Pánico y desmayos: los motivos por los que Jean-Claude Van Damme fue despedido de Depredador
El actor belga fue elegido para ponerse en la piel del monstruo de la exitosa película de 1987, pero después de varios problemas en el set, fue sustituido por un exbasquetbolista
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En 1982, Jean-Claude Van Damme abandonó su Bélgica natal y se trasladó a Los Ángeles con la idea de convertirse en una estrella del mundo del espectáculo. Conseguirlo no le resultó fácil: su primera oportunidad de protagonizar en el cine llegaría 6 años después, en la película de artes marciales Bloodsport. Pero un año antes, en 1987, se le había presentado la propuesta de trabajar junto a Arnold Schwarzenegger, Carl Weathers y Jesse Ventura en un film que prometía convertirse en un éxito: Depredador. ¿Qué fue lo que ocurrió? De todo.
En una entrevista publicada por The Hollywood Reporter, Craig Baxley, director de la segunda unidad y coordinador de dobles, dio detalles del casting de Van Damme: “Saltó en el aire. ¡Lo juro por Dios! Abrió las piernas estiradas y su entrepierna quedó al nivel de mis ojos. Y yo mido 1.80 metros”.
El productor Joel Silver lo contrató de inmediato. Van Damme sentía que al fin el gran público iba a conocer su rostro y apreciar su pericia para las artes marciales. Pero la emoción duró poco. A diferencia de sus tres colegas, que habían sido convocados para personificar a miembros del equipo de operaciones especiales, su rol sería otro: nada menos que el monstruo.
Para darle vida al personaje que le da nombre a la película, Van Damme debía enfundarse en un traje que no solo cubría todo su cuerpo, sino que era muy incómodo de llevar. En una entrevista con la revista Starlog en 1989, el actor afirmó que la producción le dijo que básicamente usaría una malla enteriza con maquillaje mitad humano, mitad animal en su cara. Sin embargo, el traje era enorme, con un pequeño tubo para que él pudiera respirar.
Uno de los principales inconvenientes era que las piernas de triple articulación le impedían caminar, y por eso debía permanecer suspendido en el aire, colgado de un arnés, y con las piernas colgando. Algunas versiones indican que fueron varias las ocasiones en las que el actor se desmayó debido a lo caluroso del traje y a las altas temperaturas que imperaban en las locaciones selváticas de México.
Jean-Claude Van Damme on the set of PREDATOR (1987), in the original Predator suit design before he was fired from the film. pic.twitter.com/zij8J0Wv98
— All The Right Movies (@ATRightMovies) August 15, 2022
Los problemas comenzaron pronto: el primer día de filmación, Van Damme rompió la cabeza del traje, que tenía un valor de 20 mil dólares. Allí comenzaron los rumores que indicaban que lo había hecho a propósito, con la esperanza de convencer al director de que se viera su rostro.
Por supuesto que no logró su cometido. Y después de un par de semanas, fue despedido y sustituido por Kevin Peter Hall. Las versiones alrededor de los motivos de su salida son varias y bien distintas. En una entrevista, el actor Bill Duke aseguró que las causas fueron casi inhumanas. “Jean-Claude tenía puesto un traje sigiloso, le pusieron cables y voló entre los árboles con los cables en la espalda”, recordó.
Y continuó: “Se había desmayado dos veces por deshidratación, y el productor se le acercó y le dijo: ‘Si volvés a desmayarte, te despido’. Van Damme, enojado, respondió: ‘No me desmayo a propósito. ¡Estoy deshidratado!”. Según Duke, la situación empeoró. “Pasaron dos semanas y el tipo se desmaya nuevamente. Y entonces, el productor va y lo despide”.
El supervisor de efectos especiales Joel Hynek tiene una versión bien distinta. En declaraciones a The Hollywood Reporter, Hynek declaró: “Estaba junto a Joel Silver en su tráiler y lo manda llamar a Jean-Claude, porque estaba harto de que no siguiera sus indicaciones cuando las cámaras se encendían. Cuando Van Damme llegó, Joel le comenzó a decir: ‘¡Tenés que dejar de hacer kickboxing! El depredador no es un kickboxer’”.
“Riéndose, Jean-Claude le respondió: “Es que debo hacerlo... Así es como yo veo a Depredador”, aseguró el especialista en efectos especiales. Según su relato, la broma no surtió efecto: “El productor, entonces, lo miró y le dijo sin rodeos: ‘Bueno, estás despedido. Salí de aquí”.
La versión de Van Damme tiene algunos puntos en común con las otras, pero el actor asegura que el detonante de su despido fue que se negó a realizar maniobras muy peligrosas. “Fui a la prueba con un amigo. Me pusieron un tubo en la boca. Estuve cubierto con yeso durante, al menos, 20 minutos. Y el yeso estaba hirviendo. Mi amigo me dijo: ‘Si no podés respirar, solo mové tu dedo y te quito esas cosas’. Y lo hice. Empecé a entrar en pánico y dijeron: ‘¡No! ¡Cinco minutos más!’”, recordó.
Y, sobre el traje, indicó: “Mi cabeza estaba en el cuello, mis manos estaban en los antebrazos y había cables. Mis pies estaban en sus pantorrillas, así que estaba sobre zancos. Era un atuendo repugnante”. Según explicó, debido a que su visión y respiración estaban bastante restringidas, le fue muy difícil moverse con la misma agilidad con la que audicionó.
“Mis pies estaban en estos zancos. Cuando Joel me pidió que saltara, sabía que eso no iba a terminar bien. Entonces, le dije: ‘Esto es imposible, Joel. Creo que vamos a tener un problema. Y entonces, me despidió“, aseguró el actor.
“Al tipo que me reemplazó, algo malo le sucedió haciendo las acrobacias. Y entonces, decidieron reformular el traje y hacerlo más seguro”, indicó. Y finalizó: “Estoy feliz de haber escuchado mi intuición”. Lo cierto es que, efectivamente, la producción decidió cambiar el traje en medio de la filmación.
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