Poco convencional propuesta de Kaplan
"¿Sabés nadar?" (Argentina/1998) Dirección: Diego Kaplan. Con Juan Cruz Bordeu, Leticia Brédice, Damián Dreizik, Mariana Briski, Rita Cortese, Patricia Echegoyen, Aldana Miró, Iván González, Sergio Boris, Gabriel Lobianco. Guión: Constanza Novick. Fotografía: Ramiro Civita. Edición: Diego Kaplan y Javier Puebla. Dirección de arte: Alejandra Tomas. Música: Andrés Calamaro, Daniel Melero y Gillespie. Presentada por Primer Plano Film Group. Duración: 89 minutos.
Nuestra opinión: buena
Esta opera prima de Diego Kaplan se estrena en momentos en los que el nuevo cine argentino se ha desarrollado y afianzado hasta el punto de alcanzar una cierta madurez. Pero "¿Sabés nadar?" fue rodada hace más de cuatro años, cuando este movimiento se encontraba en su etapa inicial de formación, y por eso resulta, en muchos sentidos, una película precursora, uno de los primeros intentos concretos por concebir un retrato generacional.
Esta búsqueda por construir una historia coral no significa que "¿Sabés nadar?" sea una película excesivamente ambiciosa ni pretenciosa, y la demora en su estreno -debido a causas legales y no a la desidia artística- tampoco dañó la vigencia de muchas de sus observaciones: si hay algo que queda claro es que el film de Kaplan no ha "envejecido".
El modelo de "¿Sabés nadar?" no hay que buscarlo tanto en el cine nacional, sino en esas descripciones juveniles que la producción independiente norteamericana entregó en los años 90 a través de películas como "Generación X", "Vida de solteros" o "Antes del amanecer", y que se conoció genéricamente bajo el concepto de "películas de slackers ": historias de chicos y chicas marcados por la falta de referentes, la crisis laboral, el vacío afectivo y un existencialismo extremo.
"¿Sabés nadar?" transcurre íntegramente en una Mar del Plata invernal, melancólica, desierta y gris con unos personajes (tres conflictuadas hermanas de diferente edad, un director de cine porteño que llega a la ciudad con la idea de escribir una película y seducir mujeres, un grupo de patéticos amigos que se entrenan para un campeonato de surf) que deambulan por sus playas y sus calles en busca de un destino que no saben bien cuál es.
La mirada de Kaplan sobre el cine, la vocación, los códigos familiares, los compromisos emocionales, la soledad, los celos o las relaciones entre amigos, hermanos o parejas es premeditadamente superficial, pero es precisamente en medio de esa levedad donde aparecen pasajes de lucidez, gracia y sensibilidad, mientras que la (des)estructura narrativa deriva en un interesante caos creativo donde hay espacio para que convivan escenas de tonos muy diversos, largos diálogos y la improvisación actoral.
Lejos de la artificialidad que se desprende de tanto cine demasiado prefabricado, "¿Sabés nadar?" apuesta a la espontaneidad, a los raptos de inspiración. No siempre los encuentra y, así, la película, inevitablemente despareja, pendula entre situaciones logradas y otras tan banales como prescindibles.
La fotografía original en 16 milímetros del talentoso Ramiro Civita ("Saluzzi, ensayo para bandoneón y tres hermanos", "Esperando al mesías" y "Garage Olimpo") alcanza a captar ese tono melancólico -por momentos casi opresivo y ominoso- que ofrece Mar del Plata fuera de temporada y que acompaña las desventuras de sus personajes, mientras que la música de Gillespie, Andrés Calamaro y Daniel Melero también resulta un apropiado acompañamiento para estas confesiones de hombres y mujeres de 30.
En el multitudinario elenco conviven actores de muy diversas edades, formaciones y registros actorales. Estos desniveles (algunos juegan al grotesco, otros al naturalismo) no resultan tan molestos como en otros films, ya que "¿Sabés nadar?" apuesta precisamente a la diversidad, como si se tratara de músicos de jazz reunidos para una improvisación sin demasiados parámetros establecidos.
Juan Cruz Bordeu carga con el peso de llevar la narración y sale airoso en el papel de un director neurótico que resume además muchos elementos del típico chanta porteño, mientras que Leticia Brédice consigue uno de sus mejores trabajos en cine como una chica tímida, desconcertante y algo inocentona.
También se luce la debutante Aldana Miró como una adolescente insufrible, mientras que Damián Dreizik y Mariana Briski repiten un poco las performances que los consagraron en el circuito del teatro off. De todas formas, la complicidad y el compromiso del elenco -en el que hay también participaciones especiales de Graciela Borges, Rolo Puente o Antonio Birabent- resultan uno de los atributos fundamentales de esta interesante y poco convencional propuesta de Kaplan.
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