Premios Oscar 2024: ¿quién va a ganar la estatuilla como mejor actor? ¿Paul Giamatti o Cillian Murphy?
A días de la entrega de los lauros de la Academia, el 10 de marzo, esta categoría, una de las más esperadas de la noche, parece tener dueño: el intérprete irlandés de Oppenheimer, muy conocido en nuestro país por su protagónico en la serie Peaky Blinders
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- Nominados al Oscar al mejor actor: Bradley Cooper (Maestro), Colman Domingo (Rustin), Paul Giamatti (Los que se quedan), Cillian Murphy (Oppenheimer), Jeffrey Wright (American Fiction).
- Va a ganar el premio: Cillian Murphy.
Un escenario en el que el rostro asociado a la película más nominada a los premios de la Academia (cuenta con 13 candidaturas), la tercera más exitosa en taquilla de 2023, y la biopic con mejor desempeño comercial en la historia del cine no sea premiado con una estatuilla dorada resulta, a esta altura, completamente implausible. Asimismo, el irlandés Cillian Murphy cosechó los galardones precursores necesarios para asegurarse el triunfo el 10 de marzo, entre ellos, el Globo de Oro a mejor actuación en drama, el Bafta, y el SAG. En este último caso, se trató del triunfo más rotundo y anómalo al mismo tiempo. El Sindicato de Actores por lo general suele despegarse de las tendencias y reconocer el trabajo de colegas con gran trayectoria dentro de la industria de Hollywood, relegando en varias oportunidades a los outsiders, por lo que se esperaba una victoria de Paul Giamatti que sacudiera el avispero de cara a la entrega del Oscar. Ese escenario sí pudo verse en la categoría de mejor actriz, en la que hay un mano a mano entre Lily Gladstone (Los asesinos de la luna) y Emma Stone (Pobres criaturas).
La derrota del protagonista de Los que se quedan en dicha ceremonia diluyó su posibilidad de, al menos, entablar un duelo cabeza a cabeza con Murphy, cuya campaña hacia los galardones de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood también fue bastante atípica. Si bien el protagonista de Peaky Blinders fue visto en todas las “paradas” necesarias para promocionar el film de Christopher Nolan, lo cierto es que, a diferencia del resto de los candidatos al Oscar, no debió apelar a discursos imbuidos de charme como el de su colega Robert Downey Jr., para poder persuadir a los votantes. La magnitud colosal de Oppenheimer hizo el trabajo por él y le allanó el camino a la victoria.
Al mismo tiempo, Murphy quebró otra regla. No son muchas las ocasiones en las que una actuación introspectiva es premiada por los votantes de la Academia, quienes suelen inclinarse por interpretaciones más bombásticas y difíciles de ignorar. Como ejemplo más evidente tenemos lo acontecido en 2023, cuando Brendan Fraser triunfó con una personificación exacerbada en La ballena, de Darren Aronofsky. Su estilo más desbordado privó a Colin Farrell de ser reconocido por su brillante y natural composición de un hombre melancólico en Los espíritus de la isla, de Martin McDonagh. En 2018, en tanto, Gary Oldman demostró cuánto poder tienen las biopics al alzar la estatuilla por su composición de Winston Churchill en Las horas más oscuras de Joe Wright, venciendo a un gran favorito de ese año: Timothée Chalamet por Llámame por tu nombre, quien había realizado un trabajo mucho más sutil en el film de Luca Guadagnino.
De ganar el Oscar en unas semanas, Murphy se uniría al selecto club de actores que triunfaron mediante interpretaciones menos efervescentes, toda una rareza que no hace más que ratificar el “efecto arrastre” de Oppenheimer y el impacto que tuvo, independientemente de si su protagonista brinda una actuación superior a las de sus contrincantes (se nota la ausencia de Andrew Scott por Todos somos extraños en la categoría). Ser la cara visible de uno de los tanques de 2023 puede llevarte lejos y Murphy se ha asegurado llegar a la recta final ya saboreando la victoria muchas semanas antes de la apertura del sobre.
- Debería ganar: Paul Giamatti.
En una escena de Entre copas de Alexander Payne, Miles, el personaje interpretado por Giamatti, se sienta con la mirada perdida en un local de comida rápida, y acompaña su pedido abriendo un vino que había prometido beber en una ocasión especial: un Château Cheval Blanc de 1961, el preciado tesoro del enófilo. Su mirada taciturna, derrotada, nos habla de un hombre extenuado, alguien que perdió la posibilidad de editar su nuevo libro, que se desplomó tras haberse reencontrado con su exesposa cuando no estaba listo, y que no cree merecer el amor de una nueva mujer que apareció en vida. Esos ojos melancólicos transmitían, en cuestión de segundos, el viaje interior de Miles, derrotero cargado de frustraciones, de luchas personales, de derrotas contra sí mismo. El descomunal talento de Giamatti para expresar tanto con tan poco fue una de las razones por las que, 20 años atrás, se esperaba que el actor fuera nominado al Oscar. En una de las decisiones más extrañas que ha tomado la Academia, fue omitido en su categoría, pero no así los actores secundarios, como Virginia Madsen y Thomas Haden Church. Por otro lado, Entre copas fue muy bien recibida por los votantes, con nominaciones para la película misma y para Payne como director, quien incluso se llevó la estatuilla al mejor guion original, coescrito junto a su frecuente colaborador Jim Taylor.
Dos décadas más tarde, ese error fue rectificado con la inclusión de Giamatti en la categoría principal (ya había sido nominado por su rol secundario en El luchador) por la extraordinaria Los que se quedan, comedia dramática que marcó su reencuentro con Payne y en la que, como en el caso de Entre copas, está muy bien acompañado por Dominic Sessa y Da’Vine Joy Randolph, favorita para ganar como mejor actriz de reparto. Las posibilidades de triunfo de Giamatti eran, a priori, bastante fuertes: un actor querido en la industria que comanda una de las candidatas a mejor película con una interpretación que fluctúa entre el patetismo y la candidez (como suele suceder con los personajes de la obra de Payne) y que conmueve en el tramo final. Luego de obtener el Globo de Oro al mejor actor en comedia y de imponerse en los Critics Choice, todas las miradas estaban puestas en los SAG. El premio a Murphy evaporó las chances de Giamatti, quien también podría haberse beneficiado de la táctica retroactiva con la que los votantes suelen elegir a sus ganadores. El famoso discurso de “porque ya es hora” tampoco se aplicó para él.
Lamentablemente, el actor fue nominado en un año en el que Los que se quedan, como Pequeña Miss Sunshine en su momento ante Los infiltrados de Martin Scorsese, tiene en la vereda de enfrente a una película demasiado fuerte como para que se produzca un batacazo como una derrota de Murphy. Curiosamente, ese mismo año, Alan Arkin se impuso contra el favorito en la categoría de mejor actor de reparto, Eddie Murphy, solo con el Bafta a su favor. Si hay chances para Giamatti, estas son mínimas y podría deberse al factor “agotamiento” de Oppenheimer. Por cómo viene desarrollándose la temporada de premios y su categoría en particular, es poco probable que eso suceda. Una vez más, un gran trabajo te conduce solo hasta cierto punto cuando se trata de los Oscar, en la que los triunfos siempre son multifactoriales y en contadas ocasiones puede atribuírseles a la actuación en sí misma.
Dónde verlos
- Maestro está disponible en Netflix
- Los que se quedan está disponible en salas
- Oppenheimer está disponible en alquiler en Flow
- American Fiction está disponible en Amazon Prime Video
- Rustin está disponible en Netflix
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