"Lilo y Stitch", enredos en Hawai
La nueva película de Disney, que se verá en la Argentina desde el jueves, es el proyecto de animación más ambicioso que tiene el estudio esta temporada, y llega para las vacaciones de invierno
ORLANDO.- Lo primero que llama la atención de todo el que se acerca a los estudios Disney-MGM, uno de los parques temáticos del Walt Disney World, es la gigantesca imagen de un muñeco inflable de piel azulada, orejas y dientes puntiagudos y aspecto perruno que se levanta, estratégicamente ubicado, a escasos metros de la entrada.
La imagen del pintoresco bicho, en compañía de una simpática nena vestida a la usanza hawaiana y llamada Lilo, se multiplica en los locales de venta de merchandising diseminados a lo largo del parque y sorprende a los miles de visitantes que disfrutan del lugar en el comienzo del verano boreal.
Stitch (tal es el nombre que luce en la placa colgada de su cuello, como si se tratara de un animal doméstico) ocupa además un lugar protagónico y preferencial en el desfile con el que se cierra aquí cada jornada, desde el 5 de diciembre último, para celebrar durante todo un año el centenario del nacimiento de Walt Disney, mezclándose de improviso con otros clásicos personajes de este universo animado.
La idea de unir a un personaje tan novedoso con el mundo más tradicional de Disney tiene un fundamento: "Lilo y Stitch", que se estrenará en la Argentina con un calendario acorde a las vacaciones de invierno en las distintas regiones del país (ver aparte), constituye en palabras de sus propios creadores un verdadero regreso a las fuentes. Al punto que, por primera vez en casi 60 años, Disney recupera para un largometraje de dibujos animados la hoy casi olvidada técnica de pintar sobre acuarela ( watercolors ) y además, en estos tiempos dominados en materia de diseño por la computadora, privilegia como antaño al dibujo realizado a mano.
"Queríamos aprovechar lo mejor de la animación tradicional y la acuarela es una técnica simple y maravillosa a la vez. Así lo decidimos: nada de fórmulas complicadas, nada de excesos con las computadoras y una vuelta a lo básico, a las raíces. A un pasado que nos inspira, pero a la vez surge como un estímulo fresco para ofrecer algo que hace mucho tiempo no se hace", explica Dean DeBloise, que compartió la idea, el guión y la dirección del film con Chris Sanders.
Hay un área de los estudios Disney muy cercana al parque, pero ajena al bullicio de turistas y veraneantes. Allí, donde se trabaja en la producción de films, series y cartoons , Lilo y Stitch también dominan el panorama. Lo hacen desde retratos y dibujos en los que puede apreciarse en plenitud el recuperado uso de la acuarela, colocados en las cuatro paredes de la amplia sala en donde DeBloise, Sanders y los principales responsables de la película dialogan con la prensa internacional.
De esas caricaturas se desprenden los ejes principales de la historia: Stitch es un ente (cuyo único instinto es destruir todo lo que toca) creado en el laboratorio genético del planeta Turo, que escapa antes de ser atrapado y huye por el espacio hasta que su nave cae en un aislado rincón de la Tierra, que resulta ser la paradisíaca isla hawaiana de Kauai.
Ya instalado en ese lugar, esta mezcla de gremlin y marsupial adapta su aspecto para escapar de sus perseguidores convirtiéndose en la mascota de Lilo, una niñita huérfana y solitaria que vive con su hermana mayor, Nani, cuya conflictiva relación provoca la desconfianza de un asistente social llamado Cobra Bubbles, que advierte el riesgo de una posible separación.
"En Disney, ante todo, hacemos películas para la familia y siempre pensamos en ella en sentido tradicional, pero también le damos valor a otro tipo de familias, que pueden incluir a extraños y reconstruirse a partir de lazos rotos", explica Thomas Schumacher, presidente de la división de largometrajes animados de Disney.
El estudio hizo suya una idea imaginada por Sanders hace 15 años, cuando por primera vez esbozó los rasgos de Stitch. En ese momento, el alien llegaba a un alejado rincón de Kansas y el protagonista humano era un chico.
Todo cambió con un viaje a Hawai, en el que Sanders descubrió lo propicio que era el lugar para la historia, por su aislamiento geográfico, su belleza natural y por una expresión de la cultura hawaiana que a los realizadores les pareció inmejorable en términos: ohana , palabra con la que los nativos de las islas definen el sentido y la búsqueda de la unión familiar en el sentido más amplio que pueda imaginarse.
Trabajo conjunto
Unidos artísticamente desde los tiempos de "Mulan", Sanders y DeBloise comenzaron a trabajar conjuntamente en la idea y la producción de un film en el que ambos debutarían como directores. Otro estímulo fuerte a esa tarea surgió, paralelamente, de Ric Sluiter, director de arte de aquel film y también de "Lilo y Stitch", en quien los realizadores encontraron eco para su propuesta de volver a utilizar la acuarela como técnica básica.
"Tuvimos un año para desarrollar la historia, sacarnos de encima algunos clichés y buscar vueltas inesperadas, que curiosamente trabajamos a partir de técnicas que para muchos eran parte de la historia", explica Sanders.
Buena parte del espíritu creativo de "Mulan" se reproduce en esta producción. Cuatro años después de aquel estreno, "Lilo y Stitch" sigue sus pasos y se convierte en el segundo film íntegramente realizado en los estudios Disney de Florida. "Esto no es "Dinosaurio", sino un proyecto más pequeño acorde a este espacio también más pequeño -explica el productor del film, Clark Spencer-. Aquí tenemos 370 personas frente a las 1000 que tenemos en California. Pero la ventaja es que todos, sin excepción, trabajaron en el mismo proyecto y la energía de este lugar giró completamente en torno de "Lilo & Stitch"".
Spencer confiesa que, en un principio, hubo dudas y reparos a la decisión de utilizar la acuarela, lo que condujo a que durante el tramo inicial de un proyecto que llevó tres años de producción, el film se mantuviera en estricto secreto y fuera visto, en su totalidad, como un proyecto que encerraba sus riesgos. "Fue algo nuevo para muchos, poco explorado. Estuvimos dos meses probando las acuarelas y comparándolas con otros métodos. Los artistas tenían que multiplicar por cuatro su trabajo habitual. Pero con el tiempo vimos que la decisión no podía ser mejor", apunta Spencer.
Las influencias más explícitas del film son dos clásicos absolutos de la historia de Disney, "Bambi" (1941) y "Dumbo" (1942), dos historias que para los responsables del film tienen un valor que surge de los personajes por sí mismos y no de su fuente originaria, como un cuento de hadas.
"La acuarela fue muy popular en estos films y en las décadas de 1930 y 1940 -apoya Sluiter- y consiste en un proceso más intelectual que técnico. Nuestros artistas primero dibujaron los cuadros y luego los pisos, los fondos y los detalles que definieron las texturas. Lo que hicimos, en definitiva, fue revalorizar el trabajo básico de un dibujante, que es retratar y pintar a mano".
Lo mismo cree Roy E. Disney, que al ser vicepresidente de la compañía, sobrino del fundador y dueño de un parecido fisonómico con éste, aparece como referencia insoslayable para hablar de los lazos entre pasado y presente en materia de animación.
"A los chicos -expresa-, desde los dos años les encanta dibujar, sobre todo porque cualquiera siente que puede hacerlo. Y desde esa perspectiva siempre sentí que, tarde o temprano, algo como "Dumbo" volvería a hacerse, porque siempre se vuelve a la esencia, a la historia bien contada, simple, atractiva, estimulante. En ese sentido, lo que tratamos de lograr con Stitch es lo mismo que en su momento hicimos con Mickey".
-Entonces, ¿para usted hay un límite en las posibilidades de la animación digital o por computadora?
-No se trata de viejas o nuevas eras, sino de que una buena historia siempre hará una película mejor. Uno puede tener los elementos técnicos más perfeccionados al servicio de una historia tonta e interesante para nadie. Sin ir más lejos, "Shrek", "Monsters, Inc." y "La era de hielo" están hechas con 3-D y son tres películas muy buenas y exitosas. Yo mismo estoy orgulloso de nuestro trabajo con Pixar y creo que John Lasseter todavía está muy lejos de llegar a su techo de creatividad. Aquí lo que vale es que con un medio tan frágil como la acuarela los artistas pueden dar lo mejor de sí.
Nadie en Disney cree que "Lilo y Stitch", con esta vuelta a las fuentes, pueda liderar una suerte de cruzada animada en contra del cine digital. "Todo lo contrario -afirma DeBloise-. Cualquier técnica es válida o legítima y esperamos que el público aprecie nuestro trabajo por lo que es y no por compararlo con otras cosas".
Schumacher es todavía más preciso: "Hacemos películas en muy diferentes técnicas, desde "Dinosaurio" o los proyectos con Pixar, con muchos elementos de computación y 3-D hasta "Tarzán". Es como ir a un museo y ver fantásticas obras de Van Gogh, Picasso, Renoir, Monet o Vermeer, cada uno talentoso en lo suyo. Aquí volvimos a la acuarela y al dibujo a mano, que tienen un poder francamente hipnotizador, ideales para atrapar la inocencia de estos personajes".
Pero el ejecutivo admite que la animación digital tiene límites más estrechos que la que se realiza a mano. "Los condicionamientos en el trabajo digital son enormes y sus modelos exigen parámetros muy precisos, pero insisto en que todas las técnicas tienen su lugar. A mí me encantó "Y tu mamá también", una película que no costó nada, pero también disfruté muchísimo de "Lawrence de Arabia"".
A Disney no lo preocupan ni algunas objeciones planteadas al film antes de su estreno en Estados Unidos (se cuestionaron algunas actitudes de Stitch, como la de tragar algo y luego devolverlo, más propias de las típicas películas para adolescentes que el clásico modelo Disney) y tampoco la calificación fijada para el film en territorio norteamericano: PG, que plantea que algunos elementos del film pueden no ser aconsejables para niños.
Todos aquí están convencidos que el carácter poco convencional del film respecto de otros títulos del estudio y esta suerte de retorno a las fuentes convocarán a un público amplio. "Nuestras películas más exitosas apuestan a una audiencia muy vasta y familiar. Esto no podría considerarse un negocio si sólo los chicos fueran al cine", advierte Schumacher.
En algunas promociones del film, Stitch surfea con la Sirenita, viaja en la alfombra mágica junto o Aladino y ocupa el lugar de Simba en "El rey león". El DVD de la película promete nuevas incursiones del bicho en el mundo de otros personajes tradicionales de Disney. Con semejante estrategia, todos confían en asistir al nacimiento de un nuevo clásico del planeta Disney, en este caso con el inequívoco aspecto de una mascota interplanetaria.
Primero, en el interior del país
- Como ocurrió con "Atlantis", Disney estrenará "Lilo y Stitch" con fechas diferenciadas. El jueves se conocerá el film en el interior y dos semanas después se hará lo propio en la Capital Federal. Sin embargo, por primera vez para una película de Disney habrá proyecciones previas al estreno en casi todas las salas importantes de la Capital y el Gran Buenos Aires, incluidas las que pertenecen a las cadenas Village, Hoyts, Cinemark y Showcase, con entradas al precio habitual. Estas funciones, en carácter de preestreno, tendrán lugar a lo largo de toda la jornada los días 6, 7, 9, 13 y 14 de julio.
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