Netflix: una guía básica de las películas más importantes del estudio Ghibli
Con la llegada a Netflix de la casi totalidad del catálogo del estudio Ghibli, muchas películas de esa productora japonesa se podrán ver por primera vez de manera oficial en Argentina.
Con 21 largometrajes completos, varios spots publicitarios y hasta algunos video clips, este estudio de animación fundado en 1985 por Hayao Miyazaki, Toshio Suzuki, Isao Takahata y Yasuyoshi Tokuma es uno de los más importantes del mundo. A continuación, hacemos un repaso por algunas de sus emblemáticas obras.
Nausicaä del Valle del Viento
Si bien técnicamente este largometraje originalmente no corresponde a Ghibli, resulta imposible comprender el origen de esa productora sin esta película. En 1982, Miyazaki realizó una historieta llamada Nausicaä del valle del viento, centrada en la saga de una joven guerrera en un planeta post apocalíptico. Pronto Hayao comenzó a pensar en la posibilidad de convertir ese relato en un film animado, y se dedicó de forma exhaustiva a ese proyecto que llegó a los cines en 1984, luego de un auspicioso debut con su ópera prima El castillo de Cagliostro (protagonizada por Lupin III, un personaje muy popular en Japón).
La importancia de Nausicaä en la obra de Miyazaki es tan grande que se puede dividir en tres aspectos: uno temático, uno industrial y uno en términos de trabajo colectivo. Con respecto a la industria, este film fue el que hizo de Miyazaki un autor taquillero y prestigioso. Cuando se estrenó, rápidamente fue un boom en Japón por lo sofisticado de su animación, por el carisma de su heroína y por contar una historia anclada en un mundo arrasado que tenía dolorosos ecos de Hiroshima y Nagasaki (la destrucción del planeta es una amarga constante en muchos cómics nipones). Por otra parte, en este largometraje Miyazaki colaboró codo a codo con Takahata y Suzuki. Si bien el director ya los conocía, el trabajo en conjunto y el éxito del film, los llevó a establecer una sociedad que derivó en la creación de Ghibli como estudio cinematográfico.
Nausicaä del valle del viento es la pieza fundacional del Miyazaki autor, y su protagonista es la primera de una larga lista de heroínas creadas por el realizador. El valor de los recursos naturales, la agonía de un mundo en extinción y la importancia de comulgar con la vida silvestre son otros aspectos aquí presentes, que luego el director profundizó en obras posteriores.
Disponible en Netflix a partir del 1 de marzo.
Mi vecino Totoro
Resulta imposible hablar de Ghibli sin pensar en Mi vecino Totoro, el título cuya popularidad fue tan absoluta que se convirtió en el emblema de la productora. La trama presenta a Mei y a Satsuki, dos pequeñas hermanas que junto a su padre se mudan a una zona rural alejada de Tokio. Mientras su mamá se encuentra internada debido a una tuberculosis, las niñas descubren que en el bosque que las rodea viven criaturas fantásticas que solo ellas pueden ver. De ese modo conocen a Totoro, un gigantesco "monstruo" peludo y dormilón que forma parte del hábitat natural, y que en el transcurso de la trama les permitirá a las niñas transitar el amargo miedo que implica la posible muerte de su mamá.
Con su estreno en 1988, Mi vecino Totoro redefinió el mundo de la narrativa animada, y Miyazaki entregó una historia perfecta en la que el conflicto tiene que ver no con grandilocuentes aventuras, sino con el proceso de crecimiento de dos pequeñas que deben abrazarse durante ese paréntesis eterno que supone la enfermedad de su madre. Y allí Miyazaki propone a la naturaleza como bálsamo, a través de monstruos amigables que permiten sobrellevar esa angustia, en una etapa de la vida en la que lo sobrenatural y lo ordinario pueden darse la mano.
Ya disponible en Netflix.
Recuerdos del ayer
Si bien Miyazaki es el director que suele asociarse comúnmente con Ghibli, Isao Takahata fue otro realizador igual de importante dentro de la productora. De manera apresurada, podría decirse que mientras la obra de Hayao se caracteriza por elementos fantásticos, la de Takahata (al menos en su etapa inicial) se define por sus relatos cotidianos, con personajes con los que resulta fácil empatizar. Incluso desde su estética, los films de Takahata tienen un estilo alejado del estilismo de Miyazaki.
En 1991, Isao estrenó Recuerdos del ayer, la historia de una oficinista de Tokio sumergida en una vida rutinaria, que por cuestiones personales debe realizar un viaje relámpago al pueblo rural en el que creció. Una vez allí, la protagonista no puede evitar sumergirse en los agridulces recuerdos de su infancia.
En el film, el director propone un doble juego entre la adultez y la niñez de la mujer. De ese modo, el rutinario presente contrasta con un pasado feliz, pero que también tiene destellos de una profunda tristeza. Los primeros amores, los rituales familiares, el colegio y los sueños de la infancia, todos esos mundos chocan con una mujer adulta que no puede evitar preguntarse qué tanto se parece a lo que proyectó para sí misma, y si acaso su vida profesional no borró su identidad. En Recuerdos del ayer Takahata demuestra por qué su sensibilidad se complementa tan bien con la de Miyazaki, y cómo el corazón de Ghibli se entiende a partir del diálogo constante entre la obra de ambos autores.
Ya disponible en Netflix.
La colina de las amapolas
Puede que considerar La colina de las amapolas como una de las piezas más emblemáticas de Ghibli despierte la indignación de los puristas, pero lo cierto es que detrás de este film se esconde una crisis familiar, y una mirada al futuro de la productora cuando ya no se encuentre el padre todopoderoso.
El director de El viaje de Chihiro es un hombre obsesionado con la perfección, y esa filosofía lo llevó a tener una breve disputa con el mayor de sus hijos, Goro Miyazaki. En 2006, Goro realizó su ópera prima y bajo el ala del Ghibli estrenó Cuentos de Terramar, una película basada en la serie de relatos de Ursula K. Leguin. El título no funcionó del todo bien en taquilla y la crítica consideró que se trataba de una obra fallida, motivos que llevaron a Hayao a declarar que su hijo aún no estaba preparado para dirigir. Pero luego de un paréntesis de varios años, Goro se animó a realizar su segunda pieza.
Lejos de ambiciosos relatos fantásticos, el joven Miyazaki eligió adaptar un manga llamado La colina de las amapolas. Aquí la trama transcurre en los sesenta, y la protagoniza una joven encargada de cuidar a sus hermanos y llevar adelante una pequeña pensión. De esa manera, una vida llena de obligaciones se combina con su sensibilidad adolescente, y cómo cambia su cotidianeidad cuando establece una profunda amistad con un aspirante a periodista.
La colina de las amapolas se estrenó en 2011 y fue la revancha de Goro. Por un lado entusiasmó a la prensa especializada y se ganó el cariño del público; y por el otro, demostró la madurez de un realizador capaz de desarrollar una historia compleja, que habla de un difícil momento histórico de Japón. Goro (a su padre le) demostró que por sus venas también corre el amor por el cine, y que el día de mañana su voz puede que sea la encargada de dirigir ese barco inconmensurable que es Ghibli.
Disponible en Netflix a partir del 1 de marzo.
Se levanta el viento
Muchos consideran que Se levanta el viento es la pieza crepuscular perfecta para la carrera de Miyazaki. Luego de amagar con el retiro tras el estreno de Ponyo (un film infantil en el que Hayao volvió a un mundo de acuarelas y de amistades idílicas), el director encontró en la novela escrita en 1936 por Hori Tatsuo, la base ideal para reflexionar sobre su última etapa profesional. Se levanta el viento es quizá la película más madura del realizador, no porque sea un título no apuntado a los más chicos, sino porque revela las inquietudes de un autor que comienza a despedirse del cine y que mira con nostalgia su obra pasada.
El film de 2013 se basa en la juventud de Jiro Horikoshi, un ingeniero aeronáutico que diseñó varios de los aviones más importantes que el ejército japonés utilizó durante la segunda guerra mundial. Pero Miyazaki no construye un relato fiel a la vida de Horikoshi, sino que toma a esa figura para contar la vida de un hombre atravesado por una vocación sólida a la que necesita serle leal, mientras acompaña a su mujer durante una dura enfermedad.
Mediante un hombre adulto, y una trama que prescinde de elementos fantásticos, Miyazaki logró reinventarse pero sin alejarse de varios de sus temas habituales: el amor por la aviación, la importancia de no traicionar la propia esencia, y la importancia de los vínculos como motor del relato. Aquí el director abandona temporalmente a sus valientes heroínas para reflejarse en un protagonista que, desde su juventud, puede dialogar con el propio Miyazaki en el cierre de su vida como artista. Un broche de oro perfecto para una carrera, que al parecer, aún tiene una película más por delante.
Disponible en Netflix a partir del 1 de marzo.
De yapa 1: La tumba de las luciérnagas
Es llamativo que el único largometraje de Ghibli que no estará disponible en Netflix sea La tumba de las luciérnagas, una desgarradora obra antibelicista. La película dirigida por Isao Takahata se basa en el relato homónimo de Akiyuki Nosaka, que durante los primeros años 40 debió sobrevivir junto a su pequeña hermana en un Japón marcado por constantes bombardeos.
La tumba de las luciérnagas fue lanzada junto a Mi vecino Totoro, y de alguna manera, ambas mostraron dos formas de comprender la niñez. A 31 años de su estreno, este largometraje aún es una pieza de un impacto innegable y una de las películas más importantes no solo de Takahata o de Ghibli, sino también del cine japonés.
De yapa 2: On Your Mark
A lo largo de las décadas, Ghibli hizo numerosos cortos entre publicidades, institucionales o incluso ese legendario cortometraje sobre Mei y un Gatobús bebé, que solo puede verse en el museo de la productora. Entre todos esos breves relatos, hubo uno dirigida por el propio Miyazaki que injustamente recibió poca atención por fuera de Japón. Se trata del video clip de la canción "On Your Mark", del dúo Chage and Aska. En apenas cinco minutos, el director da una clase de cine que incluye un realidades paralelas, un profundo amor por la naturaleza y una feroz mirada sobre cómo el hombre destruye ya no solo su entorno natural, sino también toda clase de mitos. "On Your Mark" es una pieza perfecta que bien puede ser la puerta de entrada para quienes jamás vieron nada de Miyazaki, y quieren saber en pocos minutos por qué él es uno de los monstruos sagrados del cine.
De yapa 3: la importancia de Joe Hisaishi
Una de los grandes genios de Ghibli es el músico Joe Hisaishi, compositor de la casi totalidad de películas de Miyazaki. Y para celebrar su importancia en el cine de Hayao, en 2008 se realizó un concierto en el que Hisaishi repasó las canciones más importantes que escribió para los films de la productora. De los muchos grandes momentos que dejó ese concierto, seguramente aquel en el que Joe dirige el tema principal de Mi vecino Totoro, y que concluye con el propio Miyazaki dándole un ramo de flores, sea el de mayor emoción.
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