Muchas películas malas, y muy poco tiempo para decirte cuán malas. Pero mientras Hollywood sigue relanzando y reciclando cualquier cosa que haya producido un centavo, y rehuye de la originalidad como si fuera una plaga para la venta de entradas, los cines de 2018 estuvieron más llenos que nunca, con la cobardía creativa aumentada por la participación de piratas sin vergüenza. ¿No sentiste el déjà vu entumecedor de Mamma Mia: Vamos otra vez, La noche del demonio: La última llave, Titanes del Pacífico: La insurrección, Johnny English 3.0, Super Troopers 2, The Cloverfield Paradox, Sherlock Gnomes y El cascanueces y los cuatro reinos? Nosotros sí. Sufrimos a lo largo de la remake de Bruce Willis de Duro de matar, de Charles Bronson, la versión de Anna Faris de Overboard, de Goldie Hawn, y de cómo Benedict Cumberbatch superó las patrañas de Jim Carrey en una actualización animada de The Grinch.
Y aún así, por más imposible que parezca, ninguna de estos perros cinematográficos quedó en esta lista. ¿En serio hubo películas que rascaron el fondo del barril de los títulos que mencionamos, y fueron aún más abajo? Oh, sí. Confiá en nosotros, las hubo. Acá están nuestras elecciones para las 10 Peores Películas de 2018. Leé y llorá.
1. '¿Quién mató a los Puppets?'
Un punto bajo histórico en cuanto a chistes tristes, en el que Melissa McCarthy y los muñecos de la familia Henson intercambian chistes sobre pijas, mientras el papá Jim Henson se revuelve en su tumba. Para ser justos, la actriz mostró su mejor versión este año, en el papel de una falsificadora literaria en ¿Podrás perdonarme? Pero en esta película está absolutamente perdida, en el rol de una policía de L.A. buscando a un asesino serial en medio de marionetas bocasucias que solían protagonizar un programa para niños en los 80 llamado The Happytime Gang. Te deseamos suerte en la búsqueda de un final feliz en esta comedia prohibida para menores en la que no hay la más mínima risa ni ningún aspecto rescatable. Es lo suficientemente mala como para calificar a la peor película del nuevo siglo. Felicitaciones.
2.‘Gotti’
Un porcentaje de cero por ciento de satisfacción en Rotten Tomatoes parece una respuesta demasiado amable para esta épica sobre la mafia que podría arruinar la carrera de John Travolta, acerca del don de Teflón. No es que no haya una buena película en la historia de John Gotti en el crimen: es que esta no lo es de ningún modo. Travolta y su esposa, Kelly Preston (quien hace de la mujer de Gotti, Victoria) sobreactúan salvajemente para compensar un guión incoherente y una dirección sin dirección de parte del actor de Entourage Kevin Connolly. No sorprende que críticos y espectadores le dieran con un palo.
3. 'La vida misma'
¿Puede una película ser toda mala? Este melodrama profundamente pretencioso del creador deThis Is Us, Dan Fogelman, demuestra que sí es posible. La vida misma es como una sentencia de muerte: cinco capítulos que logran un nivel de acumulación de toxicidad sentimental lo suficientemente fuerte como para envenenar a los espectadores que no corran hacia la salida antes de que termine. El verdadero misterio de este relato que empieza con una historia de amor trágica es cómo puede ser que un elenco que incluye a Oscar Isaac, Olivia Wilde, Annette Bening, Antonio Banderas y Mandy Patinkin fue embaucado como para protagonizar este adefesio absurdo. Habría que despedir de un saque a todos sus agentes.
4. 'Robin Hood'
Un intento enormemente descabellado de actualizar Sherwood Forest para millennials con paralelismos con la Guerra de Irak, ballestas como armas automáticas (¡en serio!), diálogos en argot callejero, curas pedófilos, un joven Hood en Taron Egerton, un ganador del Oscar de barrio bajo en el musulmán Little Jon de Jamie Foxx, un Sheriff de Nottingham violador, y un montaje estilo licuadora de las secuencias de acción que hace imposible descifrar quién le está haciendo qué a quién. Incluso se sugiere una secuela. Claaaaaro.
5. 'Jurassic World: El reino caído'
Esta secuela inútil y falta de inspiración al relanzamiento de la franquicia de 2015 es una basura desvergonzada del tamaño de un Tiranosaurio Rex. Lo que es superficial y absolutamente agotador en esta sucesora es que mantiene la acción puertas adentro. Te sentís tan encerrado como los dinosaurios hechos por computadora que son llevados a las entrañas de la mansión de un multimillonario, donde los malos transforman a las criaturas en armas y se las venden a los terroristas que más dinero ponen. Los protagonistas Chris Pratt y Bryce Dallas Howard corren por todos lados tratando de hacernos creer que va a pasar algo. No pasa nada.
6. 'Megalodón'
En general, estaríamos totalmente contentos de ver a un tiburón gigante agarrarse con Jason Statham. Pero Megalodón, negándose a satisfacer cualquier impulso de escapismo camp estilo Sharknado, no es nada divertida. Imaginen las posibilidades de Statham y su equipo de buzos de rescate tratando de salvar a la tripulación de un submarino hundido en el fondo del Mar del Sur de China de las garras de un tiburón prehistórico de 23 metros conocido como el Megalodón. Son necesarias una tonelada de exposición, malas actuaciones, mala dirección, malos guionistas y malas imágenes generadas por computadora para matar a la bestia, que tarda muchísimo en aparecer, y arruina rápidamente su bienvenida. Un desperdicio.
7. 'Operación Red Sparrow'
¿Qué le está pasando a Jennifer Lawrence? Primero Pasajeros, después ¡Madre!, y ahora esta saga de espionaje sexual y sádica del director de Los juegos del hambre, Francis Lawrence. Representando a una bailarina del Bolshoi devenida espía inverosímil, con peluca rubia y un acento ruso más pesado que la sopa Borsch, la Sparrow de Lawrence lamenta tener que dormir con contactos para robarles secretos. ("Me mandaste a la escuela de putas", le dice al tío bizarro que la introdujo en este juego. Y esa es la mejor frase de la película). Es repetitiva y ridícula. Que alguien salve a esta actriz, alguna vez ganadora de un Oscar.
8. 'La monja'
Reciclar tácticas para dar miedo de películas atemorizantes no es garantía de que funcione una película clásica de horror: aunque atravesar este compendio de clichés sí constituye una forma de tortura. El público hizo fila para ver a Valak (Bonnie Aarons), la monja profana de El conjuro 2, tomar control de un convento alejado en Rumania y asustar a cuanta novicia se cruzara. Dichosas las monjas jóvenes que gozan de los sobresaltos que esta copia barata tristemente no logra producir. Los ruegos de los fans por ver algo de la promesa de horror que había en la franquicia son cruelmente desoídos. Un cartel en el convento dice: "Dios termina acá". Hay verdad en esas palabras.
9. 'Cincuenta sombras liberadas'.
Por tercera y última vez -o eso prometen- Dakota Johnson y Jamie Dornan se azotan el uno al otro en el frenesí menos erótico de la historia del sexo en el cine. ¿No saben que un sadomasoquismo higienizado es una contradicción? Y desde que el multimillonario Christian Grey, representado por Dornan, se casó con la pasante devenida magnate de los libros Anastasia Steele (Johnson), parecen tan aburridos el uno con el otro como nosotros con ellos. Ahora que los fetiches de esta pareja perdieron todo su fetichismo, la película agrega sabotaje, secuestros y asesinatos. Pero nada en el Salón Rojo del Dolor del Sr. Grey podría compararse con el castigo repartido entre los masoquistas que pagan para ver esto.
10. 'Venom'
¡Miren! Aquí va la profanación de un oscuro antihéroe de Marvel apta para todo público. Ese es Venom, el alien simbionte que arranca cabezas con la boca y se alimenta de cerebros cuando no está poseyendo el cuerpo de Eddie Brock, el periodista televisivo de San Francisco. ¿Pensás que sería el perfecto papel doble para Tom Hardy? Podría haberlo sido. Pero el actor británico, quien antes hizo de supervillano hardcore en Batman: El caballero de la noche asciende, traicionó a Leonardo DiCaprio en El renacido, e hizo de los dos gemelos mafiosos en Leyenda: La profesión de la violencia, esta vez deserta, y hace el papel de Venom en busca de risas que nunca llegan. Arruinar un personaje con el potencial de ser otro Caballero de la Noche, especialmente en las manos de un actor espléndido como Hardy, es la norma en una industria que busca dólares y le huye al riesgo.