Nathan Fillion: "Estoy en esto desde hace 25 años y la gente no dura tanto"
El actor de Firefly encara un nuevo protagónico en The Rookie, una historia real sobre un padre divorciado de cuarenta y pico
Solamente una temporada bastó para que Firefly, creada por Joss Whedon (Buffy, la cazavampiros y las dos primeras películas de los Avengers), se convirtiera en una serie de culto. Y precisamente fue solo una temporada lo que duró la serie, entre 2002 y 2003, pero fue suficiente para generar una película en 2005 -Serenity-, incontables cómics, un juego de rol y elevar a su protagonista, el canadiense Nathan Fillion, como el dios de los geeks, como lo llamó la revista Entertainment Weekly. Si no fuera porque Fillion (marzo, 1971) elige ciertos proyectos que lo acercan a la fanaticada, sería otra actor más, como tantos hay en el nutrido universo de las series. Pero el hombre se las ha ido ingeniando para estar siempre en boca de la cultura pop. Para el pueblo, fue Frank Castle, escritor de novelas de misterio en la serie homónima durante ocho años entre 2009 y 2016 y 173 episodios junto a Stana Katic, quien fue echada por el canal ABC con poco tacto en el último año. Las razones nunca fueron del todo claras, aunque se especula con que Katic a esa altura era una de las actrices mejor pagas del momento, con 12 millones de dólares por año, y una renovación de contrato sería por un salario mucho mayor, algo que el canal no estaba dispuesto a hacer. De hecho, después del alejamiento de Katic, la serie fue cancelada.
Mientras Fillion estaba en Castle, seguía alimentando a la bestia pop con apariciones como la voz de Linterna Verde en varias películas animadas de DC y en la serie web Con Man, basada en sus experiencias en el circuito de las convenciones de cómics. El actor, muy amigo de James Gunn, hizo la voz de un alien en Guardianes de la Galaxia y también aportó sus cuerdas vocales a Cars 3 y Monsters University. Este año, Fillion sorprendió al protagonizar un fan film subido a YouTube basado en el video juego Uncharted.
Ahora, Fillion -quien dialogó con la nacion- produce junto al creador de Castle, Alexi Hawley, The Rookie, una nueva serie basada en un caso real que lo tiene como un padre divorciado que a los cuarenta y tantos sufre una crisis existencial y se anota como cadete en la policía de Los Ángeles. Presentada por Universal TV en Latinoamérica, The Rookie se estrenó el miércoles pasado, a las 22.
-La serie habla de reinventarse a los 40. ¿Es lo que te atrajo de la historia?
-Hay un fenómeno cultural que es el rehacerse, porque los divorcios no significan que se termina tu vida. La gente empieza de nuevo. Ya no se trabaja de los 20 a los 60 años en la misma empresa. Este programa se trata de un hombre que debe rehacerse: no es un marido porque está divorciado, no es más un hombre de familia porque su hijo se fue a vivir lejos. Así que vemos con ojos frescos a unos ojos no tan frescos.
-La sociedad hoy pondera la juventud como un valor, pero tu personaje parece indicar que hay vida después de los 40.
-Vengo de una familia de docentes y en mi pueblo había un programa con el que incentivaban a los maestros a no retirarse temprano para que cuando llegaran nuevos hubiera un recambio fluido y se compartieran vivencias. Soy ese tipo de persona, en especial a mis casi 50 años que aprecio la experiencia. Es saludable ver cómo otros cometen errores para aprender a no cometerlos: creo que es una forma inteligente de vivir.
-¿Qué encontraste después de los 40 en tu vida?
-Primero, mis rodillas. Había un tiempo en el que me pasaba algo, me lastimaba y no me preocupaba porque en dos semanas iba a estar bien. Ahora me tengo que poner cremas, estirar, un montón de cosas que si no las hago me van a molestar después.
-¿Cosas positivas?
-Desarrollé mis expectativas: puedo ver una situación y explicar de 25 maneras distintas por qué saldrá mal. Como esta situación: ¿por qué firmar contrato con un proyecto si no vi el guion? Soy tan inteligente como para darme cuenta cuando se presenta una oportunidad excelente de trabajo y decir que sí. Así que ahora puedo ver hacia atrás y darme cuenta de cuándo estuve en una posición perfecta: solo que no me daba cuenta.
-Tu relación con Alexi se remonta a Castle. ¿Cómo es tu colaboración desde hace tanto tiempo?
-Cuando la gente me pregunta cuál es mi episodio favorito de Castle yo siempre digo que ven 42 minutos de un programa que para mí significó 16 horas diarias. Siempre existe la creencia que uno lee el guion y piensa en cómo será la historia, pero mi forma de pensarlo es cómo va a ser mi rutina diaria. Si voy a estar ahí durante 16 horas todos los días, ¿con quién voy a trabajar?, ¿para quién? Trabajar con alguien que ya conocés y sabés que vas a esperar, porque es bueno y talentoso, hace que estés listo para disfrutar el día a día. Sé que esperar y sé que a él le encanta contar historias.
-¿Cuál sería tu otro trabajo si no fueras actor?
-Siempre imaginé que si no hiciera esto daría clases. Pero clases de actuación con distracciones porque nadie te enseña a actuar en ambientes donde hay muchas distracciones: tipos con cables, luces, micrófonos, no estás mirando a otra persona, sino un papel fuera de cámara. Y no solo las distracciones: te piden crear algo sorprendente 40 veces seguidas, a veces solo el final, otras desde la mitad. Tenés que poder cortarlo en pedacitos y rastrear tus emociones. O si no trabajaría en una isla tropical paradisíaca, en un crucero donde todos tuviera que llamarme "capitán".
-Hace poco hiciste el fan film de Nathan Drake basado en el videojuego Uncharted. Es algo que no se espera de un actor de Hollywood.
-Soy uno de los más afortunados que conozcas porque estoy en la industria desde hace 25 años y la gente no dura tanto. Me preguntan: "¿Vas a hacer más ciencia ficción?". Da la impresión de que elijo los proyectos, y no es así: voy de un lado a otro tratando de ver qué consigo, como todos. Y así llegó Drake's Fortune. Me divierte poder hacer cosas que te entretengan y fue una experiencia nueva.