Cinco películas para descubrir por qué Jim Carrey es un personaje entre la realidad y la ficción
Amado y odiado con el mismo fervor, Jim Carrey es de esos actores que no admiten la indiferencia. Ya sea para considerarlo uno de los intérpretes más versátiles y fascinantes de su generación o para calificarlo como un payaso sin demasiada gracia en sus comedias y un solemne impostor en sus dramas, al público –y a los críticos– les resulta imposible ignorarlo.
Por estos días, su talento, su irreverencia y sus excentricidades volvieron al centro de la escena, de la que él se había alejado para dedicarse a las artes plásticas, por el lanzamiento de su primera novela. El libro, escrito en colaboración con el autor Dana Vachon, –en la Argentina se podrá conseguir en formato de e-book desde la próxima semana– es una ficción, una sátira construida a partir de elementos de la biografía de un tal Jim Carrey.
Creador y personaje, espejo y reflejo, Recuerdos y desinformación es la nueva aventura creativa del cómico. Una que, según él, llegó justo en el momento indicado. "Estamos en el fin del mundo y yo tengo el libro perfecto para transitarlo", decía Carrey en una entrevista publicada por The New York Times a propósito del lanzamiento de la novela en los Estados Unidos. Entre apocalíptico y esperanzado, entre místico y genéticamente gracioso, para él la idea de publicar una autobiografía iba en contra de su naturaleza y, sobre todo, de su trayectoria. De hecho, no hay que hacer mucho esfuerzo para darse cuenta de que su carrera es más una serie de saltos al vacío que una línea recta.
"No hay nada más aburrido en este punto de mi vida artística que escribir cronológicamente mi historia. O intentar expandir mi marca. Esto no es eso. El libro es una labor de amor que no pudimos evitar que pasara", explicaba el actor en The New York Times mientras intentaba disipar las dudas de quienes quieran confundir a la persona con el personaje. "El Jim Carrey de la novela es una representación, un avatar de cualquier persona en mi posición. Es un representante del artista, la celebridad, la estrella que existe en ese mundo de excesos, glotonería, egocentrismo y vanidad. Hay cosas que son muy reales, solo que no van a saber qué partes son ficción y qué partes no lo son. Porque aun los elementos más fantasiosos del libro revelan una verdad", contaba Carrey.
Está claro que su nueva faceta de autor no podría ser como es sin las experiencias que acumuló en sus años como comediante. En los escenarios de stand up donde solía experimentar hasta hartar a la audiencia y en sus películas que podían ser extremadamente populares o tan extrañas como él. Y a veces, como en la lista que sigue, las dos cosas al mismo tiempo.
El insoportable (1996)
En 1994, Carrey protagonizó Ace Ventura: detective de mascotas, Tonto y retonto y La máscara. Las tres comedias sumaron una taquilla global de más de 700 millones de dólares. Coronado como el rey Midas de Hollywood, el actor dio su primer volantazo. El primero de muchos. Después de filmar la segunda parte de Ace Ventura, Carrey decidió aceptar la propuesta de Ben Stiller, que para su segunda película como director lo imaginaba como el perfecto antagonista del personaje de Matthew Broderick. Y lo cierto es que Stiller y su productor Judd Apatow tenían razón. A pesar de que el film resultó un fracaso de taquilla, la negrísima comedia sobre el técnico del cable (Carrey) que se obsesiona con hacerse amigo de un cliente (Broderick), fue una de las primeras muestras de la inmensa capacidad del actor para transitar los bordes. Para hacer reír y espantar al mismo tiempo. Un accidente de tránsito con patas que es imposible dejar de mirar. Disponible en Netflix
Mentiroso, mentiroso (1997)
Después del fracaso de El insoportable, Carrey optó por volver a la senda que Hollywood había trazado para él con esta comedia familiar que, más allá de la fórmula, le permitió interpretar un personaje menos caricaturesco de lo habitual. Aunque la fantasiosa premisa del film dirigido por Tom Shadyac lo imaginaba como un abogado desesperado por su súbita incapacidad para mentir, también le permitía desplegar su comedia física habitual, ya que esta vez toda la pirotécnica estaba al servicio de la emotiva historia. El slapstick y la emoción no suelen ir de la mano pero aquí aparecen juntas gracias a la capacidad de su protagonista. Disponible en HBO Go
The Truman Show (1998)
Después de convencer a los incrédulos de que su presencia en una película seguía siendo un buen negocio, Carrey volvió a tomar una decisión algo osada al convertirse en el protagonista de este film escrito por Andrew Niccol y dirigido por Peter Weir. En aquella fantasía perfectamente construida, su personaje, Truman Burbank, era, sin saberlo, el protagonista de un programa de televisión que lo seguía sin perderse ni un instante de su vida dentro del pueblo/estudio creado con ese fin. Más allá de la notable capacidad de Niccol para prever la forma y el contenido que adquiriría la TV del futuro cercano, lo cierto es que el film nominado a tres premios Oscar le dio a Carrey la oportunidad de interpretar a su personaje más vulnerable hasta aquel momento. Además de mostrar la cara más siniestra del mundo del entretenimiento. Disponible en Netflix/Flow
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004)
Después de The Truman Show, la carrera del actor asumió una forma que solo él podría haber diseñado. Las películas familiares como El Grinch y Todopoderoso conviven en su filmografía con proyectos como la biografía de Andy Kaufman y este delirio que el francés Michel Gondry coescribió con Charlie Kaufman. Fantástica, romántica y poco apegada a las reglas del relato tradicional, Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, volvió a poner a Carrey en el camino de la experimentación artística. En la historia del novio despechado que descubre un tratamiento para borrar los recuerdos de un amor que no logra dejar atrás, le tocó interpretar al personaje más reprimido, el punto fijo frente a la inquietud y la expresividad de Clementine, encarnada por la siempre notable Kate Winslet. Disponible en Amazon Prime Video
Jim y Andy (2017)
Cuando se estrenó El mundo de Andy, los que conocían el trabajo del comediante Andy Kaufman dudaban de la capacidad de Carrey para transmitir toda su creatividad, su punto de vista sobre el humor y su locura. Después de ver el film dirigido por Milos Forman muchos se preguntaban si habían sido testigos de una posesión. Más que interpretar a Kaufman, Carrey decidió convocarlo, ser él. Las consecuencias de esa elección y el modo en que los límites entre la realidad y la ficción quedaron completamente borrados en el transcurso del rodaje son el elemento central de este fascinante documental que no solo vuelve a revisar la figura de Kaufman sino que además permite espiar algo del impulso artístico y vital del tornado conocido como Jim Carrey. Disponible en Netflix
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