Premios Oscar 2020: lo peor y lo mejor de la ceremonia
Llegó la noche más esperada para la industria del cine. Como todos los años, el Dolby Theatre de Los Angeles se llenó de estrellas que anhelaban quedarse con el codiciado premio Oscar. Esta vez, no hubo grandes equivocaciones desde la organización, ni selfies multitudinarias, ni discursos emotivos. Tampoco mensajes profundos a la hora de los agradecimientos. Lo que sí hubo fue un claro ganador que hizo historia y algunas presencias pintorescas que le pusieron gracia y color a la ceremonia.
La (única) gran sorpresa
Lo que parecía imposible, sucedió. La surcoreana Parasite se impuso en cuatro de las seis categorías en las que competía, incluidas mejor película internacional y mejor película. Su realizador, Bong Joon-ho, se alzó además con el premio al mejor director. Ya desde temprano, el elenco había pisado fuerte en las redes sociales con selfies a pura sonrisa.
Este batacazo, además, resulta histórico: Parasite es el primer film de habla no inglesa en quedarse con la estatuilla más deseada. Ni siquiera Roma, del "hollywoodense" Alfonso Cuarón logró ese cometido en 2019.
Pero si el gran triunfo de Parasite generó sorpresa entre los que seguían las alternativas de la entrega, no ocurrió lo mismo con los vencedores de otras de las categorías más importantes. De hecho, desde el primer momento quedó en claro que no habría mucho espacio para los rezagados en las apuestas. El primer ganador de la noche fue Brad Pitt, que se impuso como mejor actor de reparto por su participación en Había una vez... en Hollywood y quien muchos consideraban un número puesto. Lo mismo ocurrió con los otros tres actores laureados: Laura Dern, Joaquin Phoenix y Renée Zellweger.
Que siga la música
Un tiempo antes de que se llevara a cabo la entrega de los premios Oscar 2019, trascendió que los organizadores estaban evaluando la posibilidad de restarle minutos a los cuadros musicales en los que, históricamente, se presentan las canciones nominadas. Eso, finalmente no ocurrió, porque se desató una fuerte polémica que los hizo echarse atrás.
Este año, por el contrario, las performances musicales ganaron protagonismo. Al fresco y colorido cuadro inicial, protagonizado por Janelle Monae, le siguieron otras presentaciones más o menos emotivas. Idina Menzel, Aurora y las distintas cantantes que interpretan el tema de Frozen 2, "Into the Unknown" cantaron por primera vez juntas en vivo. Elton John, a su vez, entonó "(I'm Gonna) Love Me Again", el tema de su biopic por el que terminó alzándose con la estatuilla a la mejor canción original. Lo que nadie entendió es por qué Eminem apareció para interpretar "Lose Yourself" de la película 8 Mile, por la que ganó el Oscar en 2003.
Sin (hilo) conductor
Por segunda vez consecutiva, la ceremonia de entrega de los premios Oscar no contó con un anfitrión encargado de llevar el hilo conductor de lo que iba ocurriendo arriba del escenario. Otra vez, fueron distintas estrellas de Hollywood las que intentaron ponerle algo de emoción y humor a una entrega algo deslucida. Algunos lo lograron, otros no, pero ese despliegue de actores y actrices de primera línea sirvieron, al menos, para brindar dinamismo y ofrecer otra oportunidad para que los televidentes vieran, analizaran o criticaran los looks que eligieron llevar algunos de los semidioses de la pantalla grande al Dolby Theatre de Los Angeles.
Las más poderosas
Uno de los mejores momentos lo protagonizaron nada menos que la Mujer Maravilla y la Capitana Marvel, las dos superheroínas más importantes de Marvel y DC. Ese encuentro deseado por muchos amantes de los cómics y del cine se llevó adelante al promediar la ceremonia, cuando las actrices Brie Larson y Gal Gadot presentaron, junto a Sigourney Weaver (nada menos que la histórica teniente Ripley), a los nominados a mejor banda sonora y mejor canción.
"Todas las mujeres somos superheroínas", expresaron, antes de que Weaver "revelara" que tienen previsto crear un club de lucha. "Los hombres están todos invitados, pero no sabemos si podrán entrar", ironizó Gadot. Y cerró: "Los perdedores tendrán que responder preguntas de periodistas sobre cómo se siente ser mujer en Hollywood".
¿Quién ganó?
Además del trío poderoso, otros presentadores que se destacaron, gracias a su gracia y a la química que demostraron tener entre ellos. Mientras Maya Rudolph y Kristen Wiig dieron una graciosa clase de actuación, Steve Martin y Chris Rock, anfitriones en otras ocasiones de la ceremonia, fueron los encargados de brindar un muy ácido monólogo de apertura. Sin embargo, por más vitalidad que intentaran imprimirle, los larguísimos tapes con los que se presentaban a los nominados terminaban brindando un efecto somnífero. Como si fuera poco, una vez que los clips terminaban, se nombraba en vivo uno a uno a los competidores, junto al film por el que fueron considerados. Esta reiteración pudo haber generado algunas confusiones: muchos televidentes habrán creído que el primer nominado nombrado en vivo era, en realidad, el vencedor.
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