
Más entradas, menos títulos
La concurrencia en julio subió un 20% y la recaudación, un 50%

En julio, los complejos de cine disfrutan del mejor momento del año. Durante ese período la recaudación por venta de entradas triplica a la de cualquier otro mes y los ingresos por pochoclos, gaseosas, nachos y golosinas se multiplican en una proporción todavía mayor. Por eso, las cifras del mes -y, sobre todo, las del período de las vacaciones de invierno- son tan importantes para el negocio local. Y el balance no puede ser mejor. Con sólo 26 días computados de julio se vendieron en todo el país 7,5 millones de tickets, medio millón más que en todo ese mes de 2011. La diferencia será todavía mayor, ya que de aquí al 31 se esperan más de un millón de espectadores adicionales.
Las proyecciones realizadas por LA NACION sobre la base de fuentes del mercado y los datos de los informes aportados por la consultora Ultracine indican para todo julio un incremento superior al 20 por ciento en la concurrencia respecto del mismo mes del año último, mientras que la recaudación aumentará cerca del 50 por ciento, aunque en esta última comparación incide en parte la suba del costo promedio de una entrada, que pasó de 24,83 a 29,73 pesos en estos últimos doce meses. En el acumulado anual también el panorama es muy alentador, ya que hasta anteayer se habían vendido 29,8 millones de tickets contra 27,3 millones de 2011 (una suba del 9,2 por ciento) y todo indica que se superarán los 42,9 millones correspondientes a la temporada récord de 2004.
Mientras el sector de la exhibición (las cadenas dueñas de los principales complejos cinematográficos) festeja el furor del mercado argentino, en el terreno de las distribuidoras (los dueños de los derechos de las películas y los encargados de su lanzamiento) el éxito no es tan unánime y ha dejado ganadores y perdedores. En los últimos años, y sobre todo en éste, se ha notado una progresiva tendencia a la concentración: cada vez son menos los títulos elegidos por el público pero éstos muestran cifras cada vez más imponentes. Hasta hace poco, eran muchas las películas que, por ejemplo, superaban la barrera del millón de espectadores. Hoy, esa cantidad se ha reducido de manera notoria, pero aumentaron los casos de producciones con más de dos o tres millones de tickets vendidos.
El ejemplo más notable de este año es el de La Era de Hielo 4 , que llega al final de las vacaciones de invierno con casi cuatro millones de tickets acumulados, lo que le permite ubicarse muy cerca del récord que posee Titanic , de James Cameron, con 4,6 millones. Gracias a su poder de convocatoria entre el público infantil, ha logrado incluso pelearle cabeza a cabeza el liderazgo de la taquilla al muy esperado estreno de Batman: e l caballero de la noche asciende, que tiene más pantallas a su disposición.
Pese a que en las cifras de anteayer, el film animado de Fox quedó segundo detrás de la última entrega de la trilogía de Christopher Nolan, la diferencia en favor de esta última fue escasa (105.000 entradas contra 90.000 de la primera) y, a nivel de ingresos, como La Era de Hielo 4 recauda más por ticket al exhibirse en muchas salas 3D, podría terminar el fin de semana muy cerca o incluso por encima del regreso de Batman.
La Era de Hielo 4 no es el único título "multimillonario", ya que tanto Madagascar 3 como The Avengers: Los Vengadores -lanzadas bastante antes del receso invernal- también se ubican muy cerca de los tres millones de localidades. Más atrás quedaron, aunque por encima del millón de espectadores, otro largometraje animado, Valiente y otra propuesta de superhéroes, El sorprendente Hombre Araña .
Pero, mientras las películas de animación infantil y de personajes con poderes sobrenaturales surgidos de la historieta consiguen números asombrosos, las propuestas para adultos y de otros orígenes prácticamente han desaparecido de la cartelera, con algunas honrosas excepciones como la de A Roma con amor , de Woody Allen, que ya convocó a 370.000 personas. Ante la imposibilidad de estrenar películas más pequeñas y exigentes desde hace varias semanas, se acumulan para agosto, septiembre y octubre decenas de lanzamientos de títulos de distribuidoras independientes que deberán competir entre sí por el favor de un público ya mucho más reducido.
Por su parte, el cine argentino ha vivido unas vacaciones de invierno para el olvido, ya que el único título lanzado, Soledad y Larguirucho , apenas pudo sumar 55.000 entradas. En agosto, cuando empiece la temporada "baja" del mercado, arrancará la maratón de novedades nacionales. Los empresarios del mercado local confían en que títulos como Dos más dos , comedia de enredos sexuales con Adrián Suar, Julieta Díaz y Carla Peterson; y Todos tenemos un plan , thriller psicológico con Viggo Mortensen y Soledad Villamil, puedan encontrar un público masivo y sumarse al exclusivo club de los que llegan al millón de espectadores.