Julieta Díaz: "Aprendí que los hombres no van a decirme lo que tengo que hacer"
Las horas de Julieta Díaz están atravesadas, literal y figurativamente, por la maternidad. Y es que sus dos proyectos laborales inmediatos están relacionados con el deseo, la duda, el miedo y la decisión de traer o no traer hijos al mundo. Por un lado, Pequeña Victoria -la tira de Telefe, aún sin fecha de estreno, que la tendrá como protagonista-, y por el otro, No soy tu mami, un sueño que fue creciendo hasta convertirse en una película con grandes nombres, una importante producción y una distribuidora internacional. En el plano personal está Elena, la niña que hace 4 años llegó para cambiar su vida, establecer un nuevo eje y convertirse en inspiración para militar por un mundo más justo.
Son pocos los ratos libres que le quedan, pero ella se hace un tiempo para conversar con LA NACION sobre estas elecciones artísticas que no parecen ser casuales, aunque han confluido de manera casi accidental. No soy tu mami llegó a los cines y todo parece un pequeño milagro para ella: la gestación de la película dirigida por Marcos Carnevale se inició en 2014, cuando su amiga, la actriz Celina Font, le presentó el guion de una serie que había escrito pensando en ella. Ese primer esbozo fue tomando luego forma de película y sumando apoyos. Y también se fue delineando a Paula, su personaje, una periodista tozuda, feminista e independiente dispuesta a derribar la mirada romántica que hay sobre la maternidad.
"Si no hubiera querido tener hijos me hubiese sentido completamente identificada con ella. No necesito desear lo mismo para sentir empatía; a Paula la quiero, la respeto, me parece que la vida en un montón de cosas no le es fácil. Todos tenemos temas con los que lidiar, pero en su caso tiene que lidiar con el mandato de la maternidad", reflexiona y agrega: "Hay como un discurso ahora de 'si no querés tener hijos, nos los tengas', pero en el fondo quedás como excluido, socialmente hablando".
-¿Qué lo que más te incentivó para echar a andar este proyecto, del que te convertiste también en productora asociada?
-Esta es una comedia romántica divertida, con personajes entrañables, que cuenta una historia sin bajar línea ni marcar con el dedo lo que está bien ni lo que está mal. No soy tu mami no hace apología ni de querer ni de no querer ser madre, simplemente se detiene en el tránsito de una mujer a la que se le modifican ciertas cosas, como le pasa también al personaje de Pablo Echarri. Se trata de respetar al otro, de entender que hay muchas maneras de vivir y de elegir, y que uno no es nadie para señalarle al otro lo que tiene que desear, lo que tiene que hacer. Hay tantas formas de vivir la vida y de hacer las cosas como personas en el mundo.
-¿Creés, entonces, que Facundo Arana se equivocó cuando dijo que su ex, Isabel Macedo, se había realizado a partir de la maternidad?
-(Risas). Facundo está trabajando en Pequeña Victoria y sabe que la pifió. Lo hemos hablado. Está tratando de deconstruirse.
-En lo personal, ¿qué cosas ganaste y perdiste con la maternidad?
-Gané experiencia de vida, sensibilidad... No vivo la vida igual que antes. Quisiera vivirla un poco menos intensamente (risas). Pero la verdad es que estoy separada desde hace poco tiempo y me estoy acomodando todavía a esta nueva realidad. Mi hija es maravillosa, aprendo de ella, la disfruto. Y perdí la capacidad de ser un poco más irresponsable en algunas cosas, un tipo de liviandad que en algunas áreas ya no va a volver. Pero también es parte de crecer, de dejar de ser hijo y de asumirse adulto.
Las batallas por ganar
"Una aprende todos los días a ser feminista", dice Diaz, integrante del colectivo Actrices Argentinas. "Es un proceso muy fuerte el que estamos viviendo. Es necesario estar permeable, abierto. Todo va cambiando mucho, y está bueno no creer que uno tiene la respuesta, o al menos, la respuesta definitiva. Por eso no hay que creerse el dueño de ninguna verdad y siempre hay que estar preguntándose cosas".
Esa interpelación es muchas veces interna, y trae al presente recuerdos de experiencias que no fueron del todo felices. Así, hace algunos días, la actriz se animó a hablar de la "psicopateada" que sufrió por parte de un director durante el rodaje del videoclip de Maná "Mariposa traicionera", en 2002. "A lo mejor en su momento lo normalicé, pero la verdad es que nunca me había tocado trabajar con alguien así. He tenido peleas con directores o directoras, pero nunca sufrí un abuso de este tipo, en una situación en la que una está expuesta, porque tenía que estar medio desnuda y el guion requería que me 'chapara' a un tipo y después a otro", explica. "Lo peor es que yo estaba contenta de hacer el video, y la verdad es que quedó bien... Un poco machirulo, pero quedó lindo, es sexy, es apasionado. Para esa época estaba bien".
-¿Qué cosas aprendiste a partir de tu militancia activa dentro del feminismo?
-La militancia me ayudó a comprender cómo funciona el mundo, a estudiar, investigar, charlar, conocer más profundamente a las mujeres y amigarme con ellas también. Hoy siento que estoy más cerca de las mujeres y que ellas están más cerca mío. Hay algo de compañerismo, de amor, de estar atentas. Aprendí también que los hombres no van a venir a decirme lo que tengo que hacer, pero tampoco una mujer va a indicarme cómo tengo que ser feminista.
-¿Creés que estamos evolucionando hacia la equidad?
-Es muy loco, porque siento que evolucionamos un montón pero, al mismo tiempo, también involucionamos. Por un lado, nos volvimos muy solidarios, de poner el oído y acompañar, pero también hay una posición muy reactiva a todo eso. Pasa en la política también, con estos gobiernos tan de derecha, con una línea fascista como la del presidente de Brasil. Ahí es donde te preguntás cómo llegamos a esto, porque una cosa es tener esas ideas y otra es que te voten millones y llegar al gobierno de un país pregonando ese discurso.
Mi mundo privado
A fines de mayo, la actriz habló por primera vez de su separación del empresario estadounidense Brent Federighi, el hombre que la acompañó durante una década. Lo curioso es que, según ella misma contó, la ruptura había sucedido casi un año y medio antes, pero no trascendió.
"Por suerte a la gente no le interesa esa parte mía", apunta. "Creo que la intimidad es una puerta que se abre voluntariamente, aunque también hay situaciones en las que resulta inevitable pasar desapercibido, como ocurre con Pablo Echarri y Nancy Dupláa. En mi caso, el papá de Elena no era conocido, estuvimos 10 años juntos, era muy aburrido para los medios", asegura riéndose.
Pese a que la actriz es una activa usuaria de las redes sociales, ella sabe muy bien cuál es límite que no desea atravesar. "Sé hasta dónde compartir. Lo de no contar antes mi separación no fue porque me lo haya reservado, sino porque no se dio. Un día en una nota me preguntaron si pensaba tener otro hijo y le dije que me había separado. Fue así de simple, no fue nada planificado", asegura. "Uso mucho las redes para hablar de lo que quiero, de lo creo, para promocionar las cosas que para mí son importantes, y causas a las que adhiero. Es algo muy sincero, personal y verdadero lo que me pasa con las redes", señala.
Esa verdad, sumada a la vehemencia que suelen generarle ciertos temas, la ha llevado alguna vez a quebrar una tácita "regla de oro" de los "famosos" en las redes sociales: no contestar las agresiones de otros usuarios con más agresiones. "He borrado casi todas mis respuestas de enojo", dice y suma: "En general respondo bien, tranquila, pero cuando se meten con mi hija y se ponen densos, les respondo y después los bloqueo. Pero entendí que tampoco es necesario: hay que dejarlos que se muerdan la lengua y se mueran envenenados, y seguir creando conciencia sobre lo que uno considera que es justo. Por eso seguimos ahí, tratando de entender las razones de los demás y que los demás entiendan las nuestras".
Una nueva apuesta
Dos años después de esa fallida experiencia que fue Fanny, la fany de formar parte del elenco de la serie La Caída, Díaz retornará a la pantalla chica con Pequeña Victoria, una comedia dramática coproducida por Viacom International Studios (VIS) - Americas y Oficina Burman que Telefe pondrá al aire durante este segundo semestre.
En ella, interpreta a Jazmín, "una profesional muy exitosa, que trabaja y que quiere ser madre, pero que no quiere formar una familia convencional". Así, tras subrogar un vientre de manera clandestina, cumplirá con su objetivo, pero terminará criando a su hija junto a otras tres mujeres que se cruzan en su vida: Bárbara (Natalie Pérez), Selva (Inés Estévez) y Emma (Mariana Genesio).
"En el medio, se forma un triángulo amoroso con los personajes de Daniel Hendler y Luciano Castro", adelanta a LA NACION, aunque prefiere no dar demasiados detalles sobre la trama ideada por Erika Halvorsen y Daniel Burman.
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