La ópera prima de Gus van Sant

Mucho antes de consagrarse con films como Los marginados, Mi mundo privado, Todo por un sueño, En busca del destino, Elefante, Los últimos días, Paranoid Park y Milk , el director Gus van Sant rodó en 1984, con un presupuesto de apenas 25.000 dólares, en 16 milímetros, en blanco y negro y con actores no profesionales una ópera prima llamada Mala noche (así, en castellano), que se convirtió en uno de los títulos más influyentes del movimiento independiente norteamericano de los años 80.

La película fue durante mucho tiempo objeto de culto para miles de jóvenes cinéfilos, y hace un par de años -luego de la restauración de su deteriorada imagen y su precario sonido- volvió a circular por los festivales, incluida la edición 2008 del Bafici. La proyección en fílmico de este largometraje resultó toda una revelación, y ahora esa experiencia podrá ser compartida también por quienes accedan a la edición en DVD que acaba de lanzar el sello Plus Video.

Basada en la novela autobiográfica de Walt Curtis que el propio Van Sant adaptó y filmó en su ciudad natal de Portland, Mala noche narra las desventuras afectivas de Walt (Tim Streeter), un joven gay enamorado de Johnny (Doug Cooeyate), un duro inmigrante ilegal mexicano dispuesto a todo por cumplir su sueño americano. En el medio, para cerrar el triángulo, aparece Betty (Nyla McCarthy), hermana de Walt, que seducirá a Johnny.

Su apelación a un realismo "sucio", su estética que fue antecesora del grunge y su inclusión de personajes marginales de minorías hasta entonces no demasiado abordadas por el cine (gays, latinos, inmigrantes ilegales), hacen de Mala noche una película en muchos sentidos pionera y cuya recuperación para el mercado local constituye una excelente noticia.

Conforme a los criterios de

Conocé más