Tilda Swinton, la tela y el pintor
Dice el calendario que Tilda Swinton cumplirá en noviembre los 61, pero uno puede sospechar que como el personaje que la consagró -el Orlando, de Virginia Woolf, según la libre visión de Sally Potter- ella tampoco está sujeta a las leyes del tiempo. Su rostro sin edad, pálido y liso, los rasgos apenas dibujados, la estructura ósea fuerte y definida, parecería el de un maniquí en el que todas las expresiones pudieran ser pintadas, el primer esbozo sobre una tela en blanco que aún aguarda las firmes pinceladas del artista. Curiosamente, ella es a la vez la tela y el pintor, la arcilla que apenas insinúa una figura humana y la mano que le dará forma. Tilda se inventa a sí misma cada vez, puede transfigurarse en segundos valiéndose apenas de la mirada de sus ojos verdes y proponer cada vez una noción distinta de una belleza que es siempre personal.
Derek Jarman la quiso para Caravaggio porque veía en ella las figuras femeninas del maestro italiano. Pero lo mismo podría salir de un Cranach o un Vermeer. La han llamado alien, camaleón, andrógina. Por eso ha podido hacer de todo: una bruja, un arcángel, la más implacable asesora de una corporación, un personaje fantástico e inmortal que puede ser hombre o mujer, la autocrática líder de una comunidad, o -como la veremos ahora- la dama rusa que en medio de una poderosa familia de industriales italianos concibe el amor como una aventura liberadora después de haber vivido casi toda su vida atendiendo a la voluntad ajena. El film se titula Io sono l'amore , y será presentado aquí por Diamond como El amante .
Venecia 2010 la colmó de elogios. Como suele suceder desde que Jarman la hizo debutar en cine. Y como pasó también en Cannes con un personaje más reciente, el de We Need To Talk About Kevin : la mujer que atraviesa un agónico viaje emocional en busca de los porqués que llevaron a su hijo a cometer una horrorosa masacre en su colegio secundario. "Un verdadero tour-de-force para Swinton", pudo leerse en estas páginas.
Tilda no les teme a esos compromisos. Todo lo contrario. Podrá no haber sido la más respetuosa de las tradiciones familiares -desciende de una estirpe escocesa cuyos orígenes se remontan a treinta y cinco generaciones-, pero aún admite que de ellas recibió valiosas lecciones, como por ejemplo el estoicismo, la prudencia para expresar las propias opiniones, la noción de camaradería y la discreción necesaria para evitar llamar la atención. Puede ser que el origen también se revele en el modo de desplazar su figura delgadísima (por algo se la disputan los diseñadores más cotizados) o en el porte altivo y algo glacial que impone cierta distancia. Pero también es posible que esos rasgos provengan de su refinada educación (desde las enseñanzas primeras en la mansión de sir John Swinton y su paso por la West Heath Girl's School, donde también asistía Diana Spencer, hasta su experiencia en Cambridge). De todos modos, suyos son la firmeza de carácter, el espíritu independiente que mostró desde chica y la inteligencia que seduce a quienes la conocen.
Unica mujer entre tres hermanos, la resistencia creció en Tilda naturalmente. Era la observadora, la que cuestionaba el porqué de cada rito y hacía preguntas incómodas. La que empezó a rebelarse cuando oyó decir al preceptor de sus hermanos: "Ustedes serán los líderes del mañana", mientras en su escuela las preparaban para ser "las esposas de los líderes del mañana". Entonces, o quizá todavía antes, se declaró independiente. Antes de ingresar en Cambridge, por ejemplo, trabajó dos años como voluntaria en escuelas de Kenya y Sudáfrica. En la universidad descubrió que le interesaban las letras y se graduó en literatura inglesa. Quería dedicarse a escribir. Que llegara a actuar fue fruto de una serie de circunstancias. Entre ellas, su paso por la Royal Shakespeare Company, de la que huyó cuando vio la dureza con que se trataba a los actores. Otra, decisiva, su encuentro con el iconoclasta Jarman. Para ella, que ama los compromisos "bizarros", era ideal. Caravaggio, Eduardo II o Wittgenstein son algunos frutos de esa sociedad. A pesar del éxito de Orlando , permaneció fiel a los autores; John Maybury ( El amor es el diablo ), Cameron Crowe ( Vanilla Sky ), Spike Jonze ( El ladrón de orquídeas )? Hollywood le abrió las puertas, pero salvo en el melodrama policial El precio del silencio , donde encarnaba a una madre capaz de todo por sus hijos, no le dio papeles a su altura. Hasta Las crónicas de Narnia (2005) y Michael Clayton (2007). Ahora, hace tiempo que alterna esos compromisos con los de creadores independientes o con propuestas en las que ella misma se involucra desde el principio, a veces como productora.
El amante , por ejemplo, es un proyecto que tenía desde hace 11 años con el director italiano Luca Guadagnino, de quien es muy amiga y con quien ya había filmado The Protagonists (1999) y un corto documental cuyo título lo dice todo: Tilda Swinton: the Love Factory (2002). "Lo pensamos como un ejercicio sobre la búsqueda del amor verdadero y partimos de una mujer de mi edad para quien el amor sería una evolución", ha dicho. Su personaje es una mujer rusa que "llega a Italia, sin nada, completamente vacía", como esposa de uno de los integrantes de una familia de industriales millonarios. Cuando el film se inicia ya tiene la vida hecha, ha cumplido su parte y los hijos están crecidos. Llega la hora de elegir, ahora sí, una nueva vida.
Se llama Emma Recchi -para interpretarla Tilda habla en italiano y hasta en ruso- y ya puede anticiparse que podrá figurar en la galería de sus grandes creaciones.
CINCO PISTAS
Orlando (1992)
Todavía era la musa de Jarman cuando Sally Potter le confió el papel protagónico, ese ser fantástico que, como lo concibió Virginia Woolf, permanecía inalterablemente joven y cambiando de género y de época pero no de identidad mientras proseguía su búsqueda del amor a saltos de 50 años desde los tiempos de Isabel I hasta el siglo XX.
Michael Clayton (2007)
El personaje que le dio el Oscar a la mejor actriz en papel secundario: la temible Karen Crowder, que como máxima representante legal de la multinacional química que está envenenando el ambiente es capaz de todo para encubrir las fechorías de su compañía.
El curioso caso de Benjamin Button (2008)
En la Rusia de los años 30, era la inolvidable dama británica de mediana edad que iniciaba en los secretos del amor a un Brad Pitt todavía adulto como aquel extraño Benjamin que vivía al revés: nacía viejo y rejuvenecía con el paso de los años.
Quémese después de leerse (2008)
Tilda ríe. Esposa infiel de un recién licenciado agente de la CIA, ve la oportunidad de pedir el divorcio para unirse a su amante, copia documentos confidenciales y termina desatando una interminable serie de enredos en uno de los films más graciosos de los hermanos Coen.
Las crónicas de Narnia: el leon la bruja y el ropero (2005)
Para personificar a una inolvidable y aterradora Bruja Blanca, descartó violencia y gritos y apuntó a lo que juzga más temido y menos comprendido por los chicos: la frialdad, que es el epítome del eterno invierno de Narnia.