Roman Polanski ganó y perdió en la tensa entrega de los Oscar del cine francés

En una de las veladas más escandalosas que vivió el cine francés en toda su historia, Los miserablesobtuvo anteanoche el César a la mejor película. Roman Polanski, el gran protagonista de la noche y de la ruidosa polémica que envuelve a la industria del cine galo desde hace varias semanas, ganó como mejor director. Este último reconocimiento que seguramente reavivará el conflicto que envuelve a la Academia del cine de Francia (responsable de la entrega de estos galardones), cuyos miembros anunciaron la renuncia en bloque tras la ceremonia de anteanoche, luego de sobrellevar fuertes cuestionamientos por las 12 nominaciones que había recibido J'Accuse, la última película de Polanski.

Los reproches de grupos feministas y colectivos de actrices contra el director de 86 años (denunciado varias veces por episodios de abuso sexual) pasaron de las palabras a los hechos en la antesala de la ceremonia. Un grupo de manifestantes derribó una barrera en la entrada de la sala de conciertos Pleyel, sede de la entrega de los César, y obligó a la intervención de la policía, que empleó gases lacrimógenos para evitar que la protesta llegara hasta la alfombra roja.

La decisión de Polanski de no asistir a la ceremonia no disuadió a los grupos que se concentraron con carteles con leyendas como "Polanski: César al mejor violador 2020". Cuando se anunció el premio al mejor director, varias mujeres abandonaron la sala en señal de protesta. El propio ministro de Cultura de Francia, Franck Riester, había dicho antes de la entrega de los premios que un eventual reconocimiento a un director acusado de violencia sexual podía enviar "una señal equivocada" en tiempos del #MeToo.

J'Accuse finalmente se llevó una recompensa magra en relación con sus expectativas. Además del premio al mejor director ganó por guión adaptado y vestuario. La gran ganadora de la velada resultó Los miserables, de Ladj Ly, cuyo estreno en la Argentina está previsto para el próximo jueves. Estuvo nominada al Oscar como película internacional pero quedó relegada por la surcoreana Parasite, que sigue de racha y obtuvo el César a la mejor película extranjera.

A partir de ahora comienza otra época para el cine francés. La Academia nombró a una presidenta interina, la productora Margaret Menegoz, que prometió llevar adelante una amplia renovación de las estructuras de esa industria, señaladas por muchos de sus protagonistas como vetustas y carentes de diversidad y paridad de género. Una tensa ceremonia puso el debate en marcha.

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