Por qué vas a amar u odiar Los Padecientes

Un psicoanalista reconocido recibe la visita inquietante de Paula Vanussi (La China Suárez), una joven que le pide una cosa que parece simple: que sea perito en un caso y firme el informe que declara a su hermano Javier (Nicolás Francella) inimputable tras cometer un homicidio -el de su padre. Con este dilema se encuentra Pablo Rouviot ( Benjamín Vicuña ) y, en su obsesión por conocer la verdad, va a descubrir una que es mejor no saber. Los Padecientes está basada en la novela homónima de Gabriel Rolón y dirigida por Nicolás Tuozzo. Mientras que la trama arranca como un thriller policial, atrás se esconde una secuencia macabra, oscura. En tiempos donde las denuncias por violencia de género y abusos se convirtieron en un tema latente en la sociedad y que tiene en el colectivo Ni una menos, su voz, este film pone en la pantalla grande una historia que hace eje en esta problemática. Y lo hace de una manera explícita con una escena que parece evitable, donde todos se encuentran en lo que parece un cuadro pintado por Freud, tratando de explicar la sexualidad. Castigo, violación y una observadora ocasional que cobra fuerza para terminar con su propio infierno personal. En una mezcla entre nociones de psicología básicas, que dan pistas sobre el autor (Rolón) que encuentra en Rouviot su alter ego, hay una búsqueda quizá un tanto forzada por mostrar una realidad.

En medio de esta familia "linda" y adinerada, una red de prostitutas for export hace que el argumento se confunda y la película pierda rumbo. La mafia juega un papel que queda irresuelto y que no ayuda a la verdadera historia, la que da origen: la de un padre sin escrúpulos y tres chicos que quedan suspendidos en sus pervertidas acciones. Tampoco termina de explicarse bien el lugar del supuesto asesino que está más tiempo dormido que despierto. Pero el thriller se hace más amigable con personajes periféricos como Pablo Rago (El Gitano) - el amigo de Rouviot que intenta ayudarlo a develar el caso cual Sherlock Holmes- o una secretaria y aprendiz de psicóloga (Justina Bustos), que le consigue al psicoanalista el expediente de Javier Vanussi.

Vicuña alejado de su costado de seductor -aunque con Bustos hace una escena fuerte- se asemeja a este profesional que trata de encontrar "la verdad", quien a pesar de las súplicas de sus amigos para que detenga su investigación porque corre peligro su vida, está dispuesto a seguir. Ahí aparece la gran protagonista de esta historia que no es María Eugenia Suárez -y tampoco Vicuña- sino Angela Torres . En su papel de Camila, logra que algo de toda esa oscuridad cobre sentido. Ella y su destreza para tocar el violín, ella y su relación con Pablo intentando desenhebrar lo que subyace de su imposibilidad de hablar sobre su padre.

Para los que después de ver El Hilo Rojo se imaginaban otra vez a Vicuña y Suárez con escenas comprometidas, no las van a encontrar. En Los Padecientes, Benjamín y la China conectan desde la admiración intelectual, la búsqueda de contención de ella y la perseverancia de él para dar con su secreto, ese que la viste de colores oscuros y que se apodera de su mirada sombría.

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