Maratón Duro de matar: cinco películas y 25 curiosidades de esta gran saga
La pentalogía de Duro de matar es una de las franquicias más importantes de Hollywood. En estos films Bruce Willis interpreta a John McClane, un duro policía neoyorquino que -solo o acompañado- se enfrenta a todo tipo de amenazas terroristas. Este fin de semana, más precisamente hoy, desde las 15.45, FOX Premium programó una maratón de las cinco películas de McClane, una excusa perfecta para repasar curiosidades de esta apasionante saga.
Duro de matar (1988): el comienzo de la leyenda
De qué se trata: el largometraje es de sobra conocido y quienes no lo vieron probablemente se pierden uno de los tanques de Hollywood. Un policía llamado John McClane va al majestuoso Nakatomi Plaza a buscar a su esposa, pero allí termina enfrentándose a un grupo terrorista. La película concentra mucha acción e imponentes escenas en las que Willis demuestra su magnética presencia en pantalla. Duro de matar arrasó en la taquilla y su popularidad dio pie a cuatro entregas más.
- La musculosa famosa. La musculosa blanca que Willis lleva durante toda la aventura fue donada al museo Smithsonian. Se trata de una pieza invaluable que los fans del personaje no se cansan de fotografiar.
- La preferida. Recientemente el actor confesó cuál es su escena favorita. Lejos de los tiroteos, su momento preferido es el que refleja el lado más emocional de John: "Discutimos mucho sobre si debíamos mostrar a McClane llorando o angustiado cuando cree despedirse de su esposa. Y recuerdo que hicimos una sola toma y a todos les gustó mucho que yo me quebrara un poco. Creo que esa fue una escena muy interesante".
- Personalidades fuertes. Jeb Stuart, uno de los guionistas, destacó en el libro Die Hard: The Ultimate Visual History que el productor Joel Silver era muy exigente con los cambios que proponía. Y según la mirada del escritor, el temperamento sereno del director John McTiernan era clave para calmarlo. Stuart lo expresó así: "Él me protegió muchas veces de las fuerzas de Joel. Sabía lo que quería expresar y en dónde iban a estar los grandes momentos. Él tomaba lo que yo escribía en las páginas y lo convertía en algo visual y de esa forma el productor entendía las situación".
- ¡No va más! El temperamento de Silver chocaba muy seguido con la paciencia del actor central. Eventualmente ambos llegaron a un punto de tensión tan elevado, que en la tercera entrega Willis rechazó volver a trabajar con él. Si bien Silver en muchos sentidos es el gran responsable del éxito de la primera Duro de matar, su personalidad lo dejó afuera de la franquicia.
- Duro de matar: el día que Bruce Willis aceptó el rol que nadie quería hacer y cambió su carrera
- Parate acá... Uno de los mayores motivos de disputa entre Willis y el director, tenía que ver con que el actor nunca quería pararse donde McTiernan le pedía. Esto tenía un motivo que la estrella escondía celosamente y así lo explicó el realizador: "Joel Silver, que es capaz de decirle cualquier cosa a cualquier persona, finalmente se lo hizo decir. En esa época Bruce estaba empezando a quedarse pelado y por ese motivo no quería pararse desde un ángulo en el que lo iluminaran por la espalda, porque eso quedaba en evidencia".
Duro de matar 2 (1990): la suerte de McClane
De qué se trata: apenas dos años después de la primera parte, el productor Joel Silver lanzó una secuela. Esta vez, el destino lleva a McClane a combatir a un grupo de terroristas en un aeropuerto internacional. Sin la dirección de John McTiernan, que optó por dirigir La caza del octubre rojo, este film fue recibido de manera tibia por la crítica, pero contó con un importante apoyo del público, convirtiéndolo en el séptimo título más visto durante el año de su estreno.
- Un tal Malone. Al igual que sucedió con la primera parte, Duro de matar 2 surgió a partir de una novela. En este caso, la ficción 58 Minutes de Walter Wagner fue la elegida para convertirse en una nueva entrega de las aventuras de McClane. En la pieza literaria el protagonista es un oficial de élite llamado Frank Malone, un agente que poco tiene que ver con el estilo mucho más sucio del héroe interpretado por Willis.
- Demanda. Este fue el primer largometraje en recibir una demanda por una empresa que hizo publicidad en el marco de la trama. La firma Black & Decker pagó para que se vieran herramientas de su marca en alguna escena, pero dicho momento quedó afuera en el proceso de montaje. Cuando los ejecutivos de la empresa fueron al cine y vieron que en ningún momento McClane utilizaba herramientas de su compañía no dudaron en iniciar un juicio por varios miles de dólares.
- ¿Firmo? Bruce Willis estaba muy reticente a formar parte del largometraje, una situación que ponía muy ansioso a Joel Silver. Los motivos que tanto hacían dudar al actor tenían que ver con que consideraba que esta secuela era una réplica de la primera parte. Sin embargo, y probablemente por el cariño que sentía por McClane, el actor firmó contrato.
- Malas palabras. Los insultos son una marca de fábrica para el protagonista y la construcción de McClane tiene mucho que ver con el modo en el que habla. Pero ese hábito derivó en una consecuencia no deseada. Cuando emitieron Duro de matar 2 en televisión, se decidió cambiar muchos de los insultos y volverlos a doblar por otros actores. Esa censura no solo modificó sustancialmente la naturaleza de varios personajes, sino que llegó a extremos ridículos provocando sin sentidos.
- Qué pasó... Aquí se marca la despedida de Bonnie Bedelia en su rol como Holly McClane, esposa de John. Ella se encuentra a bordo de uno de los aviones que se ve afectado por la amenaza terrorista y, aunque se trata de un personaje atractivo, su participación en el film se siente algo forzada. En el guion original figuraba otra mujer como una de las protagonistas, y si bien su rol al día de hoy aún es un misterio, sí se confirmó que los planes sugerían a Linda Fiorentino como la actriz encargada de interpretarla.
Duro de matar: la venganza (1995): la revancha le sienta bien
De qué se trata: a pesar de los magros resultados de Duro de matar 2 con la crítica, FOX confió en que una tercera entrega era altamente rentable. Por ese motivo se ensambló un equipo de lujo para la nueva secuela. Nuevamente con la dirección a cargo de John McTiernan, el equipo sumó a Samuel L. Jackson, una estrella en ascenso, para formar dúo con McClane. Y, en último lugar, Jeremy Irons fue convocado para encargarse del carismático villano. El resultado fue el de un largometraje redondo, que supo estar a la altura del film original de la saga.
- Que sí, que no. Inicialmente el guion se llamó Troubleshooter y la acción situaba a McClane a bordo de un crucero por el caribe, pero eventualmente rechazaron esta propuesta por considerarla muy parecida a Alerta máxima. A pesar de eso, Troubleshooter luego fue utilizada para la secuela de Máxima velocidad, en la que Sandra Bullock enfrenta a un grupo de terroristas arriba de un barco.
- El elegido. Otro guion descartado por el propio Willis, que en ese punto tenía un gran poder creativo sobre el proyecto, incluyó como centro de la trama a un grupo de terroristas tomando control sobre el sistema de subtes de Nueva York. Finalmente la historia de Duro de matar: la venganza provino de un material que originalmente iba a servir para la tercera parte de Arma mortal. FOX le compró a Warner los derechos de un guion llamado Simon Says, que esa distribuidora había adquirido para convertirla en la tercera entrega de las aventuras policiales de Riggs y Murtaugh.
- El villano ideal. Originalmente McTiernan quería como villano a Sean Connery. El director ya había trabajado con él en La caza del octubre rojo y lo consideraba la opción perfecta para componer a Simon, no solo por la importancia que tiene la voz del villano, sino también por su aspecto distinguido. Pero para decepción del realizador, Connery rechazó la idea de manera contundente, simplemente porque no quería interpretar a un personaje así de malvado.
- Química. Este film marcó una nueva colaboración entre Willis y Samuel L. Jackson, quienes tenían una gran química delante y detrás de pantalla. Al momento de encontrar al actor encargado de personificar a Zeus, el protagonista se acordó de su compañero en Tiempos Violentos y no dudó en sugerirlo como el nombre ideal para el papel (que originalmente iba a ser personificado por Lawrence Fishburne). Jackson aceptó gustoso la propuesta y se emocionó mucho cuando supo que el propio Bruce fue quien lo propuso. Samuel se sintió tan a gusto con este personaje, que llegó a confesar que de todos sus trabajos en el cine, Zeus es quien más se le parece.
- Duro de matar argentino. El doble de Bruce Willis vive en Núñez
- Sospechoso. El eje de la trama es un ambicioso robo que tiene como objetivo el oro de la reserva federal, y el exceso de detalles que muestra el relato llamó la atención del FBI. Un grupo de agentes de dicho servicio de inteligencia interrogó al guionista de la película, Jonathan Hensleigh, para consultarle de dónde había obtenido tanta información. Él los sorprendió cuando les demostró que todo su conocimiento provino de un artículo publicado en el New York Times.
Duro de matar 4.0 (2007): padre e hija
De qué se trata: cuando parecía que la de McClane era una trilogía cerrada, los fans de la saga celebraron una cuarta entrega. Esta secuela triunfó porque supo que la única forma de renovar al personaje, irónicamente, era dejándolo como estaba. De ese modo, McClane se revela como un dinosaurio en épocas de autos voladores y hace de su fuerza e ingenio las mejores herramientas en una época en la jóvenes policías confían demasiado en la tecnología. Y ante la amenaza de un hacker que puede colapsar el sistema, nadie mejor que McClane y su desconocimiento absoluto sobre informática.
- Puntapié. Una vez más, la base del guion no tuvo absolutamente nada que ver con algo pensado originalmente para McClane. Esta vez el disparador fue un artículo del autor John Carlin en 1997, llamado Adiós a las armas y publicado en la revista de tecnología Wired. El texto versaba sobre la importancia de la cibernética en el campo de las fuerzas militares, en un mundo que ya se había despedido de la guerra fría.
- ¿McClane y Jack Bauer? Hubo un rumor que disparó las fantasías más profundas de los amantes del cine y las series de acción. A lo largo de su producción, el film recibió el títuloDuro de matar 24/7.La inclusión del 24 en el nombre disparó el mito sobre una posible colaboración entre McClane y Jack Bauer, el protagonista de 24 encarnado por Kiefer Sutherland. Teniendo en cuenta la naturaleza de ambos héroes y las enormes posibilidades que podrían surgir en una historia que los tuviera como protagonistas, el rumor persistió durante meses y llegó a cobrar muchísima fuerza. Lamentablemente, eso nunca sucedió.
- La hija de McClane es... En este largometraje la hija del protagonista tiene un peso decisivo. El papel que finalmente consiguió Mary Elizabeth Winstead fue muy codiciado en la industria, y para él se presentaron otras estrellas como Britney Spears, Jessica Simpson y hasta Rummer Willis hija de Bruce y Demi Moore.
- ¡Quiero a Ben! En los planes originales, el hacker que acompaña a McClane iba a ser su propio hijo y el arco centrado en Lucy no iba a figurar. Con el tiempo, según reveló el director Len Wiseman, esa idea fue desechada y ahí sí apareció el rol de la hija. La idea de John rescatándola a ella, era una de las opciones que quedó en el tintero para la tercera parte. Por cierto, cuando se hablaba de un hijo para McClane, Willis no dejaba de insistir en convocar a Ben Affleck, con el que había tenido una gran química en Armageddon.
- La película favorita. Un dato breve, pero importante es que Bruce Willis reconoció que esta es su entrega favorita de todas las Duro de matar.
Duro de matar: un buen día para morir (2013) y una despedida que no quiere llegar
De qué se trata: aunque está lejos de ser un broche de oro, Duro de matar: un bien día para morir permite descubrir al héroe haciendo equipo con su hijo. Lejos de los Estados Unidos, ambos se sumergen en una peligrosa aventura en Rusia. El largometraje no terminó de convencer ni al público ni a la crítica, motivo por el que los fans del carismático McClane aún insisten con un una despedida a lo grande.
- Taquilla. A nivel mundial, Duro de matar: un buen día para morir fue la menos rentable de la franquicia. En los Estados Unidos recaudó 67 millones de dólares, contra los 140 que había logrado la cuarta parte. China fue el único país en el que este film fue un verdadero suceso.
- Idea original. Por primera vez, una película de la saga contó con un guion propio que no se basó en ninguna obra publicada con anterioridad. La idea original de mostrar a padre e hijo como eje del relato fue propuesta por el propio Willis.
- De la más larga a la más corta. Con apenas 97 minutos de duración, esta es la pieza más breve de toda la saga. Con 134 minutos, la primera película es la más extensa.
- Candidatos. A diferencia de lo que sucedía con Lucy McClane, personaje codiciado por varias actrices, esta vez el rol de Jack McClane no fue motivo de demasiadas pujas. Para el personaje que finalmente compuso Jai Courtney, se presentaron también Justin Timberlake y Liam Hemsworth.
- El único. Con este largometraje, Bruce Willis se convierte en la única persona que estuvo a lo largo de toda la pentalogía. Nadie más, ni del equipo técnico ni del equipo artístico, trabajó en todas las películas. Esto revela el profundo amor que el actor tiene por la saga y como desde la tercera entrega, cuando tuvo mayor poder en Hollywood, siguió de cerca todas las decisiones creativas ejercidas en cada una de las secuelas. Sin lugar a dudas, y a pesar de haber interpretado a muchísimos héroes y antihéroes de Hollywood, John McClane es el gran personaje de Bruce Willis en el cine.
¿Cuándo verlas? Hoy, sábado 27, FOX Premium emitirá las cinco películas de la saga a partir de las 15.45.
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