Por qué hay que ver El Camino, la película de Breaking Bad
En "Felina", el último episodio de Breaking Bad emitido el 29 de septiembre de 2013, el coprotagonista de la serie, Jesse Pinkman (Aaron Paul), era liberado de un grupo de neonazis que lo torturaban para fabricar la metanfetamina más pura posible. La figura que había gestado un plan perfecto para derrocar a esos hombres antes de morir era nada menos que Walter White (Bryan Cranston), uno de los personajes televisivos más memorables de todos los tiempos. Casi sin buscarlo, y a pesar de que su partida era inminente, había algo romántico en ese gesto. En cierta medida, "Heisenberg", el hombre que construyó un imperio de la droga, es alcanzado por una bala que podría haber terminado con la vida de Jesse.
En ese brillante episodio de TV, escrito y dirigido por el showrunner del drama, Vince Gilligan, caía un hombre y renacía otro, todo en cuestión de minutos. Una última mirada selló el paralelismo con el primer capítulo de la serie, estrenada en 2008, cuando los ojos de Walter y Jesse hacían contacto, y tácitamente ese adolescente atribulado y su abatido profesor de química se volvían cómplices al forjar una relación tan compleja como fascinante.
Este viernes 11 de octubre, Netflix estrena El Camino, la película de Breaking Bad cuyo foco está puesto estrictamente en qué sucede con Jesse luego de que logra escapar del cautiverio. Cuando la serie madre finalizó, uno de sus grandes aciertos fue que el destino de Pinkman podía ser escrito por los televidentes, los mismos que lo vieron sufrir episodio tras episodio, padeciendo pérdidas de modo brutal, y siendo torturado hasta que su cuerpo y su mente comenzaron a funcionar a cuentagotas. Jesse perdía el alma, y eso era muchísimo para el personaje sinónimo del corazón del programa.
A pesar de que la incertidumbre sobre su futuro era atractiva -esa mezcla de alegría, alivio y tristeza que transmitía Aaron Paul en un solo grito será por siempre inolvidable-, la mano de Vince Gilligan demostró ser garantía de confianza. A fin de cuentas, antes de El camino estuvo Better Call Saul (cuya quinta temporada se estrena en 2020), un spin off que está a la par de Breaking Bad, una producción mucho más melancólica y mucho menos frenética. Por lo tanto, Gilligan, con El camino, su ópera prima, seguramente vuelva a demostrar que tiene algo para decir. De lo contrario, como escritor, él siempre prefiere retirarse a tiempo. Por lo poco que pudimos vislumbrar en los adelantos, Pinkman se reencontrará, al menos, con dos caras conocidas: sus amigos y dealers "Skinny" Pete (Charles Baker) y "Badger" Mayhew (Matt Jones), quienes lo protegerán de la búsqueda policial que pesa sobre él.
De esta forma, El Camino nos retrotrae al final de Breaking Bad, al usar un vehículo como algo simbólico. Walter ponía la llave y le suplicaba que lo conduzca a su casa. Jesse se moverá con éste hasta encontrar una suerte de alivio ante el ineludible trauma que lleva a cuestas. Sus vidas, otra vez, estarán entrelazadas.
El Camino: una película de Breaking Bad
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