Lars Von Trier vuelve a la polémica con Nymphomaniac
De más de cinco horas de duración, el nuevo film del director danés sobre una adicta al sexo se estrenará en su país, en Navidad
Como si se tratara de una nueva y deliberada provocación de alguien acostumbrado a comportarse de ese modo, la película más cargada de controversias de los últimos tiempos por sus promesas de altísimo voltaje sexual tendrá su estreno mundial en el mismísimo día de Navidad.
Nymphomaniac, la monumental (por su extensión) obra de Lars von Trier se verá a partir de mañana en Dinamarca (país natal del director), España y Holanda. Luego, entre enero y febrero, se irá estrenando sucesivamente en el resto de Europa y Brasil, y llegará en marzo a Estados Unidos. Si bien la película está vendida a casi todo el mundo, todavía no hay certezas sobre su eventual fecha de estreno en la Argentina. Hasta ayer el film no figuraba en la grilla oficial de estrenos previstos para todo 2014.
Lo que está confirmado es que las proyecciones comerciales de Nymphomaniac se dividirán en dos partes de 110 y 130 minutos, respectivamente. Sólo los privilegiados que asistan en febrero al Festival de Cine de Berlín podrán ver la versión original sin cortes del director, que tiene cinco horas y media. "La estética del film es impactante y extrema", sostuvo el director de la Berlinale, Dieter Kossick, al hacer el sorpresivo anuncio, porque hasta hace unos días se creía que ese corte final original no iba a conocerse antes de mayo, en Cannes. Fue allí, hace tres años, donde Von Trier resolvió voluntariamente llamarse a silencio después de algunos muy desafortunados comentarios a favor de Adolf Hitler mientras presentaba en concurso Melancholia.
Ahora, el director de Contra viento y marea y Dogville cuenta al detalle la vida de una adicta al sexo (la ninfómana del título, interpretada por Charlotte Gainsbourg) que recuerda frente al hombre que la salvó de morir todas sus experiencias sexuales, desde que nace hasta que cumple 50 años. La película está narrada en ocho episodios.
Además de Gainsbourg, la película cuenta con un relevante y amplio elenco de nombres muy conocidos: Stellan Skargard, Willem Dafoe, Shia La Boeuf, Uma Thurman, Christian Slater, Jean Marc Barr, Jamie Bell , Connie Nielsen, Udo Kier y la debutante Stacy Martin. Todos ellos se prestaron a participar de escenas de fuerte erotismo, aunque el sexo explícito que Von Trier prometió y que la película incluye con generosidad estará a cargo de dobles de cuerpo y especialistas del cine condicionado. Fueron agregadas al metraje a través de efectos digitales.
Entre el tema elegido y el propio temperamento del director, la polémica se instaló alrededor de Nymphomaniac mucho antes del comienzo del rodaje y se profundizó durante los últimos días, en plena cuenta regresiva hacia el estreno.
Los dichos más fuertes pertenecen a Gainsbourg, que a pesar de haber trabajado ya dos veces con Von Trier (en Anticristo y en Melancholia) reconoció a Vanity Fair cierta incomodidad con su papel y con el propio director. "Nadie me había pedido que fuera tan lejos –reconoció–. Todo resultó excitante e intenso, con tanto sufrimiento. A veces llegué a sentirme realmente mal, porque Lars lleva demasiado lejos sus obsesiones. Se pasa de explícito, tanto en su discursos como en las imágenes". Y dijo sin vueltas que se negó rotundamente a hacer dos cosas: masturbar a un actor porno y compartir un plano con ese mismo intérprete mientras él se autosatisfacía.
Del otro lado, otro viejo conocido de Von Trier trató de tomarse las cosas de otro modo. "Nymphomaniac –dijo Stellan Skargard hace pocos días– tiene escenas explícitas, pero cuando la mires te vas a dar cuenta de que es una película porno muy mala. Al cabo de un rato, ni siquiera te excita. Te parece algo tan natural como ver a alguien comiendo cereales".
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