La inexplicable muerte de Natasha Richardson
Prefería el teatro al cine; brilló en ambos escenarios
El parte médico del servicio forense de Nueva York fue escueto y preciso. Dijo ayer, luego de una rápida autopsia, que Natasha Richardson falleció en las últimas horas de anteayer, a los 45 años, en un hospital de esa ciudad a causa de un "hematoma epidural accidental causado por un golpe brusco en la cabeza".
El dictamen se conoció mientras guardan luto Broadway (que anoche apagó sus luces durante un minuto, a las 20, hora en que comienza tradicionalmente la mayoría de los espectáculos teatrales), Hollywood y el West End londinense. Casi todos se resisten a creerlo. Richardson perdura en el recuerdo como la distinguida y vivaz continuadora de una extraordinaria estirpe actoral y no como la víctima de un accidente todavía difícil de explicar.
La actriz sufrió el lunes último el golpe que finalmente le causó la muerte mientras tomaba una clase de esquí en el exclusivo centro de Mont Tremblant, ubicado en la región francófona de Canadá. No mostraba herida alguna y fue inmovilizada durante unas horas, hasta que se trasladó a su hotel. Pero más tarde se sintió mal y debió ser internada primero en Montreal -donde entró en coma- y más tarde en Nueva York, donde llegó en un jet privado a pedido de su esposo, el actor irlandés Liam Neeson. Desde ese momento, ante el agravamiento paulatino del estado de salud de Richardson, sólo quedó para familiares y amigos tiempo para la despedida.
El hecho agitó más de una controversia en Canadá. El gobierno de Québec aceleró los planes oficiales para fijar el uso obligatorio de cascos entre los esquiadores. Al mismo tiempo, Yves Coderre, el responsable de la compañía que envió un equipo de emergencia al centro de esquí para atender a Richardson tras la caída, dijo que no se llegó a atenderla. "Los paramédicos nunca vieron a la paciente. Se fueron. Dijeron que no los necesitaban", dijo Coderre, quien señaló que las víctimas de lesiones en la cabeza suelen creer que se encuentran bien. "Es un error que les puede costar la vida, porque el traumatismo puede agravarse en unas pocas horas o pocos días", agregó.
Una declaración del centro de esquí conocida anteayer, en tanto, también deslindó responsabilidades. Dijo que la actriz no parecía herida tras el accidente y se la vio caminando poco después: "No mostró ninguna señal visible de lesión, pero la patrulla de esquí siguió los procedimientos y la trajo de regreso, además de insistir en que debía ver a un médico."
La autopsia de ayer proporcionó a los medios la única información oficial sobre las causas de la muerte de Richardson. Hasta entonces, la familia había guardado silencio, aunque Neeson y los dos hijos (Michael, de 13 años, y Daniel, de 12) que tuvo con la fallecida actriz, que residían en una casa de campo cercana a Nueva York, podrían auspiciar alguna ceremonia fúnebre pública.
Natasha Jean Richardson había nacido en Londres el 11 de mayo de 1963, en el seno de una familia de artistas. Era hija de la actriz Vanessa Redgrave y del fallecido director Tony Richardson, nieta del actor Michael Redgrave y sobrina de la actriz Lynn Redgrave, y compartía la vocación familiar con su hermana Joely.
Rubia, elegante, siempre alegre y dueña de un carácter luminoso, debutó en la pantalla grande cuando tenía cuatro años, en un film de su padre, La carga de la brigada ligera . Tuvo todas las puertas abiertas para hacer carrera en el teatro y en el cine, y supo brillar en ambos escenarios, aunque prefería las tablas a los sets de filmación. Así obtuvo el máximo logro de su carrera en Broadway, el Tony, por su labor en Cabaret, dirigida por Sam Mendes.
En cine mostró igual versatilidad para la comedia ( Juego de gemelas , Sueño de amor, El monte de las viudas ) y para el drama. En los últimos años cumplió el viejo anhelo de trabajar junto a su madre: lo hizo en la película Pasión al amanecer y en la obra teatral Pequeña música nocturna , que se representó en enero último en Broadway.
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