Pantera negra: 5 claves para entender la historia de un héroe atípico
1. Una editorial decidida a romper estructuras
El sello Marvel como lo conocemos nació simbólicamente en 1961, con el debut del cómic de Los cuatro fantásticos escrito por Stan Lee y dibujado por Jack Kirby. Si bien en esos años la editorial aún se llamaba Timely y poco le faltaba para quebrar, el lanzamiento de ese título inauguró una nueva época de esplendor en la historieta de superhéroes, y las ventas no tardaron en dispararse. En esa colección, los arquitectos del universo Marvel plantearon una serie de ideas que revolucionaron el medio, logrando que la historieta dejara de ser considerada un entretenimiento para niños, para ubicarse como uno de los pasatiempos favoritos de estudiantes universitarios y de un público más adulto.
El principal valor de Los cuatro fantásticos fue el destruir los vicios típicos del cómic de superhéroes. Los protagonistas no eran amigos como los miembros de la Liga de la justicia, sino que eran familiares, una dinámica que permitía explorar discusiones y fricciones de todo tipo. También cada uno de los héroes tenía una personalidad bien delineada, e incluso Susan Storm era de gran importancia dentro del grupo (a pesar del mea culpa que hizo Stan Lee con los años, reconociendo que le costaba escribir personajes femeninos que no aspiraran a más cosas que salir de compras o ir a la peluquería). Por otra parte, los protagonistas de esa serie comenzaban a cruzarse con otras figuras de la editorial, para así brindarle al lector la sensación de que todo transcurría en un mismo universo, un planteo que luego Marvel replicó con éxito en el cine.Y en el marco de una historieta que mostraba sagas cósmicas, amenazas monstruosas, alienígenas en tablas de surf con monólogos shakesperianos y personajes angustiados que se planteaban el qué significaba ser héroes, Stan Lee y Jack Kirby entendían que sus lectores estaban ávidos de conocer propuestas renovadoras, y así es que ambos le dieron vida a T´Challa, el hombre cuya segunda identidad era la de Pantera Negra, uno de los superhéroes afroamericanos más importantes en la historia del cómic.
2. Su primera aparición
Con fecha de julio de 1966, la colección de Los cuatro fantásticos recibió la visita de Pantera Negra, un misterioso guerrero que vivía en el reino de Wakanda. Si bien a priori aparecía como un rival del cuarteto protagonista, el personaje luego se revelaría como el noble monarca de ese ficticio país. El objetivo que Lee y Kirby perseguían con la creación de T´Challa, era el de mostrar un héroe que pudiera enorgullecer a sus lectores afroamericanos, y por eso pensaron en alguien que tuviera la fuerza de Capitán América, pero también el intelecto de Tony Stark. Por otra parte, el protagonista también cargaba con el peso de gobernar una nación muy particular, porque la Wakanda creada por Lee y Kirby era un paraíso tecnológico en el que convivían en armonía las herramientas más sofisticadas con las costumbres más tradicionales.
La llegada de Pantera negra a los cómics fue una verdadera revolución, y aunque no fue el primer héroe afroamericano del medio (ese honor lo tiene Lion Man, personaje creado en 1945 para la antología All Negro Comics), sí es cierto que T´Challa fue el primer superhéroe afroamericano que apareciera en un sello masivo como Marvel, convirtiéndose rápidamente en el símbolo de la diversidad racial que tanto le importaba pregonar a Stan Lee. Como era de esperar, Pantera negra caló hondo en los lectores y con el tiempo obtuvo su propia serie, ganando así un lugar vital dentro del cosmos de superhéroes Marvel.
3. La aparición de los Panteras negras
El año 1965 comenzó con el asesinato de Malcolm X, pero siguió con la Ley de derecho al voto, que le garantizaba al pueblo afroamericano la posibilidad de sufragar en Estados Unidos. Era un período de derechos ganados para ese sector, pero en el que también brotaba con fuerza un sentimiento racista que se oponía a una convivencia armoniosa, y en ese contexto nació T´Challa. En 1966, el mismo año en el que el nuevo personaje debutaba en las páginas de Marvel, se formalizaba el partido revolucionario de los Panteras negras, que si bien fue declarado por el FBI como una de las agrupaciones más peligrosas, también era prácticamente la única que defendía activamente los derechos de los afroamericanos que vivían en Estados Unidos. Frente a esa realidad, Marvel se encontró con una papa caliente porque si bien el nombre de la agrupación no tenía nada que ver con T´Challa, las similitudes conceptuales entre ambos eran evidentes.
La intención de Lee por desvincular al héroe de los activistas políticos era tan obvia, que en 1972 rebautizó al personaje como Leopardo negro, un cambio que no cuajó en absoluto. Por esos años, el propio Pantera exclamaría en una viñeta de Los cuatro fantásticos: “Ni condeno ni autorizo a los que adoptaron este nombre”, una forma poco sutil de dejar en claro cuál era la bajada de línea de la editorial. Pero a pesar de esos intentos por despolitizarlo, T´Challa tuvo una connotación social mucho mayor a la que sus propios creadores pretendieron darle en un principio, y así como Dr. Strange era de lectura obligatoria para los fanáticos de Grateful Dead y de la cultura psicodélica, Pantera Negra se había convertido en el héroe predilecto de muchísimos jóvenes afroamericanos que querían verse representados por un personaje poderoso que se alejara de los ofensivos clichés de la época.
4. Un personaje (in)esperadamente político
Muy atento al movimiento social que abogaba por reivindicar los derechos de los afroamericanos estadounidenses, el guionista Don McGregor comenzó a escribir en 1973 la nueva serie de Pantera Negra. A lo largo de dos años, el guionista enriqueció enormemente el universo de T´Challa. McGregor desarrolló durante 18 números una saga ambiciosa de subrayadas connotaciones políticas, con un elenco de villanos y secundarios compuesto casi exclusivamente por afroamericanos. McGregor utilizó recursos poco habituales para los cómics de la época, como por ejemplo escribir a un personaje recitando un rabioso monólogo de 17 páginas (de las 22 que ocupaba la historia) sobre la importancia de defender los ideales personales. Pero esa gran libertad terminó cuando uno de sus editores le exigió a McGregor que incluyera a miembros de Los Vengadores en la historieta de Pantera Negra, un pedido al cual el guionista se negó rotundamente porque consideraba que un héroe blanco no tenía razón de ser en esa serie. En noviembre de 1976, y según le dijeron al guionista “por razones de bajas ventas”, el título fue cancelado. Con el paso de los años, la etapa de Don McGregor en Pantera Negra fue reivindicada como la más importante del personaje, y la que políticamente mejor se alineó con unos ideales que ni el mismísimo Stan Lee se animó a darle a su propia creación.
5. Uno de los grandes héroe de Marvel
Una vez finalizada la era de McGregor, el camino de Pantera negra en Marvel fue algo más errático. Jack Kirby, uno de los padres de la criatura, se encargó en enero de 1977 de relanzar al héroe, ocupándose tanto de los guiones como de los dibujos. Fiel a su estilo y lejos del activismo de su antecesor, el artista decidió hacer foco más en el tono aventurero de T´Challa que en sus raíces políticas y culturales. Aunque el ingrediente sociocultural siempre se echara de menos, igualmente Kirby logró una etapa excelente compuesta por solo doce números. En las décadas posteriores, fueron muchos los guionistas que intentaron encauzar al personaje, pero ninguno de ellos logró una etapa notable. Con la llegada del nuevo milenio, la intención en la editorial fue hacer de Pantera negra uno de los grandes íconos de la casa. De esa manera Wakanda se convirtió en un lugar clave para varias aventuras, y T´Challa se sentó en la mesa grande de Los vengadores, junto a figuras de primera línea como Iron Man o Capitán América.
En la actualidad, el novelista Ta-Nehisi Coates es el encargado de llevar adelante las aventuras del personaje, una elección que no fue casual. En julio de 2015, Coates publicó Between the World and Me, un libro en el cual el autor reflexiona sobre qué significa ser negro en Estados Unidos. En una entrevista, y al momento de anunciar que se haría cargo de la serie de T´Challa, el escritor dijo que de pequeño lo apasionaban tres héroes de Marvel, y que todos ellos eran negros, y luego agregó: “Estoy seguro que para mí significaba mucho ver personas en los cómics que se parecían a mí. Era hermoso y yo sentía que así debía ser la cultura pop”. Y por último, un dato no menor: el padre de Coates fue en su juventud miembro de los Panteras negras. De esa manera, nuevamente se cierra un círculo y el camino de T´Challa en la ficción se vuelve a empapar de realidad.
De yapa: El Pantera negra que no fue
A mediados de los noventa, Wesley Snipes había decidido protagonizar una adaptación de Pantera negra. Fascinado por la historia de T´Challa, el actor se encargó personalmente de obtener el beneplácito de Stan Lee para llevar adelante la película, pero el proyecto nunca llegó a concretarse. Las complicaciones que significaba el construir una Wakanda tecnológica como la retrataban las historietas, y las dificultades para encontrar un guionista idóneo, llevaron al actor a renunciar al ansiado proyecto. Pero decidido a no quedarse con las ganas de hacer algo basado en Marvel, Snipes pronto encontró en Blade un excelente sustituto. El del cazador de vampiros fue un proyecto mucho más accesible, y en agosto de 1998 estrenó ese film de terror que se convirtió en la primera adaptación exitosa de Marvel en cine.
De yapa 2: Pantera animada
Aunque su debut en cine se produjo en Civil War, Pantera negra apareció en varias series animadas de Marvel. En 1994 estuvo en los dibujos animados de Los cuatro fantásticos, y más recientemente en 2013 protagonizó varios episodios de Los vengadores unidos.
Pantera negra llegará a los cines el próximo jueves 15 de febrero
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