Holly Hunter: "Los grandes roles no abundan, trabajo con lo que hay"
La actriz ganadora del Oscar volvió al candelero gracias a su fantástica interpretación de la heroína Elastigirl en Los increíbles 2
NUEVA YORK.- En 2004, Holly Hunter peleó hasta conseguir un rol en Los increíbles, la película de superhéroes de los estudios Pixar que recaudó unos 630 millones de dólares en todo el mundo y que se ganó el Oscar a la mejor película de animación.
Catorce años después, Hunter volvió al ruedo con Los increíbles 2, que ya recibió críticas fabulosas y no muestra signos de agotamiento en la taquilla (en nuestro país ya superó el millón de espectadores en su segunda semana en cartel). Como la ultraflexible y demoledora Elastigirl -identidad secreta de Helen Parr, esposa de Bob y madre de Violet, Dash y Jack-Jack, todos con poderes sobrehumanos-, Holly Hunter actúa y suena como si toda la superacción previa hubiese ocurrido apenas ayer. Los Increíbles 2 le brinda a Hunter una línea argumental feminista, con una misión secreta que arroja a su personaje a la lucha contra el crimen organizado en busca de volver a hacer legales a los superhéroes, mientras que su marido, el señor Increíble (Craig T. Nelson), queda a cargo de los chicos.
La película también devuelve al candelero a Hunter, que se hizo famosa en 1987 con la película de los hermanos Coen Educando a Arizona, antes de ganar el Oscar por La lección de piano, de Jane Campion -también recibió nominaciones al premio de la Academia por Detrás de las noticias (1987), Fachada (1999) y A los trece (2003)-, para delicia de sus fans. Más recientemente, Hunter interpretó a la cáustica madre de la heroína en Un amor inseparable, y a una madre que se embarca en un gran experimento con cuatro hijos de diferentes razas, tres de ellos adoptados, en la serie de Alan Ball Here and Now.
La siempre circunspecta Hunter decidió hablar sobre Elastigirl, sobre su carrera y sobre un reciente cumpleaños bisagra, sin revelar nada de su familia -"no niego ni confirmo la existencia de mis hijos", dijo, entre risas- y ni siquiera el barrio neoyorquino en el que vive. "Si quieren, pueden publicar que me voy a mudar a St. Marks Place entre la Segunda y la Tercera", dice Hunter. "Es una broma, pero sería buena prensa, ¿no? ¡Guau! ¡Que copada que es Hunter!"
-¿En qué situación se encuentran los Parr al comienzo de la película?
-Es muy gracioso que la película empiece 30 segundos después del final de la primera. Y también creo que es gracioso que al final de la primera tengamos esa revelación impresionante de los superpoderes de nuestro hijo Jack-Jack, que sale volando a 10.000 metros de altura con el villano de la historia. Nosotros no sabemos que tiene superpoderes, así que en el inicio de Los increíbles 2, los padres todavía no saben cuáles son las habilidades especiales de su hijo.
-La trama de Elastigirl se ajusta a la perfección a los aires de la época. ¿Será que el director Brad Bird tiene el superpoder de predecir el futuro?
-Sí, la verdad que se dio en el momento justo. Por supuesto que una película lleva mucho tiempo y Brad ya venía pensando la historia que quería contar y cómo imaginaba la evolución de esa familia. Tuvimos suerte, eso es todo. Pero lo maravilloso de mi personaje es que en la primera película, era una superheroína que no quería serlo. A ella le gustaba ser madre y la vida doméstica. Así que es muy gracioso verla disfrutar de su autonomía, de su independencia, de una vida privada.
-¿Qué puede decirnos en cuanto a los avances en la técnica de animación que pueden verse en la película?
-El arsenal de recursos a disposición de los animadores fue realmente revolucionario. Recuerdo que cuando filmamos Los increíbles fue un gran desafío lograr que el pelo de Violet se moviera de modo tal que le permitiera esconderse detrás de él. En términos de animación, era territorio inexplorado. Eso ahora es muy fácil. Una de las cosas asombrosas de Pixar es que los animadores tienen carta blanca para crear. No andan copiando o tratando de reflejar lo que hago yo, o Craig Nelson, o Sam Jackson. Ellos explotan ese mundo con total libertad.
Here and Now, la serie creada por Alan Ball, no fue renovada para una segunda temporada. ¿En algún momento tuvo el presentimiento que pasaría?
-Alan es un verdadero artista, y cuando nos sumamos al proyecto, fue por Alan y por el piloto que había filmado. Así que no sabíamos en realidad para dónde iba a encaminarse la historia. Ese fue un proceso de descubrimiento para los actores. En ningún momento sentí que la serie no iba a seguir.
-¿Está buscando un nuevo proyecto?
-Siempre. Recibo propuestas y la mayoría de las veces las rechazo, pero la verdad es que no me gusta hacerlo. Los grandes roles no abundan. Se trabaja con lo que hay.
-En marzo cumplió 60 años. ¿Qué sintió?
-Ciertamente tengo mucha más conciencia de mi mortalidad que cuando cumplí 50. Ya estoy un paso más cerca. Es un shock, un gran capítulo que se cierra. Y al mismo tiempo, siento que las mujeres ahora tenemos un poder enorme a nuestra disposición que antes no teníamos. Y eso que arrancamos en una situación deficitaria: déficit de papeles para mujeres en las películas, déficit de mujeres en cargos directivos en los estudios, déficit de directoras mujeres, de mujeres técnicas, un enorme déficit de mujeres en todas las áreas. Pero al mismo tiempo siento una enorme esperanza. Y no me siento tonta por sentir esa esperanza, porque creo que se están abriendo caminos.
-En 2013, la revista Atlantic publicó un artículo titulado "20 años después de La lección de piano, todos le fallamos a Holly Hunter", sobre los pocos roles protagónicos que le ofrecieron después del Oscar. ¿Siente que le fallaron?
(Se ríe) -La verdad que no me parece bien comentar sobre otro artículo. Creo que esa es una pregunta para el público, y me gustaría escuchar lo que tienen para decir.
-También hay rumores de su "resurgimiento". ¿Está planeando un gran regreso?
-Entiendo que la gente vea mi carrera en esos términos. Hay excepciones, y esas excepciones son las personas con las que el público está más familiarizado, o sea las superestrellas. Pero en cuanto al resto de nosotros -y definitivamente me incluyo en ese grupo-, yo no soy más que una actriz que trabaja, así que hay veces que no tengo trabajo, y a veces hago cosas que no tienen éxito, o que no llegan a una audiencia masiva. Actualmente, en esta industria suele pasar que algunas películas ni siquiera se distribuyen. O si actúo en teatro, salgo del campo de visión del público masivo. Tal vez mucha gente no se haya enterado de esos proyectos y entonces piense que no estoy trabajando o que me retiré. Pero lo cierto es que sigo respondiendo a los distintos desafíos que me presenta cada proyecto en particular. Sigo en lo mío, sigo trabajando, y sigo en proceso. Sigo siendo una maquinita que anda, anda y anda.
Traducción de Jaime Arrambide.
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