La ópera prima peruana Kinra ganó el premio mayor del Festival de Cine de Mar del Plata
La argentina Cecilia Kang se quedó con el Premio Especial del Jurado por Partió de mí un barco llevándome; el premio Astor a la Mejor Dirección también fue para una argentina, Laura Basombrío, por Las almas
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PARA LA NACIONAstrid Riehn
El largometraje peruano Kinra, de Marco Panatonic ganó este sábado por la noche el premio mayor del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el Astor Piazzolla al Mejor Largometraje de la Competencia Internacional. El jurado integrado por la directora de cine argentina Celina Murga, su par paraguaya Tana Schémbori, la cineasta británica Prano Bailey-Bond, el crítico francés Charles Tesson y la directora artística del Festival Internacional de Cine de Chicago, Mimi Plauché, describió la ópera prima de Panatonic como “un verdadero descubrimiento”. La película, uno de los seis estrenos mundiales que albergó esta competencia, retrata el viaje del campo a la ciudad de un joven de familia campesina y su adaptación al nuevo entorno. Rodada en quechua y español, fue destacada por el jurado por “la forma en la que cuenta una fuerte historia a través de una potente puesta en escena que permite observar la humanidad de los personajes”.
En tanto, Partió de mí un barco llevándome, de Cecilia Kang, fue distinguida con el Premio Especial del Jurado. En su segundo largometraje, la directora vuelve a posar su mirada sobre la comunidad coreana en Argentina siguiendo de cerca a Melanie, una simpática estudiante de teatro que trabaja junto a su esforzada madre –que crió sola a sus dos hijos después de dejar a su marido golpeador- en un local de ropa. Melanie viaja a Seúl a visitar a su hermano, quien vive allá desde hace un tiempo y tiene una novia coreana, pero sigue suspirando por las golosinas argentinas. La joven aprovecha su estadía en el país de sus padres para aprender más sobre las confort women, las mujeres reducidas a la esclavitud sexual por Japón durante la Segunda Guerra Mundial, muchas de ellas coreanas, un tema que viene trabajando como actriz. Híbrido entre la ficción y el documental, la película plantea numerosas preguntas acerca de la identidad y las heridas profundas que forman parte de toda historia heredada. El film de Kang obtuvo también el Premio del Público.
Imágenes poéticas
Por su parte, la directora argentina Laura Basombrío se alzó con el premio a la Mejor Dirección de la Competencia Internacional por Las almas, rodada en Salta. Las almas es el retrato documental de una mujer, Estela Quispe, que vive rodeada de un monumental paisaje, en un territorio ancestral, y de su relación con su entorno y las creencias y tensiones que lo habitan. Con un trabajo de fotografía y sonido destacados, esta ópera prima fue distinguida por el jurado por “la forma única en la que la directora decide relatar, a través de una voz hipnótica e imágenes poéticas, una historia que se eleva hacia lo fantástico”.
Además, la comedia norteamericano LaRoy, de Shane Atkinson, que cuenta la historia de un modesto empleado de ferretería, acosado por su prepotente hermano y ninguneado por su esposa, que termina convertido en sicario casi por casualidad, se quedó con el premio al Mejor Guion. En tanto, la francesa radicada en Alemania Sara Summa, directora y protagonista de Arthur & Diana, ganó el Astor a la Mejor Actriz. Summa interpreta en su película a una joven madre que emprende un viaje en auto de Berlín a Francia junto con su pequeño hijo de dos años y su enamoradizo hermano (su hijo y su hermano en la vida real). Como en toda road movie, habrá algunas sorpresas a lo largo del camino –como una misteriosa chica que se pliega al viaje en una estación de servicio- pero el acento está puesto más que nada en la relación tirante, infantil pero también amorosa que une a Diana con su hermano Arthur y en la tierna simbiosis que construye junto a su pequeño hijo.
De esta forma, el Astor al Mejor Largometraje quedó en manos de una película latinoamericana por segundo año consecutivo (en la pasada edición fue para la película brasileña Saudade fez morada aquí dentro, de Haroldo Borges). Además, dos de las tres películas argentinas de la Competencia Internacional –la otra era Elena sabe, de Anahí Berneri - obtuvieron un premio.
Otro sol, la historia de ladrones del chileno Francisco Rodríguez Teare, se quedó con el premio al Mejor Largometraje de la Competencia Latinoamericana, mientras que la brasileña O día que te conheci, de André Novais Oliveira, recibió una Mención Especial. El jurado estuvo integrado por la actriz argentina Laura Paredes, la programadora de cine colombiana María Paula Lorgia y el productor brasileño João Fleck.
Una comedia romántica con sabor local
La ganadora de la Competencia Argentina, que ofrece todos los años un panorama interesante de producciones locales, muchas de las cuales luego dan que hablar, fue la comedia romántica Adentro mío estoy bailando. Dirigida y protagonizada por Leandro Koch y Paloma Schachmann, narra la historia de un camarógrafo de casamientos judíos que se enamora perdidamente de una clarinetista de música klezmer y se embarca en la producción de un documental sobre esta música solo para poder seguirla hasta Europa del Este. Además, el jurado conformado por la directora argentina María Álvarez, el ganador del Astor a la Mejor Película del año pasado, el cineasta brasileño Haroldo Borges, y la actriz y directora de películas de terror norteamericano Toby Poser decidieron otorgarle el premio a la Mejor Dirección de la Competencia Argentina a Romina Tamburello y Federico Actis por el coming of age Vera y el placer de los otros.
En tanto, la original y conmocionante película chilena Malqueridas, de Tana Gilbert, montada exclusivamente con imágenes clandestinas tomadas por las internas de una prisión chilena con sus celulares, se quedó con el premio de Mejor Largometraje de la Competencia Estados Alterados, dedicada al cine más experimental. Además, la directora brasileña Juliana Antunes, la programadora rumana Flavia Dima y el director argentino Leandro Listorti otorgaron menciones especiales a Orlando, ma biographie politique, la adaptación de Orlando de Virginia Woolf del filósofo español trans y no binario Paul B. Preciado, y a la producción iraní-británica Mast-del, de Maryan Tafakory. En tanto, Todo documento de civilización, de Tatiana Mazú González, acerca del joven desaparecido en democracia Luciano Arrruga, cuyo cuerpo fue hallado en 2014, seis años después de su desaparición, ganó el premio de la Competencia En Tránsito para trabajos sin finalizar. El jurado estuvo conformado por el director y productor colombiano Felipe Guerrero, la productora chilena Marcela Santibáñez y la distribuidora argentina Florencia Schapiro.
Una edición especial
En total, a lo largo de los 11 días del festival se proyectaron más de un centenar de películas entre las secciones competitivas y no competitivas del festival, en una edición que contó con el director español Juan Antonio Bayona, que presentó en Mar del Plata La sociedad de la nieve, como una de sus visitas destacadas. El cierre fue con la entrañable comedia romántica proletaria Fallen Leaves, del maestro finlandés Aki Kaurismaki.
Si bien la reducción del presupuesto con que cuenta el festival se plasmó este año en una notoria merma en la cantidad de títulos y de salas de proyección, este fue una vez más un éxito de público, con la mayoría de las funciones a tope (en algunas, como la de Cuando acecha la maldad, de Demián Rugna, en el Teatro Colón, se debieron agregar sillas a último momento para darle lugar a las decenas de personas que se habían quedado afuera sin entrada y querían verla). Por otro lado, aunque reducida, esta 38. edición ofreció una vez más una programación de calidad con los últimos trabajos de cineastas de renombre nacional e internacional como Lisandro Alonso, Andrés Di Tella, Martín Rejtman, Edgardo Cozarinsky, Bertrand Bonello, Yorgos Lanthimos, Radu Jude, Víctor Erice y Rysuke Hamaguchi, entre otros. Todo un logro por parte de su esforzado equipo de programación.
En el 40 aniversario del retorno de la democracia a Argentina, la 38° edición se llevó a cabo bajo el lema Cine y democracia y en medio de la preocupación de la industria audiovisual y de la cinefilia local acerca del futuro del INCAA, el organismo que, entre otras cosas, financia el festival junto al Ministerio de Cultura de la Nación y que el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, prometió cerrar en caso de ganar el balotaje.
Por Astrid Riehn
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