Quién es Patty Jenkins, la directora de Mujer Maravilla que ahora "salvará" a Star Wars
Ni las primeras imágenes de lo último de Marvel, ni los nuevos cuentos animados de Pixar, ni siquiera el mismísimo Will Smith entrando en un volcán activo para National Geographic. Nada emocionó tanto como ella. En la casi imposible tarea de destacar en uno de los mayores torrentes de anuncios que se recuerdan de parte de Hollywood en general y de los estudios Disney en particular, la directora Pattty Jenkins logró convertirse en la gran protagonista.
La realizadora de Mujer Maravilla y Mujer Maravilla 1984 -que se estrena en los Estados Unidos el 25 pero cuyo estreno local aun no tiene fecha fijada-, lo hizo desprendida de cualquier intento de glamour, patinando sola por la pista de un aeródromo. "Me gusta la velocidad, moverme veloz, creo que porque soy la hija de un gran piloto de combate", afirmaba la californiana en un video emitido el jueves pasado durante el Día para Inversores 2020 de Disney, evento de la industria que el estudio transformó en encuentro virtual que impresionaría al mismísimo Steve Jobs.
Lo primero que hacía cada mañana esa niña era mirar para arriba, esperando toparse con su padre y su escuadrón de cazas F-4 "rugiendo mientras surcaban los cielos". La directora de la esperadísima Mujer Maravilla 1984 tildó esos avistamientos, que cesaron cuando tenía siete años a causa de un fatal accidente aéreo, como los momentos más emocionantes que haya experimentado jamás. Y ha vivido unos cuantos porque, aunque su nombre no tenga aun la popularidad entre el público que sí tienen sus colegas masculinos, Jenkins ya se acostumbró a hacer historia en Hollywood.
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A sus 49 años, la realizadora hizo gala de su pasión por la velocidad en su frenesí por alcanzar hitos históricos. En 2017 Jenkins fue la primera mujer en ponerse al frente de una película de superhéroes, la primera en dirigir una superproducción de más de cien millones de dólares y se convirtió también en la primera directora con el estreno más taquillero de la historia y en una de las diez personas del año para la revista Time.
Para abordar la secuela, en la que Gal Gadot vuelve en el papel de la heroína y la comediante Kristen Wigg se suma como una de las enemigas, la realizadora se aseguró el mayor salario jamás firmado por una directora de cine: 9 millones de dólares, hasta 30 veces más de lo que ganó por su anterior incursión en la franquicia.
"Por supuesto que siempre estás pendiente del dinero, pero nunca me ha preocupado tanto como en este acuerdo. Era extremadamente consciente de que tenía que asegurarme de que fuera a ser pagada igual que mi equivalente masculino", declaró a Variety Jenkins, la responsable de un film que recaudó más de 800 millones de dólares.
Por los aires
"Cuando mi padre perdió la vida en acto de servicio a su país, encendió en mí el deseo de querer darle la vuelta a mi tragedia y hacer la mejor película de pilotos de combate de toda la historia", manifestaba la directora, patinando, en el video de Disney, al tiempo que aclaraba que esa era su cuenta pendiente profesional. "Hasta ahora", dijo mientras se colocaba un casco de piloto rebelde y se dirigía a una nave X-Wing, uno de los icónicos vehículos de la saga de Star Wars. Todo el show devino en un anuncio que nadie esperaba: Jenkins dirigirá Rogue Squadron, una película centrada en los pilotos espaciales del universo creado por George Lucas, convirtiéndose así –alerta, nuevo hito– en la primera mujer en ponerse al mando de un film de la saga.
Con el gran triunfo de Mujer Maravilla, Jenkins también se deshizo del prejuicio machista de que las películas de acción protagonizadas por mujeres no funcionaban en taquilla. Ella, cinéfila deslumbrada por el Superman de Christopher Reeve, creció junto a su madre viuda y sus dos hermanas en San Francisco. Después cruzó el país para estudiar Bellas Artes en una universidad neoyorquina más conocida por sus ingenieros y arquitectos que por sus cineastas. Sin interés aparente por el séptimo arte, se anotó en la facultad buscando mejorar su conocimiento en fotografía y pintura, pero quedó fascinada con la disciplina en un curso de cine experimental. Luego de trabajar como camarógrafa y directora de videoclips, la dirección del film Monster: asesina en serie le dio su entrada triunfal en la industria, especialmente cuando Charlize Theron, otra mujer que desafía lo establecido para el cine de acción, ganó el Oscar a la mejor actriz por su interpretación de Aileen Wuornos, la protagonista del film basado en una historia real.
Después llegaría una sequía en la gran pantalla de casi 15 años, en los que se centró sobre todo en la televisión y en su vida privada. En 2007 se casó con el escritor y guionista Sam Sheridan, con quien comparte un hijo y forma equipo creativo en series como I Am The Night, estrenada este año por TNT series y protagonizada por Chris Pine, su protagonista masculino en las dos entregas de Mujer Maravilla.
En una industria en la que la brecha salarial entre hombres y mujeres ronda el 45% solo en el caso de los intérpretes, y en la que directoras de películas taquilleras como Sam Taylor-Johnson (Cincuenta sombras de Grey) o Catherine Hardwicke (Crepúsculo) han sido sustituidas en las respectivas secuelas por realizadores hombres, los pasos dados por Jenkins suponen un antes y un después en el futuro del sector.
Su próximo proyecto en marcha no es menos imponente que los de Mujer Maravilla y Star Wars, ya que volverá a reunirse con Gal Gadot en una nueva adaptación de la historia de la reina egipcia Cleopatra, producida por Paramount, que se les ha resistido durante décadas a un buen puñado de los cineastas más ilustres. No parece que vaya a pasar lo mismo con la verdadera mujer maravilla.
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