahí se menciona al principio de la película a los Rams, el equipo de Los Angeles que acaba de ganar el Super Bowl y este jueves 16 festejó el triunfo recorriendo los lugares más característicos de Los Angeles en un vehículo abierto para recibir el multitudinario saludo de los fans.
Pero también aparecen, acompañados por tomas panorámicas de cada ciudad y de cada estadio, los Seahawks de Seattle, los Chiefs de Kansas City, los Bills de Buffalo, los Ravens de Baltimore, los Texans de Houston, los Vikings de Minnesota, los Jaguars de Jacksonville y, por encima de todo, los Browns de Cleveland.
Esa ciudad de Ohio es el eje de la acción. Allí se ponen en juego los dilemas de Sonny Weaver (Kevin Costner), manager (o gerente general, según algunas traducciones) del equipo, en la crucial víspera del Draft Day. Acaba de morir su padre, una leyenda de los Browns, poco después de que su propio hijo lo despidiera del puesto de entrenador que ocupaba. El nuevo coach, el dueño del equipo y algunos jugadores no son los únicos que le ponen presión a Weaver. También su familia y sobre todo lo que pasa con su asistente Ali (Jennifer Garner), encargada de las finanzas deportivas de la institución, que acaba de comunicarle a Sonny que va a tener un hijo con ella. La relación entre ambos se viene manteniendo en secreto.
Con un ritmo y una convicción para narrar dignas de toda admiración y personajes que dejan en claro desde el vamos qué lugar quieren ocupar en el mundo, Reitman traslada al mejor drama deportivo (aunque veamos solo escenas de juego a través de imágenes de archivo) su proverbial confianza en lo que saben y pueden hacer los personajes de sus historias. No hay aquí demasiado lugar para la comedia, pero la mirada de Reitman aparece en plenitud y se manifiesta en estado puro.
El protagonista de la historia vacila, pero siempre cree en su talento y su potencial para corregir las cosas que salieron mal. Cree con nobleza en el valor de su trabajo y espera de sus interlocutores conductas parecidas, capaces de honrar siempre la verdad. Costner es la mejor elección posible para el papel. No solo está en su elemento (es un experto en dramas deportivos, con romances incluidos) sino que vuelve a encarnar con su conducta y su manera de actuar (clásica, llena de dignidad, entereza y templanza interpretativa) al verdadero héroe de las pequeñas grandes historias made in Hollywood.
Sonny Weaver, el personaje de Costner, nos guía a través de los incomprensibles laberintos del Draft Day, sus estrategias, cálculos, mezquindades y logros. Es posible que lleguemos hasta el final de la historia sin seguir entendiendo del todo los mecanismos y las normas (muchas veces no escritas) que rigen esta particular instancia de la temporada de un deporte que solo es pasión de multitudes en los Estados Unidos. Pero con Reitman detrás de las cámaras y Costner como protagonista una historia como esta se convierte en universal.
Lo que entendemos con toda claridad son las motivaciones de los personajes, sus dudas y también sus decisiones. Nos conmovemos con ellas y vivimos el recorrido de esa jornada de locos como si se tratara de una película de suspenso. En los momentos decisivos, los actores interactúan con algunos de los verdaderos protagonistas del fútbol americano. Sin ir más lejos, Roger Goodell, el comisionado en jefe de la NFL (máxima autoridad ejecutiva de la liga organizadora de la temporada oficial) se interpreta a sí mismo.
Costner está además inmejorablemente acompañado. Garner nunca estuvo tan bella y expresiva como aquí, y el resto de los personajes principales cuenta con un excelente equipo de actores clásicos para interpretarlos: Denis Leary, Frank Langella, Sam Elliott, Kevin Dunn. Ellen Burstyn aporta el momento más conflictivo y contradictorio en términos emocionales como la madre del protagonista, aunque el resultado más fuerte en ese terreno llega de la mano de Chadwick Boseman. Antes de consagrarse en el universo Marvel, el malogrado y brillante actor afroamericano entrega uno de los mejores papeles de su carrera como un jugador que tiene muy en claro cuál es el destino al que quiere arribar. La misma inspiración que Reitman transmite a lo largo de toda la historia, desde un escenario (Cleveland) muy cercano al lugar en el que nació el fútbol americano.
“Nadie puede detener el paso del tiempo, pero los grandes siempre encuentran la manera de que vaya más lento”, dice en un momento magistral de la película el personaje de Costner. Draft Day logra atrapar en casi dos horas de control absoluto, calma y fluidez cinematográfica el frenético tiempo del mercado de pases del fútbol americano, que en la película tiene como escenario nada menos que el Radio City de Nueva York. No podría pasar otra cosa cuando una película maravillosa como esta aparece en manos de grandes de verdad como Kevin Costner e Ivan Reitman.
Decisión final (Draft Day) está disponible en Star+ y Qubit TV
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