Murió George Hilton, el actor uruguayo que se convirtió en leyenda de los spaghetti western
En tiempos en los que el cine italiano, y por extensión buena parte del cine europeo, se imaginó a sí mismo como una sucursal del lejano Oeste con sus tiros y cowboys de ocasión, y el giallo de ese país añadía al crimen psicopático a un escenario de horror a veces rocambolesco, un actor uruguayo integró ese conglomerado de estrellas que hoy son de culto.
Franco Nero, Bud Spencer, Tomas Milian, Gianni Garko y Fabio Testi fueron parte de ese universo donde brilló Jorge Hill Acosta y Lara, hijo de una patricia familia uruguaya que no veía con buenos ojos aquello de ser actor y menos de un cine hecho de tiros y terror. Cambió su nombre por el de George Hilton y con esa estrella brilló en el cine de los 60 y 70 hasta ser considerado un actor "de culto".
¿Pero que debía tener un actor para ser un vaquero alla italiana? "Tener un físico acorde, saber andar a caballo, dar puñetazos. Hice boxeo de chico, tener resistencia y soportar la mugre, el polvo y los tiros... pero siempre preferí las comedias como las que hacía Cary Grant", confesaba a LA NACION Hilton hace unos años, como una de las máximas estrellas invitadas en el Festival Internacional de Punta del Este.
En los hechos, la próxima edición del Festival de Sitges presentará el documental George Hilton – The World Belongs to the Daring, de Daniel Camargo que repasa su vida. Su carrera se había iniciado en el cine argentino en Los tallos amargos, de Fernando Ayala, para proseguir en títulos como Una viuda difícil y Alto Paraná, entre otras, hasta desembarcar en el cine europeo con un título que lo sintetiza todo: El hombre enmascarado contra los piratas, de Vertunnio De Angelis a la que seguirá su Agente 007 "clase B" en Due mafiosi contro Goldginger, donde también actuaban Alfredo Mayo y Fernando Rey.
Pero será de la mano de Lucio Fulci con Las pistolas cantaron la muerte, conocida aquí como Tiempo de masacre, donde acompañó a Franco Nero, con la que comenzará a cincelar su fama. Le siguieron decenas de títulos (Los dos hijos de Ringo, El último maldito, Los cuatro despiadados, Para mí el oro, para ti el plomo), que alimentaron una industria y construyeron un perfil que lo acompañó hasta el pasado fin de semana, cuando su pareja Gabriella Reston dio a conocer su deceso vía Facebook.
Hilton había nacido el 16 de Julio de 1934 en Montevideo, y era un atildado personaje de fina estampa romana pero al que los fans del spaghetti western imaginaran por siempre a caballo a través de un desierto interminable.
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