A 30 años de su estreno, recordamos cómo se llevó a cabo la adaptación de la novela erótica de Jack Engelhard; dirigido por Adrian Lyne, el film generó varias polémicas y fue vapuleado por la prensa especializada, pero se impuso en la taquilla
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Después de de Nueve semanas y media y Atracción fatal, estrenadas con un solo año de diferencia (1986-1987), el realizador Adrian Lyne estaba listo para adentrarse nuevamente en el terreno de los thrillers eróticos. La motivación la encontró en la novela que en 1988 había publicado Jack Englehard, Propuesta indecente, cuya premisa era cómo afectaba en un matrimonio que la mujer aceptara, con el aval de su esposo, una oferta de un empresario: pagar un millón de dólares a cambio de pasar una noche con ella. Lyne convocó a una guionista de gran popularidad en los 80, Amy Holden Jones, para adaptar el texto de Engelhard. En ese proceso, el director empezó a considerar a los actores ideales para el trío protagónico: los personajes de David y Diana Murphy, y el poderoso John Gage.
“Siempre consideré a la historia como una fantasía, casi como un cuento de hadas”, expresó el realizador al recordar su largometraje. “Cuando Amy terminó el guion pensé que se podía tratar tranquilamente de una comedia luminosa como las que hacía Billy Wilder, por eso nunca imaginé que la gente iba a tomarse a la película tan en serio; yo quería hablar de sexo con una libertad que rápidamente advertí que no existía en todos lados o en todas las audiencias”, añadió Lyne, haciéndose eco de las críticas que recibió el film por su nudo narrativo y su abordaje.
De Nicole Kidman a Halle Berry: un casting repleto de polémicas
Antes del estreno en 1993 y de las controversias que despertó la película, su director tuvo que enfrentarse a uno de los castings más caóticos de toda su carrera. Su atención se posó, en primera medida, en el rol de Diana. Una de las primeras actrices en mostrar su interés en el papel fue Halle Berry. Sin embargo, según contaría décadas después, no le permitieron “ni siquiera audicionar” para el personaje. De acuerdo al testimonio de la ganadora del Oscar, quienes estaban encargados del proceso de casting le explicaron que, de optar por una actriz afroamericana, la película debía incorporar una discusión sobre el racismo en los Estados Unidos que a Lyne no le interesaba explorar.
La actriz se ofendió ante dicha explicación y no dudó en hacerla pública. “Los productores no querían que los espectadores se quejaran por el hecho de que una mujer afroamericana estaba aceptando tener sexo por dinero, y básicamente me dieron a entender que mi talento no era un factor relevante en esa ecuación”, contó la actriz, indignada. Luego, se generó un dilema con el que entonces era un matrimonio de gran popularidad en Hollywood: el de Nicole Kidman y Tom Cruise. Los actores ya habían realizado dos películas juntos, Días de trueno y Un horizonte lejano, cuando Lyne contempló la posibilidad de convocarlos para los papeles protagónicos de Propuesta indecente. El director recordó sentirse “impresionado” por el casting de Cruise, pero no así con el de Kidman.
“Ella no estuvo mal, pero algo no funcionó, y después llegó Demi y lo hizo mejor”, explicó el realizador sobre por qué no pudo poner a la pareja real en el centro de una ficción, como en 1999 lo haría Stanley Kubrick con la sublime Ojos bien cerrados. En ese momento, el cineasta se había puesto demasiado exigente y, a pesar de que Woody Harrelson había conquistado a todos con su audición para el papel de David, Lyne lo rechazó por no encontrarlo convincente. En medio de ese proceso arduo que duró meses, se estrenó Los blancos no saben saltar, la película de Ron Shelton, protagonizada por Wesley Snipes y Harrelson.
Cuando Lyne la vio, se preguntó si no se había apresurado al rechazar al actor, y lo llamó para una nueva audición en la que confirmó que sus dudas iniciales estaban infundadas. Sin embargo, se suscitó un inesperado escollo cuando fue Harrelson quien empezó a mostrarse reticente a ser la pareja cinematográfica de Moore. El actor le explicó a Lyne que era muy amigo de Bruce Willis (entonces esposo de la actriz) por lo que no estaba seguro si era buena idea mezclar lo personal con lo profesional. Tras una charla con la pareja, ambos le aseguraron que no había problema alguno. Así, el film ya tenía al matrimonio Murphy conformado.
En cuanto al personaje de John Gage, este fue originalmente ofrecido a Warren Beatty, otro de los galanes old school de Hollywood como Robert Redford, quien aceptó interpretar a ese inescrupuloso billonario luego de que Beatty declinara el papel. De todas maneras, el actor de El golpe quería negociar. Por lo tanto, puso una condición: que no convirtieran a John en un villano y que un alto porcentaje de las ganancias en boletería fueran a sus bolsillos. “Mi mamá estaba fascinada con el hecho de que iba a coprotagonizar una película con Redford”, contó Woody Harrelson en diálogo con Role Recall. “No me visitó demasiado en el set pero, cuando lo hizo, fue porque estaba él; se comportaba como una adolescente cuando lo veía, fue fantástico”, recordó Harrelson.
Entre peleas y conflictos por las escenas de sexo
Cuando Propuesta indecente comenzó su rodaje en Las Vegas, en 1992, las fricciones entre Moore y Lyne no tardaron en surgir, y en casi todas las disputas debía intervenir Harrelson, quien siempre ponía paños fríos en los momentos de tensión. De acuerdo a los testimonios que brindaron otros integrantes del elenco, el cineasta le exigía a Moore que se muestre “muy vulnerable” en el rol de Diane, mientras que ella le aseguraba que ya estaba incorporando ese elemento a su interpretación y que no necesitaba hacer ningún ajuste. En la isla edición, una vez que se completó la filmación, Lyne quedó totalmente “fascinado” por la personificación de Moore, y la llamó para disculparse por su comportamiento.
Asimismo, la actriz le manifestó al director su preocupación ante las escenas de sexo que debía comandar. “Sentí que mi corazón se caía al piso cuando leí el guion, pero tuve que dejar mis cuestionamientos de lado porque siempre interpreté a Propuesta indecente como una película que se escudaba detrás de una fachada, ya que en el fondo se trataba de una gran historia de amor”, remarcó Moore. Por otro lado, tuvo una reunión con Lyne en la que negoció filmar todas las escenas de sexo necesarias, siempre y cuando ella pudiera ver el corte final de la película y dar su aprobación. Si había una secuencia que le parecía gratuita, el realizador debía removerla.
“No quería que hubiera nada gratuito y también le quería dar a Adrian la libertad que merecía como director, así que llegamos a ese acuerdo”, contó Moore. Redford, en tanto, tenía sus reservas sobre los momentos más íntimos del film y no quería mostrarse al desnudo. Como consecuencia, se contrató a un doble, un hombre llamado Randy West, quien tenía experiencia en el cine para adultos. Cuando se hicieron esas concesiones, el rodaje empezó a fluir para todos los involucrados y llegó a su fin meses más tarde, dándole poco tiempo a Lyne para trabajar en la posproducción.
El director confesó haberse “apurado” con el editor Joe Hutshing para llegar a tiempo con la fecha de estreno pautada por Paramount Pictures: 7 de abril de 1993.
Vapuleada por la crítica, pero aprobada por el público
Cuando Propuesta indecente se estrenó en salas comerciales, uno de los primeros artículos en documentar la reacción adversa que había tenido fue publicado en Los Angeles Times, diario que les dio espacio a referentes del feminismo para argumentar su postura en contra del largometraje. “No se trata de una película sino de un gran insulto para todas las mujeres”, manifestó la profesora y autora Tania Modleski. Lo mismo expresó la escritora Betty Friedan, quien contó que el visionado la había hecho sentir “náuseas”. Por su parte, la coguionista de Thelma y Louise, Callie Khouri, opinó que el largometraje solo iba a contribuir “a que las mujeres se odien a sí mismas, en lugar de valorar el placer sexual”.
La reacción de los críticos cinematográficos circuló por el mismo carril. Muchos opinaron que el film partía de una premisa “totalmente descabellada”. Peter Travers la describió en Rolling Stone como una obra “sexista” hecha “con mucha malicia”, y David Ansen escribió en Newsweek que el film “no exuda emoción en ningún momento”. Tiempo después, el realizador argumentaría que los medios se tomaron con “demasiada solemnidad” una producción que se estaba divirtiendo con el material de base. Sin embargo, la guionista Amy Holden Jones sí hizo un mea culpa respecto de su adaptación.
“Siempre me molestó que se mostrara al personaje de John como una figura empática cuando, en realidad, era un hombre que adquiría a las mujeres como si fuesen objetos”, expresó la guionista e hizo una revelación interesante: “En mi último borrador, Diane se daba cuenta de eso y lo dejaba a John, pero a Robert no le gustó eso porque, claro, ¿quién iba a querer dejar a Redford?”. En efecto, se cambió el final escrito por la mujer para complacer al actor, y es por eso por lo que vemos cómo es John quien “deja ir” a Diane al advertir que ella sigue enamorada de su esposo.
Más allá de las críticas y de los premios Razzie recibidos (peor película, guion y actor de reparto para Harrelson), la audiencia le brindó su apoyo al film. Con un presupuesto de 38 millones, recaudó 18 millones solo en su primer fin de semana, y 266 a nivel global. Estuvo tres semanas en el primer puesto de taquilla en los Estados Unidos y se convirtió en la sexta película más vista en ese país en 1993. Otro éxito para Lyne después del que había cosechado con Atracción fatal, pero sin el prestigio de las críticas y los premios Oscar.
“Yo no hago películas sobre héroes, siento que eso es muy norteamericano”, manifestó el director británico. “A mí me interesan las minucias de la vida cotidiana, del matrimonio, por eso mis protagonistas tienen fallas, como el personaje de Woody Harrelson, un hombre que deja que su esposa se acueste con otro hombre y al que luego lo invade la culpa. Hay mucho de agonía y de autodestrucción ahí que me gustaba explorar, pero que no fue interpretado de esa manera”.
- Propuesta indecente está disponible en Movistar TV.
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