Premios Oscar 2019: la gran noche de Green Book y Alfonso Cuarón
Después de más de tres horas de transmisión, llegó el gran momento: la estatuilla a mejor película de la entrega de los premios Oscar número 91. La ganadora en el esperado rubro resultó ser Green Book, la historia protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershala Ali -quien se consagró como mejor actor de reparto- e inspirada en la vida del músico Don Shirley.
El film, que también se llevó el Oscar a mejor guion original, sobre el final de la ceremonia se alzó con el último y tan ansiado galardón. "Esta es una historia de amor de unos a otros, a pesar de las diferencias. No tendríamos película sin Viggo. Todo esto se lo debemos a él", concluyó el director Peter Farrelly.
Además de Green Book, Roma fue el film que le siguió en reconocimientos: se llevó los premios a mejor fotografía, dirección y película extranjera. Alfonso Cuarón se mostró muy emocionado con el logro de su film, que tiene la peculiaridad de haber sido estrenado por la plataforma de streaming Netflix y que, tras llegar a las salas en Estados Unidos, fue incluida en la lista de nominados.
"Las películas nominadas de esta noche demuestran que todos somos parte del mismo océano", dijo el realizador a la hora de los agradecimientos. Cuarón, además, se convirtió en el primer director en ser reconocido por su labor en la fotografía de su propio film, que fue hecho en un solo fotograma y en blanco y negro.
Otra de las grandes ganadores de esta edición fue Bohemian Rhapsody, que se llevó cuatro estatuillas: tres en rubros técnicos (edición, edición de sonido y mezcla de sonido) y una en una de las categorías principales (Rami Malek, que fue elegido como mejor actor).
Polémicas aparte
Las polémicas fueron parte de los días previos a la entrega número 91 de los premios Oscar . Además de haber decidido, por primera vez en 30 años, eliminar la figura del anfitrión -el designado Kevin Hart renunció a ser conductor tras ser señalado por algunos comentarios homofóbicos que había hecho en su cuenta de Twitter-, llegaron más modificaciones que no fueron bien recibidas.
Con el fin de acortar la transmisión, cuyo rating viene en baja desde hace años, la organización de la ceremonia tomó algunas controvertidas decisiones: desde entregar algunos premios en las tandas a que solo se interpretaran dos de las cinco canciones nominadas. Luego del descontento general, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográfica decidió dar marcha atrás con las medidas y también renunció a la idea de sumar la categoría de mejor película popular. Sí se mantuvo firme en la idea de recortar los discursos de los ganadores a 90 segundos cronometrados.
Una de las preguntas que empezó a circular después de conocerse la noticia de que no habría conductor fue qué pasaría con el discurso inicial. Fue en ese contexto que surgió la idea de incrementar los números musicales y aprovechar las nominaciones de Bohemian Rhapsody para invitar a los Brian May, Roger Taylor y Adam Lambert para que abrieran la noche. Y así arrancó el show, con los dos integrantes originales de Queen acompañados por su joven vocalista haciendo primero la apertura de "We will rock you", seguida por su versión de "We are the champions" y un "Bienvenidos a los Oscars" pronunciado por el carismático cantante.
Esta apertura fue celebrada por todos: desde Javier Bardem a Emma Watson, pasando por Jennifer Lopez. No hubo una estrella que no se levantara de su asiento. A las 22 en punto, comenzó la gala que no pudo acortarse tanto -duró varios minutos más de las tres horas estipuladas- y que tuvo por peculiaridad un sinfín de microcortes comerciales que interrumpieron su ritmo.
Los primeros premios
Las encargadas de entregar el primer premio fueron Tina Fey, Amy Poehler y Maya Rudolph. "No somos las anfitrionas, pero vamos a estar aquí mucho tiempo para que la gente que reciba el diario mañana piense que lo fuimos", dijeron entre risas antes de sumergirse en una ola de chistes sobre las polémicas que giraron en torno a la 91a entrega, Y, en relación a los premios que serían entregados en las tandas, aseguraron que harían las publicidades en la transmisión. Y eso hicieron.
Ellas fueron las primeras de las tantas celebridades encargadas de presentar los nominados y ganadores en lo que sería un desfile de figuras, no tanto como en la alfombra roja. La primera estatuilla que se entregó fue a mejor actriz de reparto, que terminó en manos de Regina King, por su trabajo en If Beale Street Could Talk. "James Baldwin dio luz a este bebé y la acompañó, la nutrió, le dio mucho amor. Soy un ejemplo de lo que sucede cuando te bañan con apoyo y amor. Mamá, te amo muchísimo, gracias por enseñarme que Dios siempre se ha inclinado hacia mí", dijo notablemente emocionada.
Jason Momoa y Hellen Mirren siguieron en la lista de presentadores "Con Jason no nos pusimos de acuerdo. Pero esto demuestra que un dios hawaiano y una mujer británica como yo pueden usar el color rosa", bromeó la actriz antes de anunciar los nominados a mejor documental. Free Solo, de National Geographic, terminó siendo lel ganador. "Gracias por contratar a mujeres y personas de color", fueron las palabras de agradecimiento.
Tom Morello, de la banda Rage Against the Machine, habló de El vicepresidente: más allá del poder, uno de los films que competían por mejor película. Lo que siguió fueron la carismática Elssie Fisher y Stephen James, quienes anunciaron que el film basado en la figura de Dick Cheney, justamente, se llevaba el premio a mejor maquillaje y peinados.
Melissa McCarthy, vestida de reina y con conejos en sus manos, fue la presentadora más divertida de la noche. Con la imposibilidad de abrir el sobre para anunciar el ganador a mejor diseño de vestuario, la actriz inspiró los primeros memes. "Gracias por contar la historia afroamericana", dijo la diseñadora de Pantera negra, tras subir a recibir su premio. Segundos después el film volvería a alzarse con una estatuilla, cuando Jennifer Lopez y Chris Evans anunciaran el ganador a mejor diseño de producción. "Estoy muy nerviosa, estoy temblando. Soy más fuerte gracias a Marvel, que me dio la oportunidad", dijo Hannah Beachler, la responsable del equipo, que resultó ser también la primera mujer afroamericana nominada y ganadora en esta categoría.
Después de la campaña #OscarsSoWhite, que tuvo lugar en 2015 al no haber nominados de color entre sus categorías más importantes, siguió una reivindicación en las otras ceremonias, que tuvo su punto culmine cuando Luz de Luna se llevó la estatuilla a mejor película en 2017. En esta edición, una de las grandes sorpresas fue la nominación de Pantera negra a mejor película, film que además competía en otras 6 categorías y que se hizo con 3 de ellas.
Música y reivindicaciones
Tras anunciar el premio a mejor fotografía, Emilia Clarke introdujo la canción "I'll Fight", del documental RBG, y le dio lugar a Jennifer Hudson, protagonista del segundo momento musical de la noche. Más tarde, la tenista Serena Williams presentó Nace una estrella, y James Mcavoy y Danai Gurira se subieron al escenario para entregar el premio a mejor edición de sonido y mejor mezcla de sonido, para Bohemian Rhapsody, la biopic de Queen.
Con Angela Bassset y Javier Bardem, los Oscar tuvieron una innovación: el presentador del premio decidió hablar en español. "No hay fronteras no hay muros que frenen el talento y el ingenio. En cada país, en cada continente del mundo hay historias que nos conmueven. Esta noche celebramos la importancia y excelencia de las culturas y lenguajes de distintos países", dijo el actor español antes de anunciar el premio a mejor película extranjera, que fue para Roma.
"The Place Where Lost Things Go", de El regreso de Mary Poppins, fue interpretada por Bette Midler, quien tomó el lugar de Emily Blunt, que padece de pánico escénico y prefirió no presentarse en vivo sobre el escenario del Dolby Theatre.
Michael Keaton entregó el tercer premio para Bohemian Rhapsody, que fue a mejor edición. "Freddie Mercury nos unió a todos", dijo en su sucinto discurso el ganador. Con anteojos y gorrito de lana, Mahershala Ali subió a recibir su segundo Oscar como actor secundario por su trabajo en Green Book; los anfitriones esta vez fueron Charlize Theron y Daniel Craig.
En la categoría mejor película animada, el premio fue para Spiderman: un nuevo universo. Y llegó nuevamente otro de los bloques musicales con "When a Cowboy Trades His Spurs for Wings", de la película La balada de Buster Scruggs. La misma fue interpretada por David Rawlings y Gillian Welch.
Luego de presentar a Bohemian Rhapsody, la Acadamia premió al mejor corto animado y al mejor corto documental. En la primera categoría, la estatuilla fue para Bao y en la segunda, para Period. End of Sentence, un film que puede verse en Netflix y cuenta la historia de un grupo de mujeres de India, al que una máquina que produce toallas sanitarias les cambia la vida.
Diego Luna también eligió hablar en español en la ceremonia y bromeó al respecto. "Ya se puede hablar español en los Oscar, ya nos abrieron la puerta y no nos vamos a ir", dijo antes de introducir a Roma, otras de las nominadas a mejor película. El primer hombre en la Luna, luego, se quedó con el premio a efectos especiales.
Y justo ahí, pasada más de la mitad de la ceremonia, llegó uno de los momentos más aclamados: Lady Gaga y Bradley Cooper caminaron juntos de la mano desde el público al escenario para hacer una hermosa (y una tanto desafinada) versión de "Shallow", el tema nominado y ganador de Nace una estrella. La canción terminó con los protagonistas sentados en el piano, cantando juntos.
Un final con sorpresas
Luego de la terna corto live action -que quedó a manos de la israelí Skin-, la ceremonia se dispuso a entregar los premios más importantes de la noche. Uno de ellos fue anunciado por Samuel L. Jackson a Nick Vallelonga y Peter Farrelly, por mejor guion original por su trabajo en Green Book.
Tras un sinfín de chistes para Spike Lee, director de El infiltrado del KKKlan, el hombre que vistió de violeta subió a retirar la estatuilla a guion adaptado. "Febrero es el mes de la historia negra, hace años cuando fuimos robados y nos trajeron como esclavos para trabajar la tierra" comenzó diciendo el realizador, quien fue uno de los que le robó tiempo al escenario y cumplió con los 90 segundos cronometrados. Y sumó, en uno de los únicos discursos políticos: "Quiero rendirles homenaje a nuestros ancestros que construyeron este país. Están cerca las elecciones, vamos a ponernos del lado correcto de la historia".
En los rubros banda sonora y canción, los ganadores fueron Pantera negra y "Shallow", respectivamente. Gaga, una de las más emotivas de la noche, dijo: "Gracias, Bradley. No hay otra persona que hubiese podido cantar esta canción junto a mí como vos. Trabajé muy duro, durante mucho tiempo. Se trata de no darse por vencido: si tenés un sueño, peleá por él". Este fue el único premio con el que se alzó Nace una estrella, que competía en 7 categorías.
Como en todas las ediciones, hubo un bloque pensado para los que murieron en el último año. Con música de la Filarmónica de Los Angeles y presentado por John Bailey, director de la Academia, llegó el In Memoriam. Entre los homenajeados estaban Margot Kidder, Neil Simon, Burt Reynolds, Stan Lee, Tab Hunter y Bruno Ganz. Como siempre hubo algunas omisiones que las redes sociales no tardaron en señalar.
Llegando al final de la entrega, Barbra Streisand fue de las presentadoras más aplaudidas por el auditorio. Ella fue quien contó y celebró la historia de El infiltrado del KKKlan. La diva contó que luego de haber visto la película llamó al director, Spike Lee, para felicitarlo. Y así llegaba uno de los grandes momentos: tal como se especulaba, la estatuilla a mejor actor fue de Rami Malek, por su personificación de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody. Los encargados de entregar el premio fueron Allison Janney y Gary Oldman.
"Oh mi Dios, mi madre está aquí. Estoy tan agradecido con todos. No fui la primera opción, pero dio resultado. Gracias a Queen por dejarme ser una pequeña parte de su gran legado", dijo Malek, quien además le dedicó el premio a Lucy Boynton, la actriz que interpretó a a Mary Austin en el film y quien se convirtió en su novia en la vida real. Notablemente conmovido agregó: "Hicimos una película sobre un inmigrante, homosexual que fue genuino sin disculpas. Queremos más historias así. Soy hijo de egipcios. Queremos hacer historia".
Frances McDormand entregó uno de los premios más inesperados de la noche. Muchos especulaban que Glenn Close sería la ganadora en la categoría a mejor actriz por su papel en La esposa, pero no pudo ser. Ni Olivia Colman lo esperaba. Al escuchar su nombre, la actriz de La favorita abrazó a su esposo y empezó a temblar, algo que no pudo controlar durante su discurso en el escenario.
"Tengo mucho estrés genuino. Esto es muy chistoso. Yorgos [Lanthimos, el director del film] es el mejor director y Emma [Stone] y Rachel Weisz], las mejores mujeres para enamorarse. Glenn no quería que fuera así, sos mi ídola de siempre. Yo trabajaba limpiando casas y soñaba con esto", dijo entre lagrimas que contagiaron hasta a su esposo, que la miraba desde la platea. Colman interpreta a la reina Ana de Inglaterra en la original película del realizador griego que a pesar de haber sido nominada en 10 categorías, solo se alzó con una.
Pasada la 1 de la mañana, aún restaba conocer quién ganaría en los rubros dirección y película. Guillermo del Toro subió para anunciar al elegido por la Academia, un rubro que muchos habían señalado ante la ausencia de realizadoras femeninas nominadas. "Ayer tenía fiebre pero no me hubiera perdido por nada del mundo este momento", dijo el hombre detrás de La forma del agua. Y así tuvo el honor de entregar la estatuilla a su coterráneo Alfonso Cuarón, quien recibió esta distinción por segunda vez en su carrera y es el segundo mexicano en obtener dos Oscar (el otro es Alejandro González Iñárritu).
"Gracias, muchas gracias. El premio va dedicado a Yaritza [Aparicio] y a Marina [de Tavira] -actrices que estaban nominadas por sus trabajos en Roma-, ellas llevan la película. Quiero agradecer a la Academia por reconocer un film centrado en una mujer indígena, una de las 70 millones de trabajadoras domésticas en el mundo sin derechos laborales, un personaje que históricamente ha sido relegado en el cine", expresó en su discurso final. Y agregó: "Muchas gracias, México".
Por último, Julia Roberts hizo su aparición triunfal. Con un vestido fucsia, la actriz presentó casi sin preámbulos al ganador en el rubro a mejor película. Como se especulaba, la estatuilla fue para Green Book, a pesar de que el film solo contaba con otras dos distinciones y no había sido de los más nominados comparado con Roma y La favorita. "Hicimos esta película con amor, ternura y respeto", concluyó Vallelonga, hijo del íntimo amigo que Don Shirley conoce durante su gira por el Sur de los Estados Unidos, el viaje en que está inspirado el guion.
Así concluía esta peculiar ceremonia que no solo tuvo ausencia de presentador, sino que tuvo un claro contenido apolítico. Durante la larga ceremonia se evitó hablar del #MeToo, el movimiento de artistas que se animó a denunciar los abusos en Hollywood y pide por más lugar para las mujeres en la industria, y del presidente Donald Trump. Solo en algunos discursos como el de Spike Lee o el de Javier Bardem, se habló indirectamente de elecciones y muros. Más allá de seguir dejando afuera a las mujeres de ciertos rubros, la Academia esta vez prestó especial atención a la presencia afroamericana. Otra de las buenas noticias de esta entrega fue la elección de un latino como mejor director y la de premiar un film que fue concebido para proyectarse en una plataforma de streaming. Habrá que ver si el próximo año, la Academia decide darle más espacio a las mujeres en otros rubros y si, más allá de nominarlo, decide premiar al cine más experimental y osado como el que lleva adelante el griego Lanthimos.
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