Grandes nombres y favoritos, afuera
Todos los títulos sobre las nominaciones al Oscar se refieren -y es lógico que así sea- a la gran performance de Lincoln , de Steven Spielberg, tras conseguir 12 nominaciones. Sin embargo, detrás de este reconocimiento a la nueva película de uno de los directores más exitosos de todos los tiempos aparecen unas cuantas sorpresas: muchos cineastas, productores e intérpretes que aparecían como favoritos quedaron fuera de carrera y sus lugares fueron ocupados por pequeñas películas y artistas sin tanto renombre.
En el rubro de dirección, por ejemplo, Kathryn Bigelow ( Zero Dark Thirty: La noche más oscura ), única mujer en ganar el Oscar; Quentin Tarantino ( Django sin cadenas ); Tom Hooper ( Los miserables ), recientemente distinguido por El discurso del rey ; Ben Affleck ( Argo ); Paul Thomas Anderson ( The Master ) y Wes Anderson ( Moonrise Kingdom ) fueron soslayados por la Academia, cuyos votantes optaron por el casi desconocido Benh Zeitlin ( Beasts of the Southern Wild ), por el austríaco-alemán Michael Haneke ( Amour ) y por David O. Russell (la comedia El lado luminoso de la vida ).
No fue esa categoría la única que deparó sorpresas. En los rubros interpretativos ingresaron la veteranísima Emmanuelle Riva ( Amour ) y la jovencísima Quvenzhané Wallis ( Beasts of the Southern Wild ), pero quedaron fuera estrellas como Nicole Kidman, Richard Gere, Meryl Streep, Anthony Hopkins y Leonardo DiCaprio, que figuraban en los análisis previos. Entre las películas extranjeras, la francesa Amigos intocables (uno de los mayores éxitos comerciales de los últimos años en todo el mundo) era número puesto, pero no quedó entre las cinco finalistas. Sí lo hizo, en cambio, un pequeño film chileno, No , rodado en el viejo formato U-matic.
Lo mismo puede decirse de los "tanques" de Hollywood. Todos esperaban que finalmente una entrega de la saga de James Bond -que además será objeto de un homenaje especial por su 50° aniversario- fuera nominada a mejor película, pero la elogiada Operación Skyfall no lo logró. La última entrega de la trilogía de Batman, de Christopher Nolan, y la megalómana Cloud Atlas no consiguieron ni siquiera algún reconocimiento en rubros técnicos, mientras que la inmensamente popular The Avengers: Los Vengadores apenas obtuvo uno. La producción más industrial de Hollywood, esta vez, quedó muy lejos del prestigio de los Oscar.