Gibson sigue en problemas por palabras antisemitas
Se excusó otra vez y perdió un proyecto
"Creo que no quiero ver más películas de Mel Gibson." Las palabras pronunciadas anteayer por Barbara Walters, una de las voces más escuchadas e influyentes de la TV norteamericana en las últimas décadas, resume el estado de ánimo que parece ganar a Hollywood frente a los comentarios de corte antisemita expresados el fin de semana por Mel Gibson.
En la meca del cine casi no se habla de otra cosa. Tal es el revuelo que causó la destemplada reacción de Gibson frente a uno de los policías que lo arrestó el viernes último por conducir a velocidad excesiva en estado de ebriedad por una autopista de Los Angeles que el actor y director se vio obligado ayer a ampliar su pedido de disculpas. "No hay excusa, tampoco tendría que existir ningún tipo de tolerancia para alguien que piensa o expresa algún tipo de señalamiento antisemita", señaló el nuevo comunicado con la rúbrica de Gibson.
Pero el arrepentimiento no equivale a redención para el hombre que dos años atrás, con la controvertida "La pasión de Cristo", había logrado la bendición de Hollywood al transformar un proyecto incierto en un éxito de campanillas. Según dijo ayer The Wall Street Journal, la poderosa cadena de TV norteamericana ABC -la misma desde la que Walters emitió al aire en su programa matutino el duro juicio contra Gibson- resolvió eliminar de sus planes futuros la emisión de una miniserie sobre el Holocausto cuya realización está a cargo de Icon Productions, la empresa de Gibson.
Las complicaciones están lejos de agotarse allí: ABC es parte del conglomerado Disney, que lanzará y distribuirá en Estados Unidos antes de fin de año "Apocalypto", el nuevo proyecto de Gibson, un relato sobre la decadencia de la civilización maya hablado en una antigua lengua de esa región. Su estreno en la Argentina, que estará a cargo de la distribuidora Fox, se espera para el 1° de febrero de 2007.
Hasta aquí, Disney confiaba en la buena estrella de Gibson para llevar adelante la promoción de "Apocalypto", pero ahora debe estar preguntándose si tiene sentido sostener como tenía previsto a una figura que, según acaba de vaticinar Peter Bart desde las páginas de Variety, se prepara para una caída vertiginosa. "Las críticas lo van a asesinar, una parte del público va a desdeñar su trabajo. Su credibilidad como director se va a ver seriamente comprometida", señaló la principal firma de la más autorizada publicación de Hollywood.
La destemplada reacción de Gibson a un nuevo arresto por su todavía no resuelta adicción al alcohol se produjo, además, en un momento de altísima sensibilidad por lo que ocurre en Medio Oriente para la amplia, influyente y activa comunidad judía que participa de la industria del entretenimiento.
Gibson debe haber tomado nota de las durísimas consecuencias que puede acarrearle su conducta, ya que a las primeras disculpas que hizo públicas el domingo por haber dicho tras ser detenido que "los judíos son responsables de todas las guerras del mundo" y preguntarle al alguacil James Mee si era de ese origen, debió ayer reiterar y profundizar el mea culpa. "Quiero pedir expresamente perdón a cada uno en la comunidad judía por las palabras ácidas y dañinas que dije a un oficial. Son una persona pública y cuando digo algo, articulado y elaborado o lanzado en un momento de locura, mis palabras tienen un peso en el espacio público", señaló el actor, que en un comunicado insistió en declarar que no es antisemita ni intolerante. "El odio, sea cual sea, va contra mi fe", agregó.
El escándalo se acrecentó todavía más cuando la policía de Los Angeles debió desmentir expresamente versiones de un presunto "lavado" de la causa con el fin de proteger al famoso astro y, poco después, cuando se supo que Gibson inició un tratamiento de desintoxicación y recuperación para alcohólicos.
"Esperamos que los responsables de Hollywood tomen de ahora en adelante distancia de este antisemita", dijo el presidente de la Liga Antidifamación, Abraham Foxman, uno de los dirigentes judíos de Estados Unidos que más duramente habían cuestionado a Gibson con iguales argumentos en los días previos al estreno de "La pasión de Cristo".
Ahora, el actor agregó a las nuevas disculpas su intención de reunirse con representantes de organizaciones judías, en quienes espera encontrar ayuda para enfrentar su adicción al alcohol. "No puedo hacerlo solo -agregó en el comunicado-. Estoy tratando de comprender de dónde surgieron estas palabras odiosas que salieron durante este episodio de locura." A Gibson no le sobra tiempo si espera recuperar la hoy tambaleante gracia de la que gozaba en Hollywood.
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