La asociación de directores franceses, cerca de expulsar a Roman Polanski
Roman Polanski vuelve a estar en la picota. El director polaco está muy cerca de ser expulsado de la asociación que nuclea a los directores de cine franceses, cuyo comité de dirección acaba de proponer nuevas normas para los afiliados a la entidad que tengan que enfrentar cargos, acusaciones o sentencias relacionadas con crímenes de índole sexual.
La Société Civile des Auteurs-Réalisateurs-Producteurs (conocida en Francia por su sigla ARP) se propone establecer una regla que determinará la suspensión de cualquiera de sus miembros que deba enfrentar una acusación legal vinculada a hechos criminales "de naturaleza sexual" y la expulsión en el caso de que fuese aplicada alguna sentencia en firme.
El presidente de la ARP, Pierre Jolivet, dijo que la nueva normativa será puesta a votación de los afiliados a la entidad (alrededor de doscientos) en una sesión especial que se realizará en fecha próxima, todavía sin determinar. Admitió que, de aprobarse, ese cambio reglamentario "podría afectar a Roman Polanski, que enfrenta un caso todavía abierto en la justicia de Estados Unidos".
El director de Barrio chino y El bebé de Rosemary había reconocido en 1977 su culpabilidad al haber seducido, emborrachado y sodomizado a una chica de 13 años en Los Angeles y pasó 42 días en la cárcel a la espera de una sentencia definitiva. Antes de que el veredicto se conociera huyó en avión hacia Francia y desde entonces permanece como fugitivo para la justicia de los Estados Unidos. Fue expulsado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood en 2018. Aunque Polanski siguió filmando (en Venecia se presentó la película J'acusse) su pasado no puede ser borrado.
La decisión de la ARP se conoce pocos días después de que la actriz francesa Valentine Monnier acusara a Polanski, de 86 años, por otro caso de violación, que habría ocurrido en 1975. Y también coincide con el estreno en Francia de la última película del realizador, J'Accuse (An Officer and a Spy, según su título internacional en inglés), inspirada en el famoso caso Dreyfus.
La película. según la prensa francesa, se convertirá en el éxito de boletería más grande de la última década para un film dirigido por Polanski. En su primer fin de semana de exhibiciones comerciales, luego de estrenarse el miércoles 13, fue vista por 386.720 personas en 545 pantallas. La llegada de J'Accuse a los cines franceses resultó bastante accidentada, ya que se produjo en pleno estallido del debate por la nueva acusación contra el director de Barrio Chino y El bebé de Rosemary. La avant premiere debió ser cancelada y una proyección que iba a realizarse la semana pasada, el mismo día del estreno oficial, también quedó trunca porque 40 mujeres bloquearon la entrada al cine en donde iba a proyectarse. El grupo levantó carteles con los nombres de las mujeres que acusaron a Polanski de agresión sexual.
J'Accuse había tenido durante su estreno mundial un paso triunfal por el Festival de Venecia, donde obtuvo a principios de septiembre el León de Plata, segundo premio en importancia de esa prestigiosa muestra. Se lo concedió el jurado presidido por la directora argentina Lucrecia Martel, que antes había anticipado su decisión de no participar de la gala de presentación del film, protagonizado por Louis Garrel y Jean Dujardin. "No separo al hombre de la obra", había dicho Martel en ese momento, expresando la solidaridad con las mujeres que fueron víctimas de abuso.
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