La larga lista de obstáculos que dieron origen al film El extraño mundo de Jack
Para fortuna de algunos y desgracia de muchos, no existe una fórmula que asegure el éxito en Hollywood y en varias ocasiones son misteriosos los motivos que hacen que una película enamore a la audiencia y se vuelva de culto. La historia de Tim Burton y su El extraño mundo de Jack, un clásico de Halloween que cumple esta semana 25 años, es quizá el mejor ejemplo de cómo a veces se trata de hechos fortuitos e inesperados.
Según las palabras del cineasta, la idea de El extraño mundo de Jack -en donde Jack Skeleton, de la tierra de Halloween, se cansa de este festejo y decide raptar a Papá Noel para tomar control de la Navidad- surgió en su infancia en la calurosa ciudad de Burbank, California, en donde como el clima es siempre el mismo, el progreso del año sólo puede adivinarse por la decoración de los negocios, que en algunos días mezclaban ornamentos de Halloween y Navidad. "Fue allí que se me ocurrió la idea de qué sucedería si Halloween invadiera la Navidad", reveló en los comentarios del DVD de la edición por los 20 años del largometraje.
Años más tarde, el realizador recordaría esa ocurrencia mientras trabajaba como animador en la década del 80 en películas de los estudios Disney ya olvidadas como El zorro y el sabueso. Casi de inmediato tuvo el título, aunque siempre creyó que sería provisorio, The Nightmare Before Christmas -algo así como "La pesadilla antes de Navidad"- es un juego de palabras con el poema de Clement Clarke Moore "A visit from St. Nicholas", que es enseñado en muchas escuelas estadounidenses como "The Night before Christmas", es decir, "La noche antes de Navidad".
El juego de palabras le divirtió tanto que en 1982, con sólo 24 años, escribió su propio poema con ese título, "The Nightmare Before Christmas", sin sospechar que sería el origen de algo tan grande y relevante de su carrera. En este video, el mismo Burton recita ese viejo texto:
Pero debería pasar una década más hasta que esas ideas volvieran a su mente, ya como un prometedor director gracias al éxito en taquilla de Beetlejuice, El joven manos de tijeras y Batman, aunque jamás pensó que podría ser una película ya que, según reveló, no le veía suficiente atractivo. Así que una vez que tuvo la historia, la llevó a varias editoriales para que fuese un libro, pero a nadie le interesó. Se le ocurrió, entonces, que podría ser un ciclo especial para televisión, pero los costos de hacerlo animado -ya que era impensado para ese momento de los efectos especiales que un protagonista esqueleto fuese un actor– lo volvieron imposible.
A la hora de lograr una historia más cohesiva que la de un poema, Burton recibió una inspiración inesperada. "Creé todos los personajes principales después de una terrible noche de pesadillas que pasé con fiebre. Según el termómetro tenía 42 grados y supongo que fue el mejor estado para las buenas ideas cuando vienen del subconsciente. Creo que son las ideas más poderosas", aseguró.
Con reticencia, Burton lo presentó El extraño mundo de Jack en varios estudios cinematográficos. Muchos lo rechazaron por considerarlo demasiado oscuro para niños y demasiado infantil para adultos y porque no se trataba de una adaptación de una historia conocida, sino una trama totalmente original y difícil de explicar. Finalmente los estudios Disney se mostraron interesados, pero no como un proyecto propio sino vía su distribuidora Touchstone Pictures y con el menor presupuesto posible. Pasó tanto tiempo que para cuando se firmó el contrato, el realizador estaba demasiado ocupado con la secuela de su Batman como para sentarse en el sillón de director, así que convocó a Henry Selick, un compañero animador de su época en los estudios Disney, para que lo dirija. Sin embargo, aún hoy son muchos los que creen que es una película dirigida por Burton ya que su nombre figuraba en el póster que se exhibía en los cines.
El rodaje fue largo, llevó más de tres años y estuvo lleno de complicaciones. La técnica de stop-motion elegida obligaba a realizar 24 escenas por segundo, por lo que el film terminó teniendo 110 mil escenas en total. Como cada minuto del largometraje llevaba una semana de trabajo, comenzaron a trabajar sin el guion listo y la increíble música, firmada por Danny Elfman, estuvo lista dos años antes de terminar la producción. Durante meses fueron trabajando sin saber cómo terminaría la historia ni cómo arrancaría. Una versión descartada del guion incluía fragmentos del poema original en la voz del actor británico Patrick Stewart, quien ese momento era conocido por su rol como Jean-Luc Picard en Viaje a las estrellas: la nueva generación.
La filmación requirió crear una serie de sets con entradas y puertas especiales para que los animadores pudieran realizar los mínimos cambios con facilidad, incluyendo las más de 400 cabezas de Jack necesarias para que muestre diferentes tipos de reacciones y estados de ánimo.
No sólo eso, Disney no quería aparecer como productor pero quería tener intervención, sobre todo en una cuestión radical: exigía que Jack tuviese ojos. Se trataba de una exigencia que volvía más amistoso al personaje para las audiencias infantiles y porque una de las reglas de Walt Disney en la animación era que las emociones se transmitían con la mirada. Burton y Selick tuvieron que luchar muchísimo para poder evitar eso.
Luego de todas estas tribulaciones, El extraño mundo de Jack llegó a las salas de cine estadounidenses el 29 de octubre de 1993, una década después de aquel poema que firmó Burton. El resultado final fue tan bueno que Selick fue contratado por Disney para James y el durazno gigante, en donde Jack aparece como invitado vestido de pirata en un guiño al film. 15 años más tarde, el realizador dirigiría Coraline y la puerta secreta, otra historia tan oscura como bella.
Si bien recibió buenas críticas y recuperó el dinero invertido, el verdadero suceso del largometraje comenzó cuando empezó a darse en la pantalla chica. La idea original de Burton de que sería un buen especial de televisión era cierta: con cada repetición aumentaba el fanatismo y terminó volviéndose una propiedad interesante para Disney, a pesar de que no había participado activamente de ella. Hoy es común ver merchandising, tatuajes y disfraces con sus personajes. "El mayor miedo de Disney, y supongo que por eso nunca fue un proyecto de la compañía sino de Touchstone, era que no tendría audiencia, que no era para nadie. Era como si dijeran 'no le tengo fe a la película porque es muy oscura y demasiado tenebrosa'", reveló Selick en 2006.
Sin embargo, está descartado de plano que pueda tener una continuación o una versión animada por computadora. "Siempre protegí mucho la película y me negué a hacer secuelas o cosas semejantes. Por ejemplo, no sé, ‘Jack visita la tierra de Acción de gracias’, porque siento que el film tiene una pureza que la gente ama. No es algo mega masivo, sino que es pura y quizá por eso es tan querida", aseguró Burton.
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