¿Qué veo? Confidencialmente tuya: el recuerdo de Jean-Louis Trintignant en su única y memorable colaboración con Truffaut
La última película del director, un gran homenaje a Hitchcock estrenado en 1983, tiene como protagonista al actor francés fallecido hace pocos días; Fanny Ardant también brilla en este policial concebido como una comedia de enredos
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“La muerte es una cosa extraña. Cuando alguien muere por una enfermedad es algo cruel e injusto, pero se trata de una muerte real. En cambio, cuando la causa es un crimen o un asesinato, la muerte se convierte en algo abstracto y la solución a ese misterio se transforma en la prioridad. Es como si estuviésemos leyendo un thriller”. Ya pasó más de una hora desde el comienzo de Confidencialmente tuya (Vivement Dimanche!, 1983) y es la primera vez que Julien Vercel (Jean-Louis Trintignant) mantiene una conversación franca y directa con su antigua secretaria y ahora socia Barbara Becker (Fanny Ardant). Es de noche y los dos están en un mirador desde el cual puede verse (y admirarse) la inmensidad de luces que iluminan la geografía urbana de Marsella.
En este diálogo, Francois Truffaut parece estar reflexionando por anticipado sobre su propia despedida. Confidencialmente tuya es el último de sus 21 largometrajes, estrenada con ese título en los cines argentinos y hoy disponible en streaming como Vivamente el domingo, traducción literal de su nombre original en francés. Su director moriría en París poco después, el 21 de octubre de 1984, con apenas 52 años, víctima de un cáncer de cerebro. En este 2022 se cumplieron además los 90 años de su nacimiento. La película del adiós, además, sería la única colaboración entre el director y Jean-Louis Trintignant, el gran actor francés que falleció a los 91 años el 17 de junio pasado, hace menos de una semana. Ardant, la estrella femenina de la película, fue la última compañera afectiva del realizador. De esa unión nació la tercera hija del realizador, Josephine.
La escena, una de las más tiernas y emotivas de toda la película, sirve además para sellar la confianza entre ambos personajes después de un comienzo cargado de recelos. La desconfiada Barbara se va transformando en la aliada fundamental de Vercel, un agente inmobiliario investigado por la policía como sospechoso del asesinato de un hombre llamado Claude Massoulier. Los dos se conocían, habían salido a cazar al mismo tiempo en lugares muy cercanos y las huellas digitales de Vercel aparecieron en el vehículo abandonado de Massoulier, ejecutado con un tiro de escopeta. Vemos de lejos al hombre que se acerca a dispararle y muy cerca, en el siguiente plano, el momento en que la bala impacta de lleno en el rostro de la víctima.
Lo que comienza desde allí es una trama intrincada, deliberadamente compleja, seria y divertida al mismo tiempo, de la que Truffaut se vale para rendirle un homenaje directo y pleno a Alfred Hitchcock, uno de los realizadores (el otro fue Jean Renoir) que ejerció la influencia más grande y más constante en su obra. “El cineasta más accesible a todos los públicos por la simplicidad y la claridad de su trabajo es, a la vez, quien más sobresale al filmar las relaciones más sutiles entre los seres humanos”, dice Truffaut de Hitchcock en la introducción del libro que recopila las 50 horas de conversaciones que ambos mantuvieron en 1962.
El resultado fue El cine según Hitchcock, uno de los textos esenciales de toda la historia sobre el cine entendido como arte. “Alfred Hitchcock –dice también allí Truffaut- resulta prácticamente el único que filma directamente, es decir, sin recurrir al diálogo explicativo, sentimientos tales como la sospecha, los celos, el deseo, la envidia…” En Confidencialmente tuya, Truffaut trata de hacer lo mismo y al mismo tiempo procura que el homenaje quede todo tiempo bien a la vista. Que nadie tenga dudas de que la película rinde tributo explícito a uno de sus maestros.
Siguiendo esa línea tan precisa, Confidencialmente tuya es a la vez una nueva demostración de que Truffaut dominaba a la perfección todas las manifestaciones del lenguaje cinematográfico, hasta las más sutiles. Con su despliegue de pistas (falsas o verdaderas y a menudo bastante extrañas), con un desfile de personajes que deliberadamente supera en número la capacidad del espectador de retener sus hombres y funciones dentro de la trama, con guiños constantes a las películas del “maestro del suspenso”, la obra final de Truffaut es la mejor ilustración práctica de uno de los postulados expresados en su legado literario, Las películas de mi vida. Allí dice: “El triunfo de la pantalla no es la consecuencia necesaria del buen funcionamiento de nuestra cabeza sino de la armonía de elementos preexistentes, de los cuales ni siquiera somos conscientes”. La conciencia del buen cineasta aparece cuando sus principios se enuncian no a través de una declaración explícita. Se construye desde el lenguaje y la acción de los personajes de sus películas.
En Confidencialmente tuya, esa armonía es admirable. Con la ligereza de las grandes comedias y el rigor de una trama de misterio cuyo último objetivo es develar quién es el culpable de un asesinato, Truffaut hace suyas todas las herramientas formales que le proporciona Hitchcock, agrega homenajes inequívocos (más de una toma usada en el mismo sentido que en La ventana indiscreta, por ejemplo) y nos lleva entre trampas y engaños a entender por qué Barbara decide ayudar al jefe que al comienzo del relato estuvo a punto de despedirla para que pueda demostrar su inocencia.
“La película es un perfecto punto medio entre la comedia y la intriga. Truffaut te deja siempre librado a tu aire, pero a veces se pone exigente y pide cosas muy precisas. Las dos cosas me encantan”, contó Trintignant en el momento en que se sumó al proyecto. El director supo aprovechar aquí como pocos los grandes atributos que le proporcionaba el notable actor que acaba de fallecer.
Trintignant, por ejemplo, es insuperable a la hora de mostrar en sus personajes una actitud de determinación que inevitablemente va a estar matizada y condicionada por la timidez innata de sus personajes. También repite aquí otra de sus grandes virtudes, el magistral modo a través del cual logra transmitir toda la profundidad de sus cavilaciones y pensamientos interiores con mínimos gestos y una expresión que solo en apariencia se muestra algo distante.
Ardant, por su parte, es la compañera ideal para esta aventura. Truffaut lleva al extremo el juego propuesto en la película cuando decide transformar a Barbara en una audaz y decidida investigadora, capaz de adoptar distintas identidades para satisfacer su curiosidad y responder los interrogantes que se plantea. El aporte de la actriz, con su inquietante belleza expuesta aquí a pleno, es decisivo para que Truffaut presente este policial negro como si se tratara de una comedia de enredos.
“De Fanny me sedujo su gran boca, sus grandes ojos negros y su cara triangular”, dijo el director para fundamentar la elección de quien era entonces su pareja para un papel complicado y desafiante. Contaba también que la actriz se permitía entregar en Confidencialmente tuya una imagen que contradecía en principio la idea romántica que el público tenía de ella en ese momento. “La acción pertenece a las mujeres”, solía decir Truffaut y por eso confió en este caso a Ardant para asumir un personaje femenino “salvaje y agresivo”.
La película está filmada en un esplendoroso blanco y negro y también fue iluminada de un modo muy parecido al de los relatos de cine negro característicos de la época dorada de Hollywood. De hecho, Confidencialmente tuya está basado en una novela policial bien característica del estilo de los pulp magazines, La larga noche del sábado, escrita por Charles Williams, uno de los autores más celebrados del policial negro. Catorce de sus novelas fueron adaptadas al cine. Se suicidó en 1975.
“El color me da demasiada información”, dijo Truffaut para justificar la imagen en blanco y negro que una vez más volvió a confiar al gran director de fotografía español Néstor Almendros. Fue el legado final de un director que confesó haber soñado siempre en blanco y negro, una conducta propia de alguien para quien el cine llegó a ser más importante que su propia vida, y que en su última película recurrió a uno de los más grandes actores franceses. Confidencialmente tuya es la película ideal para recordar a Truffaut (a 90 años de su nacimiento y a casi cuatro décadas de su muerte) y a su gran protagonista, Jean-Louis Trintignant, quien acaba de dejarnos.
Confidencialmente tuya está disponible en streaming con el título de Vivamente el domingo en Mubi.
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