La Mujer Maravilla se asoma a un nuevo mundo... y espera encontrar el éxito

LOS ANGELES.- La Mujer Maravilla cuadra los hombros, observa sombríamente el paisaje desolador de la guerra y luego se lanza a la carrera con su escudo en alto, bajo una lluvia de balas alemanas. "¡Sí! ¡Vamos, Gal!", aúlla Patty Jenkins, directora de la nueva Mujer Maravilla, enfundada en un grueso abrigo, mientras sigue el desarrollo de la escena de acción en un monitor. Minutos más tarde, Gal Gadot, la actriz israelí que interpreta a la superheroína en su primera película en solitario -que llegará hoy a los cines locales-, también se calza un grueso abrigo y extiende la mano para recibir una bebida caliente mientras le acomodan el pelo y la tiara. "Brrr? -dice Gadot con una sonrisa- ¡Qué divertido!"

Aquella mañana de febrero de 2016, en los estudios de Warner Bros. en Leavesden, Inglaterra, la temperatura rondaba los cero grados. Gadot, enfundada en el corsé de cuero, la minifalda y las botas de caña alta de la Mujer Maravilla, acababa de terminar su enésima toma de un heroico cruce entre trincheras a través del barro. Algo más de un año después, a principios de marzo último, al ser entrevistada en Los Ángeles, Gadot estaba embarazada de ocho meses (ya dio a luz a su segunda hija, Maya).

Gadot es alta, de brazos y piernas largas, y lleva el pelo atado en una colita. Nos recibe a cara lavada. "Lo más difícil durante el rodaje de esta película fue el frío", dice Gadot. Mientras come ávidamente frutas y huevos ("me muero todo el tiempo de hambre"), charla sobre el papel que podría transformarla en un nombre conocido en todos los hogares.

Mujer Maravilla es la primera película de superhéroes en más de una década cuyo título contiene un personaje femenino -Diana, la princesa de las Amazonas, también fue parte de Batman vs. Superman-, y también la primera película de superhéroes dirigida por una mujer. Además, será la primera vez que la Mujer Maravilla -un personaje trascendental para el universo de DC Comics desde su debut, en 1941, creado por William Moulton Marston (ver aparte)- es la protagonista de una película. Los personajes masculinos salidos de la misma escudería DC, por el contrario, son relanzados sin pausa, como reflejo de la creencia popular de que el público de las películas de superhéroes es mayormente masculino.

"Creo que el estudio se dio cuenta de que tenía un recurso muy explotable, capaz de llegar a un segmento de gente que comúnmente no asociamos con este tipo de películas -dice el productor Charles Roven-. Cuando a uno se le abre una oportunidad como ésa se entusiasma de inmediato."

Ante la pregunta de si se siente presionada por el hecho de ser la primera actriz en protagonizar una película de superhéroes, Gadot se ríe. "Dicho así, la verdad que sí -responde-. Pero al fin y al cabo, no puedo dejarme llevar por eso. Traté de concentrarme en lo que me importa: en el corazón del personaje y cómo obtener el mejor resultado posible de la forma más interesante posible."

Gadot es poco conocida para los cinéfilos y representa una gran apuesta del estudio. Roven no quiso revelar el presupuesto específico de la película, pero dijo que se ubicaba "en la franja más baja para este tipo de producciones". Se estima que Batman vs. Superman, por el contrario, costó unos 250 millones de dólares.

Pero Doug Creutz, de la consultora Cowen & Company, afirma que como la Mujer Maravilla es un personaje tan conocido a nivel global, no cree que el público necesariamente espere que la protagonista sea una actriz de renombre. "En cierto sentido, parece una ventaja que sea casi desconocida, porque cuando Ben Affleck interpreta a Batman, es difícil no ver a Ben Affleck", dice Creutz, y agrega que Warner apostó mucho a la película. "Las dos primeras películas del universo DC, El hombre de acero y Batman v. Superman, tuvieron éxito en la taquilla, pero también muchas críticas. Creo que la presión es hacer una película mejor, porque si no, se arriesgan a que el público pierda interés", afirma.

Espíritu positivo

Gadot creció en una pequeña ciudad cercana a Tel Aviv, "en el seno de una familia muy normal". Dice que de chica nunca pensó en ser actriz, aunque tomó clases de baile desde muy temprana edad. "Quería ser coreógrafa", confiesa. Tras terminar la secundaria, la convencieron de que se anotara en el concurso de belleza Miss Israel. Para su propia sorpresa, ganó, y a continuación se pasó unos meses modelando, antes de convertirse en instructora de combate durante su servicio militar obligatorio en el ejército israelí.

Tras dejar la milicia, empezó a estudiar derecho. "Un director de casting vio mi perfil en la agencia de modelos y quiso hacerme una prueba para interpretar una de las chicas Bond", recuerda Gadot. "Le dije que no era actriz y que la audición era en inglés, así que no tenía sentido, pero al final fui, nada más que para dejar contenta a mi agente." No consiguió el papel -Olga Kurylenko protagonizó Quantum of Solace (2008) junto a Daniel Craig-, pero todo el proceso de casting y pruebas de cámara le despertó el interés por la actuación.

Empezó a tomar clases, y varios meses más tarde fue elegida para ser parte de una serie de TV en su país. Luego consiguió un rol en la exitosa franquicia de películas Rápido y furioso, protagonizada por Vin Diesel. "Tuve mucha suerte, pero no siento que aparecí de la nada -dice Gadot-. Antes de que me eligieran Mujer Maravilla tuve tantos casi (siempre me decían «excelente audición», «excelente prueba de cámara», pero siempre elegían a otra) que estuve a punto de abandonar todo y volver a la facultad de derecho."

Su esposo, Yaron Versano, la convenció de que insistiera y fue justo en ese momento cuando Gadot recibió la llamada del estudio para dar una prueba para un papel misterioso, que resultó ser la Mujer Maravilla de Batman vs. Superman. Después de "seis semanas de tortura", la intérprete se enteró de que el papel era suyo y empezó un entrenamiento físico intensivo para ponerse en forma para interpretar el personaje. Si bien sabía que existía la posibilidad de que se filmara una película posterior con la Mujer Maravilla como protagonista, todavía no había planes en firme. "Creo que necesitaban estar seguros de que podía hacerme cargo de ella", dice Gadot.

Para los estudios Warner, el camino hasta concretar una película sobre la Mujer Maravilla ha sido largo y serpenteante, con muchos proyectos que quedaron a mitad de camino en la década del 90 y varios directores involucrados en diferentes momentos, incluido Joss Whedon, que regresó al estudio recientemente para dar vida a Batichica y, tras el apartamiento temporario del proyecto del director Zack Snyder, terminará La liga de la justicia, el tercer film en el que Gadot interpretará a Diana Prince, a estrenarse en noviembre próximo.

A fines de 2014, tras conocerse que el estudio buscaba una directora para Mujer Maravilla, Michelle Maclaren firmó contrato para dirigir el proyecto, pero abandonó pocos meses después, argumentando diferencias creativas. El estudio recurrió entonces a Jenkins, conocida por su película Monster, por la que Charlize Theron ganó el Oscar como la asesina serial Aileen Wuornos. "Hace diez años que les hablo de hacer Mujer Maravilla -dice Jenkins a través de Skype-. Les interesaba mucho, pero tenían una determinada idea de cómo tenía que ser la película, y yo no les parecía la directora adecuada. Supongo que después se dieron cuenta de que preferían ir por mi lado." La idea de Jenkins, explica, era "una historia bien directa sobre el origen de la Mujer Maravilla, fiel al espíritu positivo del personaje, una gran historia de amor con mucho sentido del humor".

Para lograrlo, dijo Jenkins, la película es fiel a la génesis del personaje en el cómic. La princesa Diana, hija de Zeus, nació y creció en Temiscira, una isla paradisíaca habitada por mujeres, donde fue criada y entrenada como guerrera amazona por su madre, Hipólita (Connie Nielsen en la película). Su primer encuentro con un hombre se produce cuando el piloto norteamericano Steve Trevor (Chris Pine) se estrella con su avión en la isla y le revela que el mundo está en guerra. Cuando la isla es atacada, Diana decide ir tras Steve para intentar detener la guerra, asumiendo la identidad de Diana Prince (una de las desviaciones de la historia original fue cambiar la época de la película, que no transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, sino durante la Primera.)

Gadot dice que tras ser anunciada como protagonista los fans criticaron que tenía los senos demasiado chicos y que suelen preguntarle cómo logra conciliar su escueto vestuario con el mensaje de empoderamiento femenino de la película (el año pasado, las Naciones Unidas quitaron a la Mujer Maravilla de su lista de embajadores honorarios de las mujeres y las niñas, tras recibir una petición con decenas de miles de firmas que criticaban, entre otras cosas, su imagen en los cómics).

"Como feminista, ¡creo que cada uno tiene que poder ponerse lo que más le guste! -exclama Gadot-. Me parece que se confunden mucho los conceptos. El feminismo tiene que ver con la igualdad y la libertad de elección. Y los guionistas, Patty Jenkins y yo misma pensamos que la mejor manera de mostrar eso es mostrar una Diana que no toma en cuenta los roles sociales. Ella no tiene barreras de género. Para ella, todos son iguales." Jenkins niega rotundamente que sienta que los ojos de todo el mundo están puestos sobre ella. "No pienso en eso -dice-. Simplemente me propuse hacer una gran película sobre un gran personaje universal y no agobiarme con esas cuestiones."

Pero Robin Wright, que interpreta a la general Antíope, tía y mentora de Diana, cree que efectivamente una película sobre una superheroína y dirigida por una mujer marcaba una divisoria de aguas. "Éramos mayoría y ellos minoría", dice Wright. "¡En el set circulaba mucho estrógeno! Fue genial poder hacer una película con una banda de chicas. Mucho esfuerzo físico y mucha diversión."

Al reflexionar sobre el rodaje del film, Gadot dice que en tanto madre de dos niñas se siente orgullosa de poder ofrecer la imagen de un nuevo modelo a seguir. "Ya vimos tantas películas encabezadas por hombres que la verdad cuantas más historias femeninas fuertes haya, mejor -dice la actriz-. Estoy segura de que la película va a ser una inspiración para las chicas, pero no se puede empoderar a las mujeres sin empoderar también a los hombres. Así que espero ser un ícono también para ellos."

Traducción de Jaime Arrambide

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