Natalia Oreiro estrenó Gilda, no me arrepiento de este amor: "Es el papel que mayor responsabilidad me trae"
La actriz habló con LA NACION en la presentación del biopic de la reina de la música tropical
Si hay un papel que quería interpretar Natalia Oreiro era éste. Durante años esperó el momento preciso para ponerse en la piel de Miriam Alejandra Bianchi, más conocida como Gilda. Y llegó. Detrás de la mirada y dirección de Lorena Muñoz, la actriz encontró el vehículo perfecto para contar esta historia: un relato muy cuidado de la vida y muerte de una mujer que pasó de ser maestra jardinera a un ícono de la cultura popular.
Anoche, en la premier de la esperada biopic ( Gilda, no me arrepiento de este amor ), la actriz habló con LA NACION de uno de los trabajos más importantes de su carrera. En pleno frenesí ahí estaba ella: la uruguaya, cuya primera aproximación a la cumbia fue en Muñeca Brava, telenovela en la que interpretaba a Milagros, una cantante de la movida tropical que versionaba a Gilda. Llegó a la alfombra roja que se montó para la ocasión en el Dot radiante, con un vestido al cuerpo, unos tacos altos y el pelo recogido.
"Es el papel que mayor responsabilidad me trae, porque es la primera vez que interpreto a alguien que existió y que es tan reconocida y querida. A 20 años de su partida, la gente la sigue recordando, versionando, extrañando. Y claro, tenía el desafío de que la persona que entre al cine pueda verla a Gilda, no solamente visualmente sino sonoramente. Estoy contenta con el resultado", dijo Oreiro, emocionada.
Varias celebridades, como Luz Cipriota, Fernado Dente, Lucía Galan, Facundo Arana y Nicolás Furtado, estuvieron en la gran noche de Gilda, no me arrepiento de este amor. La presentación del film fue muy especial porque se realizó justo el día del aniversario de su muerte: ayer se cumplieron 20 años exactos de ese trágico accidente y cientos de fans quisieron recordarla. Algunos, en el santuario que se levantó en el lugar del choque y otros, como Natalie -una checa que vino especialmente a Buenos Aires-, en el preestreno. "Yo conocí a Gilda gracias a Muñeca Brava", contó la extranjera, que aprendió español por las telenovelas de Natalia Oreiro. La actriz es la Madonna de Europa del Este.
Angela Torres, con un outfit entre punk y teen, se mostró contenta con su papel en la película. A ella le tocó encarnar a la cantante de cumbia en su adolescencia en dos momentos claves con su padre: cuando aprendía a cantar mientras él tocaba la guitarra y la muerte de esa figura tan ligada a su costado musical. "Estoy feliz, conocí a Gilda a traves de la película y me encantó", dijo antes de unirse al grupo para sacarse la foto del elenco. Lautaro Delgado, que interpreta Raúl, el esposo de Miriam y también su principal obstáculo cuando descubre que quiere dedicarse a la música, se detuvo a charlar con la prensa. Además de reconocer el valor de las canciones de Gilda desde un costado popular, el actor contó que mientras estaba sucediendo la premier, Fabricio -hijo de Bianchi, uno de los sobrevivientes del accidente- estaba en ese mismo momento viendo el film en su casa.
Fabricio tenía seis años cuando su madre, su hermana y su abuela murieron en la ruta y desde entonces no ha tenido contacto casi con los medios. Ahora, en su adultez, fue él quien cedió los derechos de las canciones para que pudiera darse a conocer la historia de quien fue su mamá y que para otros se convirtió en una santa. Fue la dupla de Oreiro y Muñoz quien logró convencer al único heredero de contar esta historia.
"Siempre fui fan de ella y de su música. Gracias a la investigación de Lorena Muñoz que hizo una reconstrucción con su familia, sus mejores amigas, sus músicos -que además participan de la película como músicos originales- pudimos conocer quién era Miriam detrás del mito. A Miriam como mamá, como maestra jardinera, como esposa...", detalló la actriz.
Gilda contó con un aliado incondicional para sumergirse en la música tropical, Toti Giménez, quien fue su aliado artístico y emocional. Al respecto, agregó Natalia: "También todo el prejuicio que tuvo que atravesar en el mundo de la bailanta cuando ella comenzó -es un ambiente muy machista-, que su imagen desentonaba un poco con lo que se usaba. Incluso de parte de la familia que no entendía cómo teniendo una familia establecida, un trabajo... iba a querer salir a cantar de repente. Y eso no fue de repente, era algo que se venía gestando interiormente, que lo quiso hacer siempre y un día dijo ´lo voy a hacer´, luchó contra todo eso y lo consiguió".
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