La actriz es la protagonista, directora y guionista de un drama íntimo con coletazos de humor ocultos
‘La reina del miedo’
Valeria Bertuccelli, Diego Velázquez, Sary López. Dirigida por Valeria Bertuccelli y Fabiana Tiscornia/Tres estrellas
La secuencia de apertura de La reina del miedo, el debut detrás de las cámaras de la actriz Valeria Bertuccelli (en codirección con Fabiana Tiscornia), sienta las bases del universo personal de la película: un corte de la energía eléctrica como cualquier otro termina disparando en Robertina, la protagonista, un frenesí de pavores difícil de aplacar. Usualmente intensa y muchas veces melindrosa, la Robertina de Bertuccelli, una actriz consagrada a punto de estrenar en el teatro su nueva obra –un unipersonal que se adivina bastante autobiográfico–, parece siempre al borde del colapso emocional. Recientemente separada de su marido y dueña de una fragilidad visible siempre a flor de piel, la noticia de la grave enfermedad de un amigo que vive en Dinamarca no hace más que conmocionar su vida profesional y personal hasta alcanzar nuevos niveles de sufrimiento psicológico. Drama íntimo con coletazos de humor no siempre evidentes, la película logra empujar y sacar adelante conceptos e ideas vistos y oídos infinidad de veces –incluido, por ejemplo, el viejo truco de guión de hacer coincidir temporalmente dos eventos relevantes– a partir de una actuación potente de la realizadora, guionista y protagonista, quien aparece en pantalla en prácticamente la totalidad de los planos, además de aportar, sin medias tintas, el punto de vista de los sucesos.