Joe Dante: un cinéfilo suelto en Hollywood
El director de Gremlins habla sobre la industria del cine de hoy y su amor por las películas de antaño
MAR DEL PLATA-. En su infancia, durante los 50, Joe Dante estaba obsesionado con el cine. Cuando creció, la cinefilia ya era irrecuperable y volcó sus energías a la realización de films. Como un círculo perfecto, en las décadas del 80 y 90, con películas como Gremlins , Viaje insólito , Matinée y Pequeños guerreros , entre otras, Dante se convirtió en uno de los culpables de que los chicos de la época heredáramos esa obsesión. "El cine tenía algo mágico, no sé qué. Para mí era como ir a la iglesia. Nunca me imaginé que iba a terminar haciendo películas", confiesa Dante, en una charla que mantuvo con LA NACION, durante el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en donde estuvo acompañando una retrospectiva de su obra. Recordando los gustos de cuando era chico, el director de Gremlins menciona los westerns, las películas de terror y los clásicos de Disney, como Peter Pan . "Solía sacar las sábanas y la almohada de mi cama y las ponía debajo de la ventana para que cuando Peter Pan viniera a buscarme no tuviera que ir muy lejos -cuenta Dante-. Pero nunca apareció."
Aunque Peter Pan no se lo haya llevado a la Tierra de Nunca Jamás, donde los chicos no crecen, Dante se las arregló para hacer que su vida adulta no lo fuera tanto. Mientras estudiaba en la escuela de arte de Filadelfia, donde entró con la intención de convertirse en dibujante de historietas, hizo The Movie Orgy , un extraño experimento de siete horas de duración que compila escenas de películas clase B. Luego consiguió trabajo con el productor independiente Roger Corman como editor de trailers. "Aprendés mucho mirando una película y pensando cómo podés hacer para reducir una escena a dos planos y que igual se entienda el mensaje", dice el director.
Después de dirigir Piraña , un intento de capitalizar el éxito de Tiburón , Dante tuvo su primera experiencia en un gran estudio filmando un episodio de la película de La dimensión desconocida . "Cuando trabajás para Roger respondés a una sola persona y él sabe más sobre cine que la mayoría de las personas que manejan los grandes estudios -explica el realizador-. Excepto por el hecho de que no hay tiempo ni dinero, en ese contexto él te puede dejar hacer lo que quieras. No es para nada así en los grandes estudios, donde hay mucho más dinero invertido y siempre hay más gente supervisándote."
La siguiente película de Dante, Gremlins , fue un proyecto que le trajo Spielberg y, al principio, iba a ser una película de terror muy sangrienta, pero fue evolucionando hasta resultar en esa combinación de terror y comedia, que es una marca del cine de Dante. "El terror y la comedia se parecen porque ambos son absurdos y requieren la suspensión de incredulidad por parte del espectador -dice el director-. Cuando asustás a alguien después siempre se ríen porque los agarraste. Es una de las razones por las cuales la gente va a ver estas películas. Si vas a una función de algún film actual de terror para adolescentes, como Destino f inal, los chicos se ríen de principio a fin, porque trata sobre la muerte, que no significa nada para ellos porque son jóvenes y nunca se van a morir, así que no se lo toman en serio. El terror todavía es el género más confiable y que más dinero produce. El espectáculo del cuerpo humano siendo destruido parece ser, de alguna manera, atractivo para la gente. Eso no es lo que a mí me gusta del terror, sino el suspenso y lo que no ves y tu mente imagina."
Reírse de miedo
Esta combinación de terror y humor fue llevada al extremo por Dante en Gremlins 2: La nueva generación , que considera su película más personal. Más allá de ser pura diversión anárquica, Gremlins 2 es el mejor exponente de otro elemento infaltable en el cine de Dante: la crítica social. "Es algo que surge de mi interior. Prefiero hacer películas que no se traten obviamente de eso, pero que todos los aspectos de la historia señalen cierta actitud y cierta forma de pensar. Las películas no deberían hablar de lo que sucede, el escapismo no tiene nada de malo. Pero hasta las películas de James Bond eran sobre la Guerra Fría y siempre estaba pasando algo debajo de toda la acción. Todas las películas son políticas, algunas intencionalmente y otras no."
Según Dante, quien cuenta entre sus influencias a Chuck Jones y James Whale, nunca hubo cinefilia en el sistema de los grandes estudios y la gente ya no recuerda las películas de los 30 y 40, algo que él ha intentado revertir desde su sitio www.trailersfromhell.com , donde directores contemporáneos hablan sobre películas viejas que les gustan. Por supuesto, la moda de las remakes le resulta ridícula. "En Hollywood están aterrados porque no saben hacia dónde está yendo el negocio, no saben quiénes van a ver estas películas ni en qué soporte las van a ver. Hay mucha confusión y la mejor forma que tienen de lidiar con eso es haciendo cosas que ya saben cómo son. Suponen, creo que erróneamente, que la gente conoce las películas de ciertos directores más de lo que en realidad lo hacen porque en Estados Unidos no se ven muchas películas viejas. La idea de hacer remakes de películas que el público no conoce es rara. ¿Quién quiere realmente hacer la remake de esto? ¿Alguien quiere apasionadamente hacerlo o sólo lo hacen porque tienen que hacer algo que crean que no va a fallar en la taquilla? Y la mayoría de estas películas termina sin ganar mucho dinero, así que se convierte en una oferta engañosa."
Por suerte, sin importarle este contexto, Dante tiene más proyectos originales con los que seguir haciendo del cine su propia Tierra de Nunca Jamás.
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