Intensa historia que deriva en telenovela
Después del casamiento ( After The Wedding , Dinamarca-Suecia/2006, color; hablada en inglés y sueco). Dirección: Susanne Bier. Con Mads Mikkelsen, Rolf Lassgård, Christian Tafdrup, Sidse Babett Knudsen. Guión: Susanne Bier y Anders Thomas Jensen. Fotografía: Morten Soborg. Música: Johan Söderqvist. Edición: Pernille Bech Christensen y Morten Hojberg. Presentada por Alfa Films. Duración: 120 minutos. Sólo apta para mayores de 13 años.
Nuestra opinión: buena
A la danesa Susanne Bier y a su guionista Anders Thomas Jensen les interesa sorprender a sus personajes en situaciones que alteran bruscamente su vida y averiguar de qué manera se desenvuelven ante la necesidad de aceptar las nuevas condiciones y recomponer su historia. En sus films también suele meditarse sobre los roles dentro del universo familiar, con personajes a los que el destino coloca en el lugar de los ausentes. En Corazones abiertos , era el accidente que en un instante quebraba la felicidad de una joven pareja y los acontecimientos que se sucedían en consecuencia, con la aparición de un tercero que ocupaba el lugar del accidentado; en Hermanos , la guerra y el azar hacían que uno de ellos, hasta allí la oveja negra de la familia, viviera una metamorfosis y asumiera los compromisos del otro, desaparecido.
A Bier le gusta, en fin, observar cómo sus criaturas se debaten contra la fuerza de las cosas. Una postura vigilante que hace que sus films avancen a marcha firme y sin rumbo definido: el camino está lleno de sorpresas, de obstáculos inesperados, de desvíos forzosos. Y hay que ir afrontándolos a medida que se los descubre. Como en la vida. Eso deriva en films que, como Después del casamiento , comprometen de entrada la atención del espectador, desconcertándolo un poco porque no hay a la vista, como en tanto cine de hoy, una meta previsible. Es cierto que en este caso, ese avance decidido -como el de "un tren en la noche", decía Truffaut- se atasca después en los enredos telenovelescos que se acumulan sobre un final estirado y redundante, pero el film abunda en aciertos y confirma a Bier como hábil puestista y vigorosa narradora.
El poder y los sentimientos
Quien sufre la brusca alteración de su rutina es, en principio, Jacob, trabajador social en un orfanato de Bombay, cuando recibe la misión de viajar a su país de origen, Dinamarca, para asegurar el apoyo financiero que un poderoso magnate ofreció a la institución. Al dilema ético que se le presenta al viajero se suman otros conflictos más personales cuando descubre un viejo amor en la actual mujer del filántropo y se topa con otras "orfandades" que lo atañen directamente. Son muchos los temas que el film aborda a partir de esta compleja y atractiva trama: el contraste entre las dos culturas y sus respectivas realidades económicas, el poder del dinero, los secretos y las mentiras que se han levantado en nombre de los buenos sentimientos, las grandezas, miserias y contradicciones que se revelan en la conducta de cada uno. En fin, distintas maneras que Bier encuentra para exponer con mirada comprensiva las fragilidades humanas.
Es una pena que con el avance de la proyección empiecen a importar más que esa mirada los vericuetos melodramáticos de una trama que acumula bodas, engaños, reconciliaciones, muertes, funerales y algún discurso complaciente para que el folletín se cierre sin dejar hilos sueltos ni demasiadas víctimas. La precisión narrativa y la discreta elocuencia que Bier ha puesto en juego en buena parte del relato dejan paso a una apelación melodramática que le hace poco favor al film. En cambio, son pilares fundamentales los actores, entre ellos, Mads Mikkelsen, el villano del último Bond, y el excelente Rolf Lassgård, cuyo talento ya había sido apreciado en Bajo el sol .
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