Las once películas de Star Wars, de la peor a la mejor
A 40 años del estreno de El imperio contraataca, revisamos todas las películas de la saga creada por George Lucas, ordenadas de la peor a la mejor. Para simplificar, se incluyen los 11 largometrajes de la filmografía "canónica" pero no así las producciones para televisión como la reciente The Mandalorian o el semiolvidado especial del día de acción de gracias, que indudablemente encabezaría esta cuenta regresiva. Todas las películas ranqueadas pueden verse en diferentes servicios de streaming.
11- Episodio 1. La amenaza fantasma (1999)
Una década y media después de la última entrada de la trilogía inicial llegó la precuela de la historia. Aunque para ese momento la mayor parte de los fans de la saga Star Wars ya eran adultos, Lucas hizo una película solo para chicos, protagonizada por uno de esos niños que los agentes de casting parecen clonar por encargo, y un alien que hubiera sido considerado demasiado infantil en el mundo de los Teletubbies. ¿Dónde estaba Han Solo? ¿Dónde, Darth Vader? Lucas se lanzó a contar la historia del villano más célebre del cine (esta nueva trilogía es el "origen" de Vader) pero se fue hasta su infancia y dejó al relato sin los personajes que conquistaron a una generación. Otra de las ausencias cruciales fue la del guionista Lawrence Kasdan, que había llenado de one-liners memorables a El imperio contraataca. "Es posible escribir esta mierda, pero no es posible decirla", le habría dicho Harrison Ford a Lucas acerca de sus diálogos. El realizador igual se lanzó a escribir este largometraje sin ayuda. Para cuando los integrantes del Senado Galáctico terminan de explicar las políticas impositivas del Imperio buena parte de los espectadores está tratando de usar la Fuerza para adelantar la película hasta la próxima escena de acción. Una carrera que cita la secuencia más famosa de Ben Hur no alcanza para reparar el daño realizado. Disponible en Flow y Amazon Prime Video.
10- Episodio 2. El ataque de los clones (2002)
Lucas escuchó algunas de las críticas que recibió la película anterior y, para esta nueva entrada, volatilizó a los aliens "adorables" como Jar Jar Binks e intentó incrementar la oscuridad. La cosa, igual, no mejoró mucho porque el niño insufrible Anakin Skywalker creció para convertirse en un adolescente insufrible (encarnado por el pétreo Hayden Christensen) y junto a su cambio hormonal vino el romance con la entonces senadora Padme Amidala (Natalie Portman). El diálogo "poético" que Lucas pone en boca de los enamorados tiene en los espectadores un efecto similar a alguien pasando las uñas por un pizarrón.
Christensen carga con la tarea compleja de canalizar la contradicción de su personaje: sugerir su amor por Padme y, a la vez, el germen de la rabia que justifica su pase al lado oscuro. El actor comunica esta ambigüedad con la gestualidad de un afectado por tránsito lento en un comercial de yogurt. Ni la comedia infantil, ni el romance adolescente son los fuertes de Lucas, que recarga la película de citas a clásicos como Más corazón que odio, pero no logra transferirle nada de su pathos. Nuevamente, aquí las escenas de acción y efectos especiales salvan el día. Muchos de los personajes son creaciones digitales que en su momento resultaron sorprendentes por su factura técnica pero hoy, casi 20 años más tarde, se ven falsos, por ejemplo, cuando descubrimos que el centenario Yoda tiene la agilidad de una gimnasta china y salta como un personaje de videojuego por toda la pantalla. Disponible en Flow y Amazon Prime Video.
9- Episodio 9. El ascenso de Skywalker (2019)
El productor y realizador J.J. Abrams, que también se había puesto sobre los hombros las franquicias Star Trek, Cloverfield y Misión Imposible probablemente sufriera de exceso de trabajo para el cierre de la más exitosa de las sagas a su cargo. Este episodio final de Star Wars, tras 8 films y 42 años de historia, resulta anodino, anticlimático y, sobre todo, despreocupadamente inconsistente. Muestra la resurrección de un villano muerto mucho antes solo para matarlo nuevamente en la predecible batalla final (¿no puede volver a resucitar?). Mucho de lo que sucede es igualmente gratuito. El lado oscuro ensambla una armada invencible pero, apenas la descubrimos, queda claro que también es innecesaria porque su líder destruye a prácticamente todas la naves de la resistencia con una sola descarga de su poder personal antes de la primera batalla. Luego, esa misma potencia infinita resulta arbitrariamente insuficiente para enfrentar a las fuerzas del bien encarnadas en Rey (Daisy Ridley). Ni la derrota de los malos, ni la redención de los un poco menos malos, despierta algo más que emociones de bajo voltaje. Un cierre que no está a la altura de la leyenda y ni siquiera de los otros episodios de esta trilogía final. Disponible en Amazon Prime Video.
8- Solo: una historia de Star Wars (2018)
Este es el segundo de los spin-offs concentrados en historias adyacentes a la cronología de la saga central y, como su nombre lo indica, se trata de una historia de juventud de Han Solo. El problema de narrar la juventud de Solo es evidente: hay que mostrar al personaje que hizo una estrella de Harrison Ford sin Harrison Ford. No se puede decir que el dilema se haya resuelto satisfactoriamente (la tarea recayó sobre el entonces casi desconocido Alden Ehrenreich) cuando lo más celebrado de este film fueron los personajes secundarios, en particular la encarnación de Donald Glover del joven Lando Calrissian, y de Phoebe Waller-Bridge de una androide progre que tiene los mejores remates de la película.
La producción registró complicaciones que determinaron el despido de los directores originales Phil Lord y Christopher Miller y su reemplazo por el veterano Ron Howard, quien decidió refilmar buena parte de lo que ya tenía. El resultado es eficiente y anodino a la vez, un western espacial que no llegó a conquistar al público. Esta película fue el primer fracaso comercial de la franquicia y la que desaceleró la producción de las otras historias paralelas planeadas. Disponible en Netflix, HBO Go, Flow y Amazon Prime Video.
7- Episodio 6. El regreso del Jedi (1983)
Este es el punto en el que una saga de ciencia ficción y aventuras destinada a todos se convirtió en una franquicia destinada a los chicos. Hacen su entrada los Ewoks, aliens que, incluso su debut en la pantalla, parecen muñecos comprados en una tienda de merchandising y que, seguramente, contribuyeron sustancialmente a la fortuna de Lucas. No sorprende que estos personajes hayan tenido, al poco tiempo, sus propios films, realizados para la televisión norteamericana y estrenados en cines en el resto del mundo. El concepto central de estas películas (vender muñecos) es el que imperó en la segunda trilogía, hasta que la gravedad de las críticas o la compresión de que estaba desintegrando su legado hicieron que Lucas volviera al espíritu de las dos iniciales en La venganza de los Sith. En comparación con los dos primeros episodios estrenados, todos los personajes aquí parecen haber perdido gracia y malicia, salvo Luke Skywalker (Mark Hamill), quien gana complejidad cuando descubre su verdadero linaje para transitar así el camino del héroe clásico. La historia no provoca un déjà vu sino que es efectivamente repetida dado que nuevamente surge la amenaza de una estrella de la muerte (y está lejos de ser la última aparición de este dispositivo narrativo) y el final es esencialmente el mismo que vimos en la primera parte. Disponible en Netflix, Amazon Prime Video, Flow y en iTunes.
6- Episodio 3. La venganza del Sith (2005)
George Lucas reveló que escribió la primera Star Wars inspirado por los eventos de la guerra de Vietnam. La segunda trilogía, en cambio, encontró una referencia en la guerra de Irak y en la presidencia de Bush Jr: "Uno de los conceptos originales era contar cómo una democracia se convierte en un régimen autoritario", declaró el realizador en la presentación de esta película en el festival de Cannes. Aunque con los eventos recientes en Estados Unidos podría ganar una capa adicional de sentido, es probable que pocos se acerquen a este film buscando una reflexión sociopolítica sino algo más elemental: personajes atractivos, una dosis de emoción, humor que no de vergüenza ajena. Se puede reportar que, tras dos episodios muy problemáticos, Lucas encontró aquí el modo de cerrar satisfactoriamente su historia. Esta tercera entrada es una tragedia de aristas shakespeareanas, sólidamente construida, en la que Anakin Skywalker finalmente pierde el alma. El momento en que eso termina de suceder es la mejor secuencia de esta trilogía: un duelo a muerte en el infierno o, tal como aparece representado, un planeta volcánico rojo y negro en el que la lava devora todo. Como un campeón entrado en años que parecía no tener chance, a último momento Lucas dio un golpe certero y salvó a su nueva trilogía de un prematuro y, de otro modo, merecido olvido. Disponible en Flow y Amazon Prime Video.
5- Episodio 7. El despertar de la fuerza (2015)
En el año 2012, Lucas vendió su compañía Lucasfilms a Disney por 4 mil millones de dólares, una cifra que si no provocó una perturbación en el balance de la Fuerza al menos debe haberla provocado en el balance de la empresa de Mickey. Acaso para amortizar la inversión, en poco tiempo Disney anunció que se pondría a trabajar en una tercera trilogía, los tres episodios finales de la saga. Estos finalmente quedaron a cargo de J. J. Abrams, el responsable de la más reciente versión de Star Trek. Tal como hizo con esa franquicia, aquí Abrams combinó revisionismo e invención, abrevando en la historia e incorporando algunas ideas frescas.
Aunque es la séptima parte, en verdad se siente como un rebooteo de la saga, ya que cuenta una historia similar a Una nueva esperanza pero con personajes de la nueva generación. Y también con algunos regresos esperados, entre ellos el del guionista Lawrence Kasdan. Rey (Ridley) es aquí la huérfana que se embarca en una aventura de autodescubrimiento que la lleva a enfrentar a la Primera Orden (el Imperio, es lo mismo), es decir, es Luke Skywalker en otro género. Y Kylo Ren (Adam Driver) es el nieto de Darth Vader y su nuevo avatar, obsesionado con estar a la altura del legado diabólico de su abuelo. También hay otra estrella de la muerte y un largo viaje para entregar la información que transporta un robot. Tras el fiasco de la trilogía anterior, este primer episodio, que resultó uno de los más exitosos de la saga, dio a los fans lo que esperaban. Evidentemente para que una película de George Lucas sea lograda, se la tiene que encargar a otro. Disponible en Flow, Amazon Prime Video y en itunes.
4- Episodio 8. Los últimos Jedi (2017)
En este episodio intermedio de la última trilogía, Abrams abandonó la silla de director y dejó en su lugar a Rian Johnson (Looper), que hizo la película más divisiva de la saga: hay quien la considera una de las mejores, solo comparable a El imperio contraataca, y quien afirma que no pertenece al universo creado por George Lucas, con muy pocos en el medio. Aquello en lo que no hay mucho desacuerdo es en que se trata del episodio visualmente más deslumbrante de todo el ciclo de films. Es cierto que hay una prolongada secuencia que transcurre en un planeta-casino que es francamente desechable pero es igualmente cierto que ésta es la única entrega que apuesta a ideas osadas más que a viejos tropos recargados con efectos especiales y se atreve a correr riesgos en una franquicia que tiende a repetir el modelo de los primeros dos films. Además, rescata al último personaje que faltaba de la primera trilogía y le da una despedida a su altura. Disponible en HBO Go, Amazon Prime Video y en Flow.
3- Rogue One, una historia de Star Wars (2016)
Esta es la primera de las "historias" de Star Wars. Gareth Edwars, el hombre que hizo una película de monstruos espaciales gigantes con un presupuesto mínimo (Monsters), esta vez decidió abordar una historia de ciencia ficción como si fuera una película bélica pura y dura, siguiendo la línea de clásicos como Doce del patíbulo, en la que un comando se embarca en una misión suicida (nada menos que robar los planos de la Estrella de la muerte). Los ejecutivos de Disney, obsesionados con el contenido familiar, no quedaron demasiado conformes con este planteo y convocaron a Tony Gilroy (Jason Bourne) para que arregle lo que probablemente no estuviera roto. A pesar de algunos agujeros narrativos, esta es la historia más oscura y trágica de la saga, con un final al que ni Disney ni ninguna otra película mainstream con este nivel de expectativas comerciales se habían atrevido antes. Disponible en Google Play, Amazon Prime Video y iTunes.
2- Episodio 4. Una nueva esperanza (1977)
Cuando Lucas filmó La guerra de las galaxias o, como debe ser llamada ahora, Episodio 4: una nueva esperanza, ni siquiera él mismo imaginaba la posibilidad de una saga. El subtítulo que indicaba un episodio intermedio, en verdad, era parte del homenaje que el realizador rendía, desde la forma del film, a los seriales cinematográficos de su infancia como Flash Gordon o Buck Rogers. Lucas construyó sus personajes en torno a arquetipos (reconoció su deuda con el estudio del mito El héroe de las mil caras, de Joseph Campbell, que terminó convertido en un manual para guionistas tras que se difundiera este dato) y configuró su historia inspirándose en westerns y películas de samurais.
Esta combinación de elementos parece haber tocado una fibra en el público: para la generación que concurrió al estreno en cines, volver tres o cuatro veces era apenas el piso. Esta fue la película que redefinió el "blockbuster", con funciones a sala llena a lo largo de más de un año. El propio Campbell explicaba el éxito inédito del film por su actualización moderna y secular del mito religioso. Ya sea por esto, o porque se trataba de una película de aventuras terriblemente amena con personajes queribles que conectaron con la audiencia, un actor muy carismático como Harrison Ford y un villano extraordinario (Hitchcock explicaba que una película solo podía ser tan lograda como lo fuera su villano), el suceso de Una nueva esperanza reescribió la historia del cine para bien y para mal. Para bien, porque llevó el espectáculo cinematográfico hacia el siguiente nivel, expandiendo, en los futuros episodios y en las películas que surgieron bajo su influencia, las posibilidades técnicas del séptimo arte. Y para mal, porque su éxito (y el de Tiburón) terminó con el incipiente cine de autor norteamericano, el llamado New Hollywood, y puso a los estudios en la búsqueda desenfrenada de un nuevo blockbuster. Disponible en Flow, Amazon Prime Video y Claro Video.
1- Episodio 5. El imperio contraataca (1980)
Tras el éxito imparable del Episodio 4, que también recibió 10 nominaciones para los Oscars, Lucas podría haber concretado cualquier proyecto que quisiera, sin embargo decidió abocarse a filmar la saga sugerida por ese título, que terminó produciendo con su propio dinero, al tiempo que consolidaba su empresa productora, Lucasfilm, y su compañía de efectos especiales, Industrial Light and Magic. Ante tal exceso de actividad, decidió contactar a la veterana novelista y guionista Leigh Brackett para que escribiera el guion del siguiente film, pero nunca quedó conforme con sus borradores, de modo que puso a otro guionista que ya tenía trabajando en Los cazadores del arca perdida, Lawrence Kasdan, también manos a la obra. Kasdan dio más protagonismo a Han Solo y escribió los mejores diálogos de la saga. Para dirigir este nuevo episodio, Lucas contactó a uno de sus profesores en la universidad, el también veterano Irvin Kershner, que resultó un mejor narrador y un mejor director de actores que su ex alumno. Así, conservando el rol de productor y cerebro del film pero delegando todas las otras tareas, en las que no es tan eficaz, Lucas logró la verdadera obra maestra de su saga. Disponible en Flow, Amazon Prime Video y Google Play.
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