Martin Scorsese, al rescate del cine amenazado por los algoritmos del streaming
Como si se tratara de la continuación de una saga que comenzó con “Martin Scorsese versus Marvel”, hace unas horas que el título “Martin Scorsese versus las plataformas de streaming” comenzó a circular en las redes sociales. Más allá de celebrar que el director de 78 años sea tan relevante ahora para la cultura global como hace décadas, el motivo esta vez va mucho más allá de una disputa entre los fanáticos de los superhéroes que acusan al realizador de Buenos muchachos de elitista y los cinéfilos que rechazan por principio a las películas basadas en cómics.
Para celebrar la figura de Federico Fellini y su filmografía, Scorsese escribió un elocuente ensayo para la revista Harper’s en el que el director neoyorquino aprovecha para advertir a los lectores sobre los dañinos efectos del concepto “contenido” y el uso que los sistemas de streaming hacen de él. “Hasta hace quince años, el término “contenido” se usaba solo cuando la gente discutía sobre cine con seriedad. Era utilizado en oposición a la idea de “forma” pero gradualmente se hizo de uso corriente y más gente que se apoderó de las empresas de medios que en su mayoría no sabían nada de la historia del arte cinematográfico ni les interesaba lo suficiente para conocerla. El “contenido” se volvió un término comercial, utilizado para nombrar a todas las imágenes en movimiento: una película de David Lean, un video de un gato, un comercial del Super Bowl, la secuela de una película de superhéroes y un episodio de una serie. Se relaciona, por supuesto, no con la experiencia de la proyección en salas sino con el consumo hogareño en las plataformas de streaming que se impusieron sobre la experiencia de ir al cine del mismo modo en que Amazon arrasó con las tiendas físicas”, escribió Scorsese. Conociendo de memoria las respuestas indignadas que suelen desatar sus declaraciones aclaró: “por un lado, los sistemas de streaming han beneficiado a los realizadores, entre los que me incluyo. Pero por otro lado crearon una situación en la que todo es presentado al espectador con el mismo nivel de disponibilidad. Algo que suena democrático pero no lo es. Si lo que vas a ver es sugerido por un algoritmo basado en lo que ya viste y las recomendaciones se basan solo en un tema o género entonces ¿qué genera eso en el arte cinematográfico? La curación no es antidemocrática o elitista, un término que se usa tanto que ya perdió su sentido. La curación es un acto de generosidad en el que estás compartiendo lo que amás y lo que te inspira. Los algoritmos, por definición, están basados en cálculos que tratan a los espectadores como consumidores y nada más que eso”.
Aunque muchos podrán interpretar el texto del director –que realizó El irlandés asociado con Netflix, que recientemente también se estrenó su serie documental Supongamos que Nueva York es una ciudad, y que prepara su próximo film Killers of the Flower Moon con la producción de Apple TV+– como un mordiscón a la mano que le dio de comer, lo cierto es que sus reflexiones apuntan bastante más profundo. Al repasar la filmografía de Fellini y recordar un tiempo en el que el arte cinematográfico estaba lejos de ser un negocio regido por los números de taquilla, Scorsese aboga por defender “al cine y la importancia que tiene en nuestra cultura. Quienes conocemos el arte del cine y su historia debemos compartir nuestro amor y conocimientos con la mayor cantidad de gente posible”. Un llamado a la acción que él mismo honra con sus palabras.
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