¡No me lo esperaba! Grandes vueltas de tuerca del cine actual
Tomamos al estreno de Goodnight Mommy como excusa para repasar sorprendentes giros finales de los últimos años; POR SUPUESTO: ¡ESTA NOTA TIENE SPOILERS!
*1. DESAPARECIÓ UNA NOCHE (2007, Ben Affleck)
La vuelta de tuerca de la ópera prima de Ben Affleck no pertenece al grupo de las que hablaremos más adelante. Es decir, carece de estridencias o de golpes de efecto, especialmente porque está vinculada a la exposición del dilema moral que atraviesa todo el film. En Desapareció una noche el foco está puesto en la búsqueda de dos investigadores privados (Patrick y Angie, interpretados por Casey Affleck y Michelle Monaghan) de Amanda, una niña de cuatro años que fue secuestrada en Dorchester, un barrio de Boston. Sobre el final, se nos revela que el Capitán Jack Doyle (un excelente Morgan Freeman ) había formado parte de la orquestación de un falso secuestro y que Amanda estuvo viviendo feliz y en paz con él y su esposa.
El giro nos obliga indefectiblemente a pararnos de ambos lados de la vereda. Doyle obra motivado por la necesidad de sacar a la niña de un hogar violento (comandado por una cruel y descorazonada madre, interpretada por la gran Amy Ryan) pero lo hace quebrando las reglas. En el último plano del film (lo mejor que hizo Affleck como director) lo vemos a Patrick asimilando la posibilidad de que la maniobra de Doyle, si bien fuera de la ley, puede ser justificada si de proteger a los menores se trata. Un extraordinario desenlace para un film ídem.
*2. LA HUÉRFANA (2009, Jaume Collett-Serra)
Esther toca muy bien el piano. Esther nunca quiere desprenderse de una cinta que usa bien pegada al cuello. Esther tiene un frondoso vocabulario para ser una niña de nueve años. En La huérfana, el guionista David Leslie Johnson nos va dejando pistas que cobran un mayor sentido cuando llega el clímax del film y nos enteramos de la verdadera identidad de esa "chica" que es adoptada por un matrimonio. Lejos de caer en los lugares comunes del subgénero de "niña huérfana que llega a una casa cálida y empieza a asesinar sin miramientos", la película del español Jaume Collett-Serra no nos presenta a Esther como a una pequeña traumada por un pasado oscuro (al menos, no tanto). Por el contrario, el giro es mucho menos predecible y aún más aterrador.
Esther es, en realidad, una mujer de 33 años llamada Leena Klammer que sufre de un desorden hormonal que impide su crecimiento y cuyo modus operandi es el de hacerse pasar por una niña con el objetivo de seducir al patriarca de la familia y asesinar al resto de los integrantes. La revelación llega en una secuencia donde se luce la protagonista del film, Isabelle Fuhrman, quien llora frente a un espejo, se saca la ropa, la dentadura y pone al descubierto el verdadero rostro de esa enfermiza mujer.
*3. LA PIEL QUE HABITO (2011, Pedro Almodóvar)
"No sé a qué genero pertenece esta película", escribió el realizador manchego Pedro Almodóvar en el epílogo de su guión de La piel que habito. Si bien el germen de esta historia puede rastrearse hasta la novela Tarántula de Thierry Jonquet, lo cierto es que el cúmulo de influencias de esta obra maestra es tan vasto como fascinante. En este caso, el giro corresponde a la identidad de Vera (una deslumbrante Elena Anaya, ganadora del Goya por este papel), esa mujer que es prisionera del médico Robert Ledgard ( Antonio Banderas ). ¿El giro? Vera es Vicente, un adolescente que había violentado contra la hija de Robert, quien, en un arrebato de venganza y experimentación médica, lo convierte en una mujer contra su voluntad.
La piel que habito es susceptible a numerosas lecturas, pero acaso el tópico principal sea el de recuperar el tiempo perdido, deseo que mantiene a Vera con vida y deseo que lleva al doctor a su propia muerte. "Mientras siga teniendo memoria, seguirá siendo él mismo", dijo Almodóvar sobre Vicente/Vera y es por eso que, aunque le hayan quitado su cuerpo y años de su existencia, es el recuerdo lo que lo conduce al lugar luminoso donde está su origen, su esencia, su idea de paraíso: los brazos de su madre.
*4. LOS HUÉSPEDES (2015, M. Night Shyamalan)
No podía faltar el nombre de M. Night Shyamalan en un repaso por los giros sorpresivos del cine contemporáneo. Sin embargo, aquí nos corremos de su etapa más celebrada (Sexto sentido, El protegido y, en menor medida, Señales) para destacar su regreso con gloria tras imperdonables traspiés como El fin de los tiempos y After Earth. Los huéspedes lo encuentra al realizador experimentando con el found footage (recurso trillado pero válido para este relato) y, sobre todo, empleando un sentido del humor que estaba ausente en su filmografía previa.
Becca (Olivia DeJonge) y Tyler (Ed Oxenbould, el gran acierto del film) van a visitar a sus abuelos por primera vez en sus vidas - en un prólogo se nos cuenta que la madre se peleó con sus abuelos hace tiempo, privándolos así de un acercamiento a sus nietos - y a medida que pasan los días van notando comportamientos extraños en ambos. Intentos de suicidio, caminatas frenéticas por las noches, llantos abruptos, gritos inexplicables son tan solo algunos de los episodios que atestiguan los chicos. ¿La vuelta de tuerca? Esas personas con las que estuvieron conviviendo no forman parte de su familia sino que son dos pacientes psiquiátricos que habían asesinado a sus abuelos previamente para luego hacerse pasar por ellos. Terrorífica, pero hilarante en iguales dosis, Los huéspedes marcó el renacimiento de un Shyamalan menos ceremonioso y más autoconsciente. Esperemos que esta etapa se prolongue.
*5. THE INVITATION (2015, Karyn Kusama)
Caso curioso el de la directora Karyn Kusama. Debutó con la celebrada indie Girlfight - film que puso a Michelle Rodriguez en el mapa hollywoodense -, después dirigió el fracaso Aeon Flux y posteriormente se puso al hombro la desatada Jennifer's Body. Seis años después de aquel film protagonizado por Megan Fox y con guión de Diablo Cody, Kusama volvió con The Invitation, la excelente creación de los guionistas Phil Hay y Matt Manfredi. El resultado es no menos que brillante y recomendamos no seguir leyendo si no la han visto todavía. SPOILERS A CONTINUACIÓN.
Will (Logan Marshall-Green) y su novia Kira (Emayatzy Corinealdi) reciben una invitación de la ex mujer de Will, Eden, para celebrar la unión con su nuevo esposo David. Lo que comienza como un encuentro normal entre amigos y ex parejas termina mutando en interacciones incómodas y dolorosas - Will y su ex se habían divorciado luego de la muerte de su hijo -, que alcanzan su pico cuando advertimos cuál es la razón detrás de la cena: el asesinato de todos los presentes por parte Eden, David y dos integrantes más de una secta. Los últimos quince minutos son verdaderamente aterradores, pero no tanto como el final mismo, cuando Kusama hace un plano general de Hollywood Hills y empezamos a escuchar gritos de otras personas también víctimas de la misma secta, del mismo plan escalofriante, de la misma invitación.
*DE YAPA: UN CLÁSICO:
*OTRA YAPA, OTRO CLÁSICO:
PARTICIPACIÓN. ¿Qué giros de película los han sorprendido recientemente?
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