Harvey Weinstein, el magnate de Hollywood, acusado de ser un acosador serial
El diario The New York Times publicó una investigación que sostiene que el productor de éxitos como Pulp Fiction, Shakespeare enamorado y La vida es bella, entre muchos otros, usaba su poder para lograr que actrices y empleadas accedieran a sus deseos
Durante años, el nombre de Harvey Weinstein fue sinónimo de los premios Oscar y de las campañas de marketing armadas alrededor de las películas para llegar al dorado premio. Pero desde hoy, eso cambió para siempre.Un artículo publicado en The New York Times afirma que el poderoso productor y distribuidor de películas como Pulp Fiction, En busca del destino, El discurso del rey y Sexo, mentiras y video, entre muchas otras, habría acosado sexualmente a empleadas y actrices reconocidas como Ashley Judd y Rose McGowan a lo largo de varias décadas.
En el extenso artículo, Judd cuenta que hace hace veinte años Weinstein la invitó al hotel Peninsula en Beverly Hills para lo que ella creía sería un desayuno de trabajo, una práctica bastante habitual en la industria del cine. Sin embargo, una vez en el lugar, la actriz descubrió que el encuentro sería en la habitación del productor, que la recibió en bata y le preguntó si podía darle un masaje o acompañarlo mientras se duchaba.
“¿Cómo hago para irme de este cuarto lo antes posible sin ganarme como enemigo a Harvey Weinstein?”, recuerda Judd en la nota, publicada después de días de rumores que sobrevolaban el mundillo del cine norteamericano: el productor ya había contratado a un ejército de abogados para defenderse de las acusaciones, que afirmaba eran infundadas.
Sin embargo, ya con la nota publicada, en la que más de una veintena de mujeres describen abusos y manipulaciones a los que las sometió Weinstein haciendo gala de su poder y conexiones en Hollywood, el productor decidió emitir un comunicado que sorprendió por su fundamentación.
"Crecí en los años 60 y 70, cuando las reglas sobre cómo comportarse en lugares de trabajo eran diferentes. Así era la cultura en ese momento. Ya aprendí que eso no es una excusa para nadie. Ni en la oficina ni en ningún otro lado. Hace tiempo me di cuenta de que necesito ser mejor persona y mi interacciones con la gente que trabajo cambiaron. Reconozco que la manera en la que me comportaba antes con mis colegas causó mucho dolor y sinceramente me disculpo por ello. Aunque estoy tratando de mejorar sé que aun tengo un largo camino por recorrer. Ese es mi compromiso: aprender sobre mí mismo y conquistar mis demonios", escribió el productor cuando se conoció, a partir de los documentos citados por The New York Times, que durante años sus empleadas vivieron entre el terror de ser el objeto de su abuso, ser testigos de ellos o ayudarlo a cometerlos, como describe el artículo en relación a las jóvenes actrices que pasaban por las lujosas habitaciones de hoteles en Hollywood, Nueva York, Londres y Cannes creyendo que el poderoso productor estaba interesado en sus carreras.
Según se lee en la nota, escrita por las periodistas Jodi Kantor y Megan Twohey, Weinstein lleva años realizando acuerdos extrajudiciales y contratos con cláusulas de confidencialidad con sus víctimas, que incluyen a la actriz Rose McGowan. Conocida por sus papeles en Scream y la serie Charmed, McGowan escribió un tuit haciendo referencia al escándalo. También lo hicieron Lena Dunham y Amber Tamblyn, dos actrices activamente involucradas en las cuestiones de género.
The woman who chose to speak about their experience of harassment by Harvey Weinstein deserve our awe. It's not fun or easy. It's brave.&— Lena Dunham (@lenadunham) 5 de octubre de 2017
Heed the mantra and never forget: Women. Have. Nothing. To. Gain. And. Everything. To Lose. By. Coming. forward. https://t.co/ynKX1bcBkK&— Amber Tamblyn (@ambertamblyn) 5 de octubre de 2017
Women fight on. And to the men out there, stand up. We need you as allies. #bebrave&— rose mcgowan (@rosemcgowan) 5 de octubre de 2017
A pocas horas de que el artículo pusiera patas para arriba a la industria del cine, Weinstein anunció que se tomaría licencia en su puesto como presidente de su productora y casi al mismo tiempo, sus abogados anunciaron que demandarían al diario.
"Jay Z escribió en su canción '4:44': 'No soy el hombre que pensé que era y más vale que lo sea por mis hijos'. Lo mismo es cierto para mí. Quiero una segunda oportunidad en la comunidad pero sé que tengo que trabajar para ganármela", escribió el productor parafraseando al famoso rapero, una las muchas estrellas de Hollywood con las que suele pasar su tiempo. Según afirmó, hace un año está organizando una fundación que tendrá 5 millones de dólares para repartir a mujeres directoras que estudien en la universidad de California. Un anuncio que se parece demasiado a esas campañas que el propio Weinstein organizaba para que sus películas consiguieran los codiciados Oscar. Claro que ahora, la apuesta es bastante más alta.
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