La protagonista del film de Netflix más visto del mundo que nunca deja de ampliar su repertorio
Reconocida por su larga trayectoria, la actriz australiana, ganadora del Oscar por Las horas, lleva décadas en la cima de Hollywood
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LA NACION
A poco más de dos meses de recibir el premio a la trayectoria que entrega la prestigiosa asociación cinéfila AFI (American Film Institute), Nicole Kidman volvió a demostrar que más allá de sus logros pasados, para ella lo mejor está por venir. La nueva película protagonizada por la actriz australiana –única intérprete de su país en haber recibido la distinción– Un asunto de familia se convirtió en la más vista de Netflix en todo el mundo desde su estreno el viernes último.
Si bien la comedia romántica en la que Kidman comparte pantalla con Zac Efron y Joey King no está entre los mejores exponentes de su carrera, sí demuestra su vigencia y su habilidad para combinar proyectos comerciales con grandes apuestas artísticas. Los nombres propios involucrados son tan variados como la lista que la actriz mencionó en su discurso de agradecimiento en la AFI. Nombres como Philip Noyce, Ron Howard, Gus Van Sant, Stephen Daldry, Lars von Trier, Alejandro Amenábar, Jonathan Glazer, Noah Baumbach, Mimi Leder, John Cameron Mitchell, Lee Daniels, Philip Kaufman, Park Chan-wook, Susanne Bier, Sofia Coppola, Richard LaGravanese (realizador de Un asunto familiar) Aaron Sorkin, Robert Eggers, Lulu Wang, George Miller, Jane Campion, Baz Luhrmann, Jean-Marc Vallée y Stanley Kubrick, entre otros, que demuestran no solo su impresionante currículum sino una incansable búsqueda creativa que definió su carrera hasta ahora. Para dar cuenta de esa variedad que parece la única constante en la trayectoria de Kidman entre el cine y la TV, los que siguen son cinco de sus films que demuestran una versatilidad que escapa a los encasillamientos que atraviesan muchos de sus colegas en Hollywood.
Ojos bien cerrados
“Stanley de repente reescribía escenas enteras que habíamos filmado durante seis semanas. No quedaba otra que decir: “Ok, fantástico ¿Cuál es tu visión ahora?”, explicaba la actriz al diario Los Angeles Times en la víspera de la entrega del premio, a fines de abril. Esa disposición de Kidman para seguir los impulsos creativos de Kubrick en el film que protagonizó junto a Tom Cruise –su marido por entonces– incluyó comprometerse a interpretar a Alice, una mujer en plena crisis que atraviesa la turbulencia probando los límites de la monogamia y dándole lugar a sus deseos eróticos reprimidos, lo que pone en riesgo su pareja y hasta su estabilidad emocional. La última película de Kubrick, que falleció cuatro días después de entregar su corte del film al estudio, de insoslayable perfección formal, fue famosa por su extenso rodaje (duró más de un año), el vínculo entre sus estrellas en la vida real y por la gélida interpretación de Kidman, que algunos confundieron con inexpresividad. Disponible en Max
Moulin Rouge
Toda identificación entre la actriz y su personaje en el film de Kubrick pasó a segundo plano cuando Kidman interpretó a Satine en el extravagante musical de Baz Luhrmann. La película, en la que la actriz no solo brillaba en pantalla gracias a la puesta en escena y el vestuario puestos al servicio de su pálida belleza, sino también por su talento para cantar y participar de las complicadas coreografías, mostró un lado diferente de la actriz. Gracias a la heroína trágica de ese mundo exagerado, colorido y casi circense, Kidman recibió su primera nominación al Oscar como actriz principal, un merecido reconocimiento que marcaría un quiebre en su carrera. Pocos directores entendieron mejor la fotogenia de la intérprete y su capacidad para la emoción que atraviesa la pantalla que su compatriota, con el que volvería a trabajar en la desmesurada y fallida Australia. Disponible en Disney+
Los otros
Menos de dos meses después de verla como la misteriosa Satine en Moulin Rouge, el público se sumergió en otro tipo de misterio de la mano de Kidman y el director Alejandro Amenábar. El tercer largometraje del director chileno afincado en España está lejos de la grandilocuencia del film de Luhrmann pero, al igual que el musical, se trata de un ejercicio de estilo que triunfa en gran medida gracias a la interpretación de su protagonista. En el relato de fantasmas ambientado en 1945 dentro de una enorme y decadente mansión de estilo victoriano en la isla británica de Jersey, Kidman encarna a Grace, una madre que intenta criar a sus dos hijos con una disciplina y rigor que no hacen más que alimentar sus propios miedos, su paranoia y la sospecha de que algo muy extraño ocurre en el lugar. Ominosa y fiel a las marcas del género, la película resulta otra prueba irrefutable de la capacidad de la actriz de llevar adelante todo el peso del relato. Disponible en Prime Video
Las horas
Por una nariz. Cuando Kidman ganó el Oscar a la mejor actriz principal por su interpretación de la escritora Virginia Woolf en este film de Stephen Daldry, muchos bromeaban con que su triunfo tenía mucho que ver con la prótesis que Kidman utilizaba en el film para que su nariz se pareciera más a la de la autora británica. Más allá de los comentarios, lo cierto es que la transformación de la actriz en la película que retrata el último día de la vida de Woolf va mucho más allá del maquillaje. La asordinada desesperación que acecha al personaje tironeado entre sus anhelos artísticos y el azote de su inestabilidad mental se reflejan en cada gesto de la actriz, alejada de cualquier atisbo de vanidad e inmersa en la tragedia que su personaje experimentó al final de sus días. Disponible para comprar o alquilar en Apple TV
Lazos perversos
Ya confirmada como una de las grandes protagonistas del cine de las últimas décadas capaz de poner en marcha un proyecto con su presencia en el elenco, Kidman decidió poner ese peso al servicio del debut en un film de habla inglesa del celebrado director surcoreano Park Chan-wook. El realizador de Oldboy tomó un guion inspirado en La sombra de una duda, de su admirado Alfred Hitchcock, para construir un relato de una belleza plástica hipnótica en el que Kidman encarna a una gélida belleza pelirroja, una madre desapegada que parece estar ocultándole más de un secreto a su extraña hija India (Mia Wasikowska), secretos que empiezan a revelarse con la aparición del tío Charlie (Matthew Goode). Un objeto singular en la filmografía de Kidman, da cuenta de su mirada inquieta y su constante búsqueda artística. Disponible en Disney+
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