Bafici: los raros documentales de Penny Lane
La estadounidense es una de las invitadas más destacadas del festival, al que vino a presentar sus films y a ser jurado
Las películas de la realizadora norteamericana Penny Lane hacen que uno se olvide de la coincidencia simpática de su nombre y empiece a preguntarse por su trabajo. La directora llamada como una canción de los Beatles dirigió Our Nixon y Nuts!, dos divertidas rarezas fílmicas que cuestionan la naturaleza del documental, desde su forma y contenido.
De visita en la Argentina para participar del jurado de la competencia Vanguardia y Género del Bafici, y presentar sus películas, la directora habló con LA NACION sobre el arduo trabajo de armar sus películas y su preocupación por la noción de "realidad" en el documental.
Our Nixon, que se podrá ver pasado mañana, a las 15.15, en el Cultural San Martín, es un collage que tiene como base las películas caseras filmadas en Súper 8 por tres de los hombres más cercanos al ex presidente norteamericano H. R. Haldeman, John Ehrlichman y Dwight Chapin. "Empecé editando esas imágenes y luego agregué las grabaciones de audio de la Casa Blanca -cuenta Lane-. Hay 4000 horas de grabación de audio, pero yo ya sabía qué quería contar con esas imágenes, así que busqué lo que me servía."
La directora crea una ironía dramática en el film: los personajes no saben la decepción que les espera en el futuro, pero los espectadores sí. "En las películas caseras ves la historia que ellos creían que estaban viviendo -dice Lane-. Eso es fascinante; podés tener una experiencia día a día y te imaginás el futuro, y después todo eso se destruye. No es una excusa para su comportamiento, pero no me puedo imaginar cómo será que te pase eso. Ellos trabajaron con él desde muy jóvenes. Me dieron lástima porque ellos creían en Nixon y lo veían como un padre."
La realización de Our Nixon fue en medio de la de su otro largometraje, el cual le llevó ocho años. Nuts!, que se proyectará hoy, a las 18.20, en el Village Caballito, cuenta la historia del Dr. John Romulus Brinkley, un increíble personaje de la vida real, que se hizo millonario durante la Gran Depresión gracias a que inventó un tratamiento que consistía en trasplantar testículos de cabra a hombres que tenían problemas de infertilidad. "Encontré un libro sobre él en la biblioteca y me pareció una buena idea -cuenta la directora-. No podía creer que nadie hubiera hecho una película sobre él. Me interesó la forma en que usaba la narración, como lo hacen todos los buenos estafadores. Es lo mismo que hago yo, intentar contar una buena historia. Me pareció graciosa la idea de hacer un paralelo entre lo que yo estaba haciendo y lo que él hizo. Me llevó mucho tiempo, pero la clave fue encontrar una biografía que usé, que parece muy oficial, pero cuando la leés es obvio que está llena de mentiras y que la dictó él."
También hay algo de collage en Nuts!, que fue muy bien recibida en el último festival de Sundance, ya que Lane mezcló dibujos animados con recortes de diario y otros materiales: "Presenté todo esto que sabía que era mentira con la mayor autoridad posible. Pero, a diferencia de él, yo termino diciéndote que no lo es".
Para la directora, uno de los aspectos más difíciles de Nuts! fue lidiar con la culpa de haber mentido en un documental, aunque fuera con un buen propósito en términos artísticos. "Me sentía mal y pensaba que se iban a enojar conmigo -dice Lane, riéndose-. Lo que me olvidé es que a la gente le gusta que le mientan, sólo quieren divertirse en el cine. No hice una película para convencerte de votar a alguien o sobre algún tema social relevante, así que a nadie le importa que haya mentido."