Los actores inician una histórica huelga en Hollywood que paraliza la industria del cine y la televisión
Por la huelga de los 160.000 afiliados al sindicato de actores, que se suma a la medida de fuerza de los guionistas, quedarán paralizados los rodajes y no habrá más entrevistas ni estrenos con alfombra roja; corren riesgo la Comic-Con, el festival de Venecia y la entrega de los Emmy
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Los peores temores de parálisis en la industria del entretenimiento más grande del mundo empezaron a hacerse realidad, al confirmarse este jueves el comienzo de una huelga por tiempo indeterminado de los actores de cine y televisión de Hollywood.
El paro anunciado por el sindicato de actores de Estados Unidos (Screen Actors Guild, SAG), que alcanza a 160.000 personas, implica el cierre inmediato de toda producción cinematográfica y televisiva del que participan los afiliados a la entidad no solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo. Los actores, a partir de la medianoche del jueves, también dejarán de participar de cualquier encuentro promocional y actividad de prensa.
Hasta que se levante un paro de alcances tan inciertos como su extensión, no habrá entrevistas ni alfombras rojas con actores presentes, situación que amenaza la realización de algunos encuentros muy significativos previstos en el calendario anual de la industria del entretenimiento. La convención Comic-Con (que tradicionalmente se realiza a fines de este mes en San Diego, California), los festivales de cine de Toronto, Telluride y Venecia (puntos de partida de la próxima temporada alta de premios), y la ceremonia de entrega de los Emmy, todos ellos planificados entre agosto y septiembre, corren ahora peligro cierto de realización y podrían suspenderse.
Es la primera huelga formal que llevan adelante los actores desde 1980 y el paro, al mismo tiempo, adquiere connotaciones todavía más fuertes, verdaderamente históricas, porque se une a una medida de fuerza similar que vienen aplicando los guionistas. La industria de Hollywood no se encontraba ante un escenario similar desde 1960, 63 años atrás.
La huelga se hace en reclamo de mejoras en las remuneraciones para los actores y medidas de protección contra los riesgos de manipulación abiertos por el uso de la inteligencia artificial en la imagen de los intérpretes. Al anunciar el paro, las autoridades del SAG, encabezadas por la actriz Fran Drescher, criticaron duramente a los estudios de Hollywood por su intransigencia en las negociaciones. “A pesar de los esfuerzos de nuestro equipo, los estudios se mantuvieron firmes en su compromiso de devaluar el trabajo de nuestros miembros”, señalaron.
El primer impacto de la huelga, casi en tiempo real, se produjo en Londres durante el estreno mundial de Oppenheimer. Los principales actores de la película que llegará a los cines argentinos el próximo jueves 20, Matt Damon, Cillian Murphy, Robert Downey Jr., Florence Pugh y Emily Blunt, posaron en la alfombra roja, pero apenas se conoció la decisión del SAG abandonaron el evento en solidaridad con sus compañeros de Hollywood, que ya pusieron en marcha sus propios piquetes en algunos de los lugares más estratégicos de la industria. Así lo confirmó el director de Oppenheimer, Christopher Nolan, que se quedó solo en la presentación.
“No teníamos opción. Somos las víctimas de una organización muy codiciosa. Estoy sorprendida por la forma en que las personas con las que hemos participado en este negocio nos están tratando. No puedo creer lo lejos que estamos en tantas cosas. Cómo alegan pobreza y pérdidas de dinero mientras dan millones a los ejecutivos. Es repugnante. Me avergüenzo de todo esto”, dijo Drescher al anunciar la medida de fuerza.
La protagonista de la serie La niñera dijo que todo el modelo de negocios fue alterado por la llegada del streaming, el mundo digital y la inteligencia artificial. “Este es el momento de la verdad. Si no nos mantenemos firmes todos estaremos expuestos a ser reemplazados por máquinas y grandes empresas que se preocupan más por Wall Street que por ustedes y sus familias. ¿Qué hacemos moviendo muebles en el Titanic? Se terminó el baile. Nos mantenemos erguidos. Exigimos respeto y recibir lo que corresponde por nuestra contribución. Compartan la riqueza porque no pueden existir sin nosotros”, agregó Drescher dirigiéndose directamente a la Alliance of Motion Pictures and Television Producers (Amptp), la asociación que nuclea a las cerca de 400 estudios y empresas productoras más poderosas de la industria de Hollywood, y que negoció hasta ahora sin éxito un nuevo acuerdo contractual. El fracaso de esas conversaciones llevó a esta huelga.
“El sindicato eligió un camino que conducirá a dificultades financieras para un número incalculable de miles de personas que dependen de la industria. Una huelga no es el resultado que esperábamos, ya que los estudios no pueden operar sin los artistas que dan vida a nuestras películas y programas de TV”, señaló la AMPTO en su primera respuesta oficial a la medida de fuerza.
Los estudios y las productoras hicieron una propuesta de mejora integral que incluyó, según sus voceros, un aumento del 76 por ciento en cierto tipo de pagos residuales y la “mayor suba salarial de los montos mínimos en los últimos 35 años”, entre otras iniciativas. El sindicato rechazó toda esa oferta por considerarla insuficiente. Matt Damon dijo en el preestreno de Oppenheimer que muchísimos actores no llegan al piso de 26.000 dólares anuales de ingreso exigidos para asegurarse una cobertura de salud. “El 98 por ciento de los afiliados al SAG votó por la huelga”, agregó.
Las disposiciones sindicales indican que mientras dure la huelga los actores no podrán prestarse a entrevistas (presenciales o virtuales) o hacer apariciones en cualquier tipo de eventos, convenciones, exposiciones de fans, festivales y acciones de prensa. Tampoco podrán participar de podcasts e iniciativas relacionadas con las redes sociales. Tienen vedado cualquier tipo de trabajo relacionado con las cámaras: actuar, cantar, bailar, ponerle voz a películas animadas, grabar discos y participar de sesiones fotográficas.
El escenario al que se enfrentan los organizadores de los grandes encuentros relacionados con el cine y la televisión de aquí a los próximos meses es el más parecido al de una larga pesadilla. Todos los acontecimientos, reuniones y programas que dependen de los actores para captar audiencia o desarrollar acciones promocionales se encuentran en una encrucijada de difícil resolución, porque exigen por su complejidad un armado minucioso que exige mucha anticipación.
Las primeras víctimas son los shows televisivos que siempre cuentan con la participación de los actores para publicitar futuros estrenos. Los próximos estrenos grandes de los estudios de Hollywood para la temporada alta del verano boreal (y que llegarán en las próximas semanas a todo el mundo, incluida la Argentina) perderán esta posibilidad de difusión. Entre ellos aparecen Mansión embrujada (Disney), Megalodón 2: el gran abismo (Warner), Tortugas Ninja: Caos mutante (Universal) y Gran Turismo (Sony).
Los estudios sufrirán también la ausencia de las grandes figuras en las lujosas avant premieres de los festivales grandes del otoño boreal (Venecia, Telluride, Toronto, Nueva York) al igual que sus organizadores. La presencia de los actores es crucial para promocionar títulos que podrían ganar posiciones tempranas en la carrera por los próximos premios de Hollywood. Nadie quiere imaginar, por ejemplo, el escenario de un festival como el de Venecia sin estrellas llegando al Lido en taxis flotantes, como es habitual.
A menos estrellas, menos prensa presente en los festivales. Y en un caso así las películas pierden mucho de sus expectativas de promoción y recuperación de grandes inversiones, especulan algunos observadores. Otros, citando a ejecutivos de grandes estudios, dicen que puede haber ventajas para los productores, que se ahorrarían mucho dinero en promoción, alojamiento y gastos lujosos para los actores.
El efecto de la huelga anunciada en Los Angeles será global. Muchas producciones europeas recientes de alto nivel, cuyos elencos no pertenecen al sindicato de actores estadounidenses, dependen de dos o tres estrellas que sí están afiladas al SAG y acaban de empezar la huelga. Por lo tanto se espera un impacto significativo del paro en lugares como el Reino Unido, varias de cuyas producciones importantes están muy ligadas a Hollywood y podrían exponerse a acciones de solidaridad con los huelguistas por parte de sus colegas británicos.
Sin embargo, algunos medios de Hollywood advirtieron que como el Reino Unido tiene leyes muy estrictas que impiden que los miembros de un sindicato se plieguen a medidas de fuerza resueltas por sus homólogos en otros países es posible que el plan de trabajo de varias producciones no se detenga.
Los proyectos más importantes de cine y TV que están actualmente en desarrollo en varios lugares del mundo podrían interrumpirse o paralizarse por un plazo considerable si la huelga se prolonga más de lo pensado. Algunos de ellos adelantaron sus planes y calendarios para anticiparse a estos acontecimientos.
El rodaje de la segunda temporada de El señor de los anillos: los anillos de poder acaba de concluir en Nueva Zelanda. En cambio, la serie Alien, inspirada en la película homónima de Ridley Scott, corre peligro pese a que ya está todo su complejo equipamiento listo para usarse en Tailandia. En ese mismo lugar podría demorarse todavía más el comienzo de la producción de la tercera temporada de la serie The White Lotus.
La huelga que acaba de anunciarse paralizará por tiempo indeterminado otros proyectos importantes. En esa lista están los rodajes de Gladiador 2 (con Pedro Pascal y Paul Mescal, en Marruecos), la segunda parte de Mortal Kombat (en Australia) y la serie basada en la clásica novela El día del chacal, que se filma en distintos países de Europa. Al mismo tiempo obligó a postergar el rodaje de la cuarta temporada de la serie de Netflix Emily en París, que ahora podría demorarse hasta más allá de octubre próximo. Lo mismo pasa con las grabaciones de Étoile, la nueva serie de los creadores de The Marvelous Mrs. Maisel, previstas para fines de este año en la capital francesa.
La Comic Con de San Diego, programada para fines de julio, corre peligro de vaciarse por completo. Ya sufrió la baja de varios estudios (Sony, Marvel, LucasFilm, Netflix) debido a que la huelga de guionistas impide a sus miembros, creadores de series y películas muy destacadas, a tomar contacto con los fans y promocionarlas. La huelga de actores podría darle el golpe de gracia a lo que quedaba de esta devaluada edición.
Todo el mundo también está atento por el muy probable impacto de la huelga en la próxima entrega de los Emmy, anunciado para el 18 de septiembre. La ausencia de los actores que acaban de ser nominados sería devastadora para la transmisión en vivo de una ceremonia seguida en todo el mundo. Los organizadores, según adelantó el bien informado sitio de Hollywood Deadline, aguardarán hasta fines de este mes para decidir si hay o no una postergación. De establecerse una nueva fecha, los primeros trascendidos hablan de llevarla a enero de 2024.
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