Lennons: así se hace la primera película argentina que inició su rodaje en pandemia
Con protocolos estrictos, José Cicala dirige su nueva producción protagonizada por Gastón Pauls, Luciano Cáceres y Javier Parisi
- 9 minutos de lectura'
Rara postal la de Callao al 100. Imagen surrealista como una pintura de Dalí. Por el foyer del hotel Savoy deambula John Lennon, polera soporosa y anteojos que llevan su sello. Más allá, una escena de Rossellini, digna del crudo cine italiano de posguerra: una gran mesa sanitaria alberga barbijos, recipientes con sustancias sanitizantes y termómetros.
Ni bien se atraviesa la recova techada, que otrora sirviera para el acceso de vehículos y hoy contiene las mesas de un café de origen marplatense, personal especializado toma la temperatura del recién llegado y ofrece una planilla para ser completada con datos personales y números de contacto, a modo de declaración jurada. Nada se asemeja a un rodaje de cine tradicional. Al menos en el ingreso, en torno al infrecuente puesto sanitario. Sin embargo, unos pasos más allá, en el coqueto salón de té marmolado que preserva su balcón destinado a la orquesta típica, se está llevando a cabo el rodaje de Lennons, la nueva película del realizador José Cicala.
Se trata de la primera filmación nacional que inicia su rodaje en pandemia, luego de un año 2020 en confinamiento y la consecuente parálisis total de la actividad. “Me voy a adaptar a todo lo que me tenga que adaptar para seguir haciendo cine”, sostiene el director, con esperanzada convicción. Cicala es uno de los fotógrafos más reconocidos del medio con más de 25 años de trayectoria. En 2018, debutó en la dirección cinematográfica con la película Sola, protagonizada por Araceli González, luego de más de una década como realizador de clips y publicidades.
Si filmar es siempre una actividad complicada, hacerlo en medio de una pandemia complejiza aún más las cosas. “Hubo que hacer toda una adaptación desde la producción. Ahora las prioridades cambiaron, el foco está puesto en la salud y el cuidado de todos”, reconoce el productor ejecutivo Federico Peña.
Lennons cuenta, en tono disparatado, la irrupción de un imitador de John Lennon, a quien un representante de dobles hace aparecer como el ídolo real, engañando a un famoso conductor de televisión que se propone una temible venganza. Ambientada en los ´80, la película apelará a todos los guiños para retratar una época muy fresca en varias generaciones. “En este contexto de pandemia, hacer una comedia nos pone muy bien a todos”, se sincera Cicala, quien conformó un elenco de nombres con abordajes actorales muy diferentes. Gastón Pauls, Javier Parisi, Luciano Cáceres, Luis Machín, Griselda Sánchez, Guillermo Zapata, Santiago Domínguez, Eduardo Calvo, Pachu Peña, Betiana Blum y Malena Guinzburg tienen a su cargo los diversos roles que le darán vida a la historia que se estrenaría en el último trimestre del año.
Insumos
Para rodar, ahora es tan importante contar con los elementos para maquillar al talento como disponer de una buena provisión de alcohol en gel. La pandemia cambió las reglas del juego en todos los ámbitos, incluido el cine. Actualmente, producir una película también implica invertir en los imprescindibles protocolos sanitarios que protejan a todo el personal.
“Se trabajó mucho tiempo en la creación de los procedimientos que permiten volver a filmar. Ahora, el INCAA aporta un plus económico porque aparecieron nuevos gastos que tienen que ver con los cuidados sanitarios. Por ejemplo, con nosotros trabaja una ingeniera en Seguridad e Higiene, quien elaboró un protocolo específico para nuestra película: revisa las locaciones, habla con los proveedores y con los técnicos, nos entrena a todos para que sepamos cómo manejarnos sin ocasionar riesgos innecesarios. Además se encarga de llamar a las compañías de transporte para ver qué condiciones emplean y lo mismo hace con la empresa de catering que nos provee la alimentación. La profesional lleva a cabo un seguimiento diario para que se cumplan a rajatabla los protocolos”, explica Federico Peña.
“Filmar en pandemia es extraño. Hay que tomar los recaudos y hacerse los hisopados periódicamente”, dice Javier Parisi, quien tiene a su cargo interpretar a John Lennon, actividad que desempeña desde hace años en buena parte del mundo y que lo llevó a mantener contacto estrecho con la familia del Beatle. Su parecido con el astro nacido en Liverpool es asombroso.
Entre toma y toma, el personal sanitario recorre las instalaciones ofreciendo alcohol para las manos, testeando que no haya tumultos que no corresponden y que todos tengan su barbijo puesto. En este sentido, los actores son los más expuestos debido a que, a la hora de filmar, no pueden cubrir sus bocas y narices y la distancia con el compañero de escena se reduce considerablemente. “Se puede rodar en pandemia, tiene que ver con la responsabilidad individual. Aquí está todo dado para estar cuidados”, dice Luciano Cáceres, a quien la peluca que tiene puesta para cumplir con los requerimientos del personaje le otorga un aspecto desconocido. La vulnerabilidad a la que pueden llegar a estar sometidos los actores se contrarresta con una férrea desinfección de cada uno de los espacios que transitan. El personal abocado a esta tarea es el primero que llega a la locación y es el último en retirarse.
Los los lunes, se hisopa a todo el equipo. Alrededor de 50 personas deben cumplir con este requisito para poder enfrentar una nueva semana laboral. En la territorialidad del rodaje, los movimientos de artistas y técnicos es bien diferente, la “nueva normalidad” acá también cuenta. “Los protocolos están divididos por zona. Los monitores, por ejemplo, son zona roja y es el círculo que se establece entre el director y el foquista, donde hay una proximidad inevitable”, precisa el productor Peña.
Para llevar adelante el rodaje, se invirtió en un número mayor al habitual de monitores inalámbricos. De esta forma, cada sector tiene su propio registro de lo que se va rodando. En este sentido, el director no comparte el monitor que utilizan los maquilladores, vestuaristas y continuistas. Algunos de estas disposiciones ya se llevaban adelante en la industria audiovisual de China y Japón, pero eran infrecuentes en estas latitudes.
“No tuve ni tengo miedo. Estamos acostumbrados a hablar de contagios y eso hace pensar en muerte y enfermedad, pero estoy convencido que también se puede contagiar el amor, la salud, la esperanza. Traté de no vivir asustado porque ahí se potencia mucho más todo lo malo y bajan las defensas. Hay que tener cuidado y energía para llevar todo hacia otro lugar. Tener trabajo hoy es una bendición absoluta, así que disfruto mucho de este tiempo de rodaje”, reflexiona Gastón Pauls, enfundado en un atuendo por demás llamativo. Es que a los tips ochentosos referidos a marcas y personajes que se van mencionando en la película, se le sumó una cuidada caracterización bizarra y kitsch. Pelucas, camisas floreadas y pantalones amplios y estampados hacen retroceder en el tiempo.
“Las prioridades de los presupuestos cambiaron: lo que antes se podía invertir en un decorado, en un efecto o en el alquiler de una locación, hoy se destina a los cuidados sanitarios. Quizás se resiente lo artístico buscando cuidar a la gente”, sostiene el productor ejecutivo.
Saludable disparate
“El humor es tan importante como la vacuna, te lo hace sentir la gente en la calle. Necesitamos distendernos”, dice Pachu Peña, un entendido que conoce el gusto popular por los géneros de humor. “Tenemos ganas de hacer reír al público con este humor absurdo. Nadie tiene ganas de ver un drama que hable de pandemias”, se sincera Griselda Sánchez, quien además de ser integrante del elenco, es una de las responsables del guion, tarea que desempeñó con su marido José Cicala a lo largo de los meses de cuarentena durante 2020. “En estas circunstancias, hacer una comedia hace que nos riamos mucho”, sostiene Parisi, quien al componer a su personaje debió llevar a cabo una deconstrucción de su creación habitual de John Lennon.
La irrupción del Covid-19 no solo detuvo los rodajes iniciados y postergó los que estaban por comenzar, sino que planteó una nueva dinámica en torno a la exhibición de los materiales. Hoy, una producción se plantea el estreno en salas o la posibilidad de ser puesta en catálogo por alguna de las plataformas audiovisuales de entretenimiento, aunque esto signifique que se resigne el porcentaje que se gana por la venta de tickets en boletería. Un camino alternativo y valorado es la posibilidad de estrenar en la pantalla del canal CineAR.
El rodaje en la planta baja del hotel Savoy le confiere al lugar un aspecto atípico. Algunos pocos pasajeros se topan, imprevistamente, con los actores caracterizados. Inmediatamente, el personal sanitario aparta a los curiosos que pueden significar una posibilidad de contagio. “Necesitamos que todos entendamos y nos preservemos más allá del set. Hay que cuidar el terreno ganado, en el invierno pasado era impensado volver a filmar”, argumenta Federico Peña. Las palabras del productor van en sintonía con el riguroso cuidado que se le pide al staff artístico, técnico y de producción más allá de las horas de rodaje. Está claro que la responsabilidad individual también es una forma de garantizar la fuente laboral.
A diferencia de lo que sucedía en situaciones similares, los grupos de personas son acotados: “Trabajo a distancia, con mi propio monitor, y solo me saco el barbijo para indicar a los actores alguna marcación gestual. Hay protocolos que hubieran sido bueno aplicarlos antes de la pandemia y que ahora se quedarán porque son muy efectivos”, finaliza el director Cicala, quien reconoce que rodar en espacios semivacíos como un hotel implica una ayuda a un rubro muy golpeado por la pandemia.
Lennons se plantea como una comedia ágil, inverosímil y bizarra, canalizada a través de personajes exóticos, poco convencionales, algo freaks. La fórmula apuesta al entretenimiento más puro en un momento donde el público busca evadirse de la cruda realidad. “Esta película es un gran riesgo económico y estético. Estoy filmando y me digo: ´El director está loco´”. Las palabras de Gastón Pauls son un acertado resumen en torno a esta propuesta que, más allá de su valor artístico, se convirtió en todo un símbolo de la reactivación de una industria que estuvo paralizada con cientos de fuentes de trabajo anuladas.
El primer rodaje iniciado en pandemia marca el deseo de la gente de cine por volver a pisar los sets y la esperanza de los cinéfilos de volver a disfrutar de un arte castigado por los confinamientos. La reciente apertura de las salas también son un motivo de esperanza para una vuelta lenta y paulatina al ritual creado por August y Louis Lumière en 1895.
Otras noticias de Covid
Más leídas de Cine
¿Qué podía salir mal? El Mago de Oz: el largo camino de un fracaso al éxito y el detrás de una historia adelantada a su tiempo
Un grande de Hollywood en Mar del Plata. Jason Reitman: los próximos Oscar, Trump y el futuro del cine; "nadie sabe cómo ver una película"
Festival de Mar del Plata. Con un invitado extranjero que captó toda la atención y un estreno vertiginoso, el inicio tuvo más cine que política
Proyecto descartado. De qué se trataba la película de George Clooney y Brad Pitt, que fue cancelada