Papá X 2: Celeste Cid, Benjamín Vicuña y Lucas Akoskin, protagonistas de una comedia familiar que desafía conceptos y roles
Dirigida por Hernán Guerschuny, esta comedia -que llegará para las vacaciones de invierno de 2025- comenzó su rodaje en Buenos Aires. LA NACIÓN se metió en el detrás de escena y charló con sus protagonistas; un anticipo exclusivo sobre esta historia que viene a deconstruir la concepción de la familia
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“Te amo, pero estoy embarazada de mi ex”. Ante esta declaración tan sincera y devastadora a la vez sólo hay dos caminos: separarse o priorizar el vínculo y seguir adelante sin reproches ni prejuicios. Esa es la difícil decisión que deberá tomar Santiago (Benjamín Vicuña) cuando su novia Ana (Celeste Cid) le cuente que está esperando un hijo de su ex, fruto de un breve reencuentro. Por supuesto que esta confesión hará tambalear su mundo por completo sin embargo, todo empeorará cuando Pancho (Lucas Akoskin) regrese inesperadamente de Miami para involucrarse en “la dulce espera” y se instale en su casa. “Es tómalo o déjalo, así que habrá que convivir los tres”, dice Vicuña, anticipando parte de la trama de Papá X 2, una nueva comedia romántica que lo llevará a la pantalla grande en 2025.
Cid y Akoskin serán los otros integrantes de este “trío” que, a lo largo de toda la historia, atravesará situaciones cómicas, dramáticas y caóticas. “Me la paso todo el tiempo leyendo guiones y es difícil encontrar comedias efectivas que funcionen. Que haya personajes bien construidos, que haya una verosimilitud en el conflicto pero, al mismo tiempo, que haya una gran comicidad. En esta película vamos a ver gente con problemas muy auténticos, que se aman pero que no saben cómo amarse y a partir de ahí, empiezan a suceder situaciones muy disparatadas y cómicas aunque nadie se hace el gracioso”, explica el director Hernán Guerschuny en uno de los parates del rodaje.
Mientras Cid confiesa que el acto de tener una película en cine (un formato que ya está “quedando en el olvido”) la conmueve, Akoskin habla del verdadero objetivo que tiene esta trama pensada para distintas generaciones: “Queremos hacer de esto un evento familiar que puedan ir al cine y disfrutar en familia”. Por su parte, Vicuña advierte: “Es una película que pretende conectar y que la gente vuelva a las salas. Es un momento para aguantar y qué mejor que hacerlo contando historias lindas como estas que te hacen reflexionar, pensar y divertirte en familia”.
Producida por FAM Contenidos, Malule Entertainment, Heaven Entertaiment y BF Films y escrita por Mili Roque Pitt y Matías Rodríguez, el elenco se completa con María Gracia Omegna, Tati Fernández y las participaciones especiales de Julieta Poggio, Sebastián Wainraich, Homero Pettinato, Eugenia Guerty y Pablo Fábregas, entre otros.
Papás en guerra
Ya pasaron tres de las cinco semanas que tiene estipulado este rodaje y todo es alegría y satisfacción. Aunque el 65 por ciento de la filmación será en una casa alquilada en el barrio de Nuñez, algunos escenarios de Recoleta, Puerto Madero, San Telmo y Palermo servirán para contar esta historia. “Esta casa ocupa más de la mitad de la película, con lo cual nos permite instalarnos acá. Porque una cosa que tiene el cine es que te la pasás mudándote de locación en locación y acá estamos más concentrados”, revela Guerschuny sobre estas jornadas que duran alrededor de once horas por día.
Tras asegurar que Papá X 2 tiene el perfil de las comedias de Woody Allen, el director cuenta que el proyecto ya le llegó con Benjamín Vicuña. “Me interesaba trabajar con Benja porque es un actor que maneja los dos registros tanto el drama como la comedia y eso me parecía interesante por esto de que para mí la comedia no necesariamente hay que tomarla como tal, sino que hay que dejar que otros códigos específicos del cine -como la música, el montaje y otros elementos- hagan lo suyo”, explica quien ha estado detrás de éxitos como Una noche de amor o Casi Feliz.
Luego se sumó Akoskin (quien vino especialmente desde los Estados Unidos, donde se encuentra radicado hace años) y por último, Cid; a quien eligieron en conjunto. “Juntos elegimos a Celeste, que es una gran actriz y hace mucho no la veía actuar. Una misión que tenés como director es que todos los que se sumen al proyecto manejen el mismo tono. Que el ritmo, la manera en que decís el texto y cómo se mueven forme parte de un mismo código y es lo que estamos logrando”, asegura Guerschuny, que se muestra muy contento con el resultado hasta el momento.
Sin dudas, este “trío” no podría haber caído en mejores manos. “Lo que intentamos hacer con este cuento es que Pancho y Santiago sean extremadamente opuestos. Durante toda la película están tipo Tom y Jerry haciéndose cosas para ver quién va a quedarse con Ana”, revela Akoskin sin querer spoilear demasiado.
Mientras que Santiago es un arquitecto obsesivo y soltero de 45 años; Pancho es carismático, ama vivir en libertad y sin estructuras. “Es un tipo que no consigue el anhelo familiar por diferentes tocs que vamos a ir viendo. Cuando encuentra una mujer que le da libertad y lo ayuda a superar sus propias fobias, sus propios prejuicios, este empieza a sanar a través del amor y la verdad”, relata Vicuña mientras su rival en pantalla revela que su personaje vive más al límite.
“Pancho es un soñador que se fue hace muchos años a Miami a arriesgar y le fue bien”, cuenta el argentino que, en este aspecto, encuentra algunas similitudes con su vida real. Es que hace años, Lucas hizo las valijas y se fue al exterior en busca de una oportunidad. Primero, estudió teatro en Nueva York. Luego se mudó a Los Ángeles, donde participó de varios proyectos de renombre internacional . Sin embargo, ese exilio en busca de una mejor vida es lo único que lo une a Pancho. “Él ha tomado decisiones que le traen consecuencias. Es una persona que está necesitada de muchísimo amor y contención familiar. Entonces esta es una gran excusa para venir a buscar lo que a él le está faltando”, agrega.
Cid tendrá la difícil tarea de encarnar a esa mujer embarazada que estará entre estos dos hombres tan distintos que lucharán por su atención. “Ana es veterinaria y está muy vinculada con la naturaleza, con la vida. Está en etapa gestante por lo que está atravesada directamente por la vida. Ella toma la decisión previa de tener este bebé, más allá de que manera (que se irá descubriendo en la peli) pero no tiene dudas de que ese bebé está con ella y va a seguir adelante con la maternidad”, anticipa la actriz sobre este personaje que la devuelve a la pantalla después de mucho tiempo alejada.
“Celes le dio mucho vuelo al personaje porque es un papel que hay que defender porque tiene algunas fisuras. Ella logró con trabajo y talento darle una coherencia a un personaje que es difícil. Estamos todos encantados con su entrega y su mirada”, acota el actor chileno destacando la gran composición de su compañera. “No podría haber sido mejor. Con Benja nos conocemos, somos amigos y la verdad que la incorporación de ella terminó de unirnos más”, suma Akoskin mientras la estrella femenina bromea: “¿Podemos besarnos los tres?”.
El amor por sobre los títulos
Si bien la trama de esta película puede ser una premisa bastante común dentro del mundo cinematográfico, los tres protagonistas coinciden en que esta historia intenta reflexionar sobre la deconstrucción de los roles y subraya la importancia del amor por sobre cualquier título. “Viene como a cuestionar la concepción de que es una familia y eso me parece que es lo lindo. En definitiva, los dos son igual de papás”, opina Cid mientras confiesa que cuando le llegó la propuesta sintió como una especie de corazonada para decir que sí: “A la hora de elegir un proyecto me suelo regir por la intuición y en esta propuesta sentí como una energía que me venía a traer una información. Mi personaje está como amigándose con la vida y hay una cuota de eso que me viene a acariciar en algunos aspectos”, se sincera.
En el caso de Akoskin, este proyecto fue tan atractivo que lo hizo volver al país. “En lo personal, me atrapó por la historia. Además, era volver a trabajar con Benja. Hicimos Miénteme juntos y nos fue tan bien que nos quedamos con ganas de hacer otra cosa y bueno, surgió esta historia”, reconoce quien, además de actuar, también es parte de la producción de esta película. “Que nos pasó en la vida real. O sea, está basada en la vida real”, bromea su amigo mientras su cómplice confirma con un divertido gesto.
“Yo creo que hay que laburar con amigos… y no con niños”, vuelve a bromear Vicuña al ver que los más pequeñitos del cast acaban de llegar al rodaje. “Siempre dicen que lo más difícil del cine es trabajar con niños y con animales, siempre tienen todos los ‘no’ y es un ‘sííí’ rotundo”, acota Cid quién después de la entrevista se tomará unos minutos para ir a alzar a la beba más chiquita. “Eso se dice porque cuando estén en la pantalla los van a mirar todos a ellos y no a vos”, lanza el chileno, entre risas, mientras enumera las virtudes de trabajar con pequeños actores: “Los niños son exactos, son precisos”.
En su caso, hubo dos cosas que lo hicieron aceptar este proyecto. Por un lado, que sea una comedia (género que ama). Por otro, que sea una película que puedan ver sus hijos. “Tengo muy pocos contenidos que pueden ver y ellos me preguntan entonces esta es una película ideal en ese sentido”, se sincera este padre de seis. “La idea de hacer algo para que nuestros hijos puedan ir al cine, a mi me llena de orgullo”, acota Lucas quien por estos días se encuentra lejos de Luna, la hija que tiene junto a su exmujer, la actriz chilena Leonor Varela.
Sin dudas, la paternidad, los vínculos y la familia ensamblada será algo que estará muy presente en el guion de este film; algo de lo que los actores pueden dar cátedra. “La paternidad es un desafío, un laburo gigante y no queda otra que aprender de nuestros hijos. Yo intento aprender constantemente. Incluso en esa frescura que tienen para encarar la vida. Uno tiene que aprender a dejarse llevar, a tener intuición, a tratar de jugar; finalmente es lo que hacemos como actores, ¿no?”, reflexiona el chileno mientras asegura que cada uno de sus hijos tiene un mundo en el que él trata de entrar y salir con respeto y cariño.
Otra que entiende de familias ensambladas y mundos distintos es Celeste Cid que se define como “una mamá muy presente” pero muy distinta con cada uno de sus hijos. “Cuando nació André (el hijo que tuvo con Emmanuel Hourviller) yo tenía 19 años y con Antón (el hijo que tuvo con Michel Noher) 33; claramente los miedos son otros. Además, ellos tienen personalidades muy diferentes, así que soy una madre diferente con cada uno”, asegura la actriz al tiempo que revela que es lo que más le cuesta de este rol que es su favorito. “Mis hijos siempre son mi prioridad. Son como mis pollitos, siempre quiero que estén bien, así que estoy aprendiendo a soltar un poco, a darles su espacio sobre todo con el más grande que ya tiene 20″, confiesa.
Por su parte, Lucas Akoskin asegura que con su hija de 9 años tiene una relación muy unida, por lo que la distancia es lo que más le cuesta. “Estuvo conmigo acá pero ahora empezó la escuela y tuvo que volver a Los Ángeles con su mamá. Esa es la parte más difícil de este trabajo”, reconoce con cierta nostalgia quien, al igual que su amigo y compañero de set, tuvo la desgracia de perder un hijo. “Mi trabajo es acompañarla lo mejor que pueda en todo el proceso de su vida. Estoy muy emocionado por verla crecer y quiero estar con ella lo más posible, no perdérmela”, concluye emocionado.
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